Sobre el "misterio de la Trinidad en la Unidad".
Partiendo del texto, intentaré mostrar que la dificultad que encuentran las palabras humanas al expresar ese misterio no es mayor que la que sentimos cuando queremos expresar en palabras humanas incluso esas cosas de la tierra de las que tenemos experiencia real, y cuya existencia no podemos negar porque las vemos a diario. Así que lo que nos toca a los hombres es usar de los misterios de la religión como hizo David: sencillamente, como un medio para imprimir en nuestro espíritu la grandeza inescrutable de Dios Todopoderoso. Los misterios de la religión se miden por cómo los soberbios intentan conciliarlos con su propia capacidad de comprensión, y por cómo los humildes los concilian con el poder de Dios. El humilde glorifica a Dios por ellos, el soberbio se levanta a sí mismo contra ellos.
[Beato] John Henry Newman Sermones parroquiales /4, Encuentro, Madrid, 2010, traducción de Víctor Garcia Ruiz, p. 298-99 Gracias a "En Compostela".