Lo que sí debemos incluir sin falta, es el ejercicio moderado, la comida saludable y los buenos hábitos de vida.
Eso no quiere decir que no podemos utilizar preparados con estas plantas medicinales como complemento y ayuda para nuestro mal.

HIPERLIPIDEMIAS.
Los Lípidos sanguíneos son formados por las diferentes formas del colesterol y por los triglicéridos.
Las lipoproteínas de baja densidad y las de muy baja densidad, son conocidas como el colesterol malo y son alimentadas por el consumo de grasas de origen animal como los fritos, los embutidos y las vísceras.
En cambio, las lipoproteínas de alta densidad, son las que se denominan el colesterol bueno, las cuales son alimentadas por los aceites vegetales, el pescado de mar y por el ejercicio.
Todas estas lipoproteínas hacen parte del colesterol total y ambas son las que determinan la salud de nuestras arterias.
Los triglicéridos son los lípidos sanguíneos y se engordan con las harinas, los azúcares y el consumo de alcohol.
El tratamiento de las hiperlipidémias va de la mano con el ejercicio y una dieta saludable. Se debe observar que es posible que se presenten alteraciones metabólicas en las que el hígado produce más de algún lípido y se debe analizar cuál o cuáles de los alimentos generan esta superproducción y eliminarlos de la respectiva dieta hasta que los niveles estén normales.
Aquí les comparto la fórmula de un preparado que nos puede ayudar a mantener el nivel de los triglicéridos aceptable.
Ingredientes.
- 10 dientes de ajo.
- 200 gramos de cebolla cabezona.
- 100 gramos de hojas de alcachofa
- 1/2 litro de vinagre de manzana
Preparación
Debemos picar todos los ingredientes y echarlos en el vinagre. Dejamos reposar esta mezcla durante 2 semanas, agitando todos los días.
A las 2 semanas lo colamos con un filtro de café y guardamos el líquido en un frasco de vidrio con tapa, ojalá de color ámbar.
Dosis.
Tomar una cucharada 2 veces al día durante mínimo un mes.
Conclusión.
Si queremos un sistema circulatorio saludable, la norma es la prevención. Tenemos 2 opciones: Empezar desde ya a prevenir aunque estemos jóvenes, o esperar el primer infarto o la primera angina de pecho. Aquí estamos en democracia y cada cual puede escoger libremente.
Fue un placer escribir para tí.
Luis Arteaga