La mayoría silenciosa

No suelo escribir acerca de la actualidad. Soy periodista, pero mi vocación renquea y procuro obligarme a encarar otros géneros literarios que me resultan mucho más difíciles de doblegar. Hay además otros compañeros de blog que lo hacen con más acierto y de ciertos temas es imposible escribir nada nuevo. Ahora bien, como soy de ánimo contradictorio y a riesgo de repetirme (firmaría hasta la última coma del reciente post de Carlospu), hoy quiero hablarles de Cataluña. Sí, yo también.

Plantaré solo una idea sobre todo lo ya tertulianizado: es el momento de la mayoría silenciosa. Y no, no me refiero a los incontables catalanes oprimidos por el pérfido auge del secesionismo. Los habrá, pero ni son todos silenciosos y está por demostrar que sean mayoritarios.

Me refiero a nosotros. A los que vivimos al oeste del Ebro. A los españoles o si se prefiere a los ciudadanos del resto del Estado español. Es hora de que tomemos la palabra y suplamos la notable incapacidad de nuestro gobierno para ofrecer razones a los catalanes por las que merece la pena seguir compartiendo un proyecto de país.

Hemos estado callados demasiado tiempo. Nos hemos dejado arrebatar la voz. Nos toca mover ficha y demostrar que, más allá de amenazarles con "males mayores" y de atizarles con la ley en la cabeza, queremos que sigan siendo nuestros conciudadanos. Que nos asisten numerosas razones para convencerlos de que sus intereses y los nuestros están bastante alineados. Que esta separación a las bravas nos perjudicaría a todos por igual.

Porque yo también estoy harto de que se hable en mi nombre. De que se me asigne el papel de facha mal curado. De que se me retrate como un ignorante, un retrógrado, un castellano rancio. De escuchar que somos todos fanáticos intolerantes, de baja calidad democrática, incapaces de reconocer una realidad plurinacional obvia.

Quiero y admiro a Cataluña. A mi manera áspera, de la misma forma que quiero a Canarias. Y quizá, solo quizá, haya más gente como yo por ahí. Y quizá, solo quizá, seamos la mayoría.