Es muy simpático lo que me ha pasado en varias ocasiones en algún restaurante. Estando en pleno consumo de mi comida, ha llegado una persona a la mesa vecina; hace su pedido y espera que le sirvan.
En cuestión de minutos está pidiendo la cuenta y sus platos están vacíos; yo apenas voy en la mitad.
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He hecho esta introducción, solo para dibujar a una persona que puede comer casi sin masticar los alimentos y esto nos da tema para hablar del aparato digestivo y su funcionamiento.
Cuando entendemos cómo funciona nuestro aparato digestivo, es más fácil para nosotros entender las recomendaciones que nos hacen los tratados de medicina Natural y también los médicos.
La masticación de los alimentos debe hacerse hasta que el bocado que hemos ingerido esté totalmente ensalivado y homogéneo.
Cuál es la razón de esto? La razón es que las encimas de la saliva hacen el primer paso de la digestión de los almidones; la masticación tritura el alimento y lo hace más fácil de pasar por el esófago y además extrae el aire extra del cual se componen y de esa manera evita los síntomas incómodos como los eruptos.
La digestión se inicia en el estómago con los jugos gástricos. Una vez se ha terminado el proceso gástrico, el estómago debe desocuparse. Los almidones y los carbohidratos tiene un proceso rápido, pero el proceso de las grasas y las proteínas es más lento.
En este tiempo las harinas producen gases que son causantes de la indigestión. De ahí que es recomendable no mezclar las harinas con las proteínas.
Aquí entra una observación que poco atendemos. Las bebidas deben estar separadas de las comidas por diferentes situaciones:
Primero, cuando terminamos de comer, se supone que el estómago está lleno y los líquidos podrían sobrepasar la capacidad gástrica y causar reflujo. Otra es que los líquidos dificultan el trabajo de los ácidos gástricos y dependiendo de qué tipo de líquido se ingiere, se cambia el PH necesario para un buen funcionamiento del estómago. Y es peor si ese líquido es una bebida gaseosa, porque lógicamente ésta produce más gases y distención.
Cuando ha terminado el proceso gástrico, los alimentos están listos para ser absorbidos por el torrente sanguíneo.
Ha sentido usted alguna vez irritaciones de la garganta? o una tos crónica? o sequedad en la boca? o mal sabor bucal? Pues esto puede ser producido por el reflujo gastroesofágico que no es otra cosa que la devolución de los líquidos del estómago hacia el esófago y la laringe, lo cual produce inflamaciones crónicas.
Estas son algunas recomendaciones que podemos dar para ayudar a una buena digestión.
- Aprender a comer más despacio, con pausa.
- Obviamente masticar mejor los alimentos.
- Fraccionar las comidas. Quiere decir… comer menos cantidad, pero más veces en el día.
- No consumir bebidas inmediatamente después de las comidas, especialmente bebidas con gas.
- Hacer un pequeño ejercicio después de comer y no acostarnos sino después de 2 horas de la última comida.
Siguiendo estas recomendaciones, tendremos asegurada una excelente digestión.
Recuerden que la Medicina casera es prevención y el propósito de este artículo es prevenir muchas enfermedades gastricas, como las del hígado, del páncreas y sobre todo las del colon.
Ha sido un placer escribir para tí.
Recibe mi saludo.
Luis Arteaga