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La medalla del respeto y la pulsera del turno

Publicado el 07 agosto 2014 por Mamadverdad

La medalla del respeto y la pulsera del turnoComo ya sabéis tengo un reto, no gritar más. Reto en el que voy de la  mano de Ilda y su blog El rinconcito de mamy, quienes hemos formado un grupo de Facebook  En casa ya no se grita al que te puedes unir si crees que la situación con tus hijos está descontrolada y quieres compartirlo con nosotras y otras mamis que ya están en él.
Para que la cosa siga bien, porque he de decir que lo llevo mucho mejor de lo que creía os voy a explicar lo que últimamente utilizo en casa como truquillo para no descontrolarme.Con ayuda de los niños hemos hecho la medalla al respeto y la pulsera del turno.
La medalla del respeto y la pulsera del turnoLa medalla del respeto se gana con 5 puntos, tanto los niños, como yo. Yo les puedo dar puntos a ellos o quitarles y ellos a mí también. Estamos todos al mismo nivel. El que consiga los 5 puntos tiene la medalla esa noche.Claro, esto al principio era un problema. Mis hijos se mueren de la envidia el uno con el otro, así que tuve que hacer 2 medallas e intentar que si uno conseguía los 5 puntos el otro también. Más que nada para evitar conflictos y situaciones de estrés que podían acabar mal. Así que, hice un poco de trampa. Ellos reaccionan muy bien. Saben que a mí también me pueden dar puntos y eso les anima y les gusta. Cuando hay alguna situación de descontrol les recuerdo lo de los puntos y la medalla y casi siempre la cosa acaba bien. A veces no y hay que quitar puntos pero les hace entender cuando esta bien y cuando mal.Una de las situaciones que también me estresa y me hace perder los nervios, es cuando estoy haciendo algo y los dos me piden su atención a la vez. Mamá quiero un zumo, mamá ven, mamá que quiero merendar, mamá que no me haces caso.... Para esto hice la pulsera del turno. Cuando se ponen en ese plan, que además lo hacen con mucha exigencia, les digo que necesitan su pulsera del turno para que yo pueda atenderles. Al principio lo típico, se peleaban por la pulsera y creía que no había soluciando nada, pero después de 3 o 4 veces la cosa empezó a funcionar. Cuando llega un momento así, les recuerdo que necesitan la pulsera y se la van cambiando para hablar. Como para ellos es un juego, se relajan y el momento ya no es de tanta tensión y exigencia.
Poquito a poco las cosas van mejorando. Me podéis contar lo que vosotros hacéis con vuestros peques, toda ayuda es poca.
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