En las enseñanzas del Buda al hablar de meditación se habla de bhavana, que significa "cultivo" o "desarrollo". Se identifica con precisión como el cultivar y desarrollar las propias capacidades psicomentales para superar la insatisfactoriedad de las circunstancias internas y externas que son consecuencia de una expectativa basada en una percepción erronea e incorrecta de la realidad. Este cultivo o desarrollo tiene esencialmente por objeto corregir esa percepción erronea e incorrecta, y su práctica comprende dos grandes ramas denominadas respectivamente Samatha y Vipassana.
Las meditaciones budistas dan una forma de trabajar en la mente usando la mente: permitiendo incrementar la capacidad de conciencia y positividad, que a su vez se puede usar para ver la naturaleza de las cosas como realmente son. A pesar de que meditación es una palabra que se utiliza a menudo de una manera coloquial en Occidente no es extraño que existan malentendidos al respecto.
Posibles malos entendidos de la meditación
Hay varios posibles malos entendidos de lo que es la meditación: uno de ellos es pensar que la meditación es tan solo un tipo de relajación. Otro puede ser que la meditación es un estado de trance. Por otro lado a veces se piensa que la meditación es un agradable viaje lejos de la realidad o que la meditación es una forma de autohipnosis, incluso se afirma que la meditación es poner la mente en blanco.
Es cierto que la meditación es un antídoto poderoso contra la tensión, pero este beneficio es secundario y no su objetivo principal. La meditación así mismo no es un trance ni un estado hipnótico en el que se pone la mente en blanco. La meditación es una forma de conciencia más amplia en la que se eleva a nuevas alturas y no una forma de reducirla a un estado semiconsciente.
Otro error común acerca de la meditación es identificarla como una técnica en particular. Obviamente el igualar cualquiera de esas técnicas de meditación con la meditación en su totalidad significa adoptar un criterio restrictivo. La meditación es esencialmente un estado de ser, o más bien varios estados de ser y conciencia relacionados. No hay una forma de lograr este estado que sea la “correcta”. Aunque algunas técnicas de meditación resultan muy eficaces para ciertas personas, en ciertos niveles de su desarrollo, no se debería de identificar a la meditación con ninguna de estas específicas técnicas.
Las muchas técnicas de meditación budista pueden dividirse en dos grupos principales dentro de su propósito progresivo. Estas son las técnicas que se agrupan con el término Samatha, una palabra sánscrita que aproximadamente significa ‘paz’ o ‘tranquilidad’, y las técnicas que se agrupan con el término Vipassana o técnicas para alcanzar ‘visión clara’, ‘percatación’ o ‘discernimiento’.
MEDITACIÓN
Samatha (calma)
Vipassana (introspección)
Samatha es sinónimo de calma mental y tranquilidad y Vipassana de conocimiento directo, intuición.
Se considera que los métodos derivados de Samatha sirven normalmente para preceder y preparar las meditaciones Vipassana.
Vipassana es una técnica de auto-discernimiento basada en la observación de la mente y la materia y sus aspectos de impermanencia, insatisfacción y falta de una esencia inherente e independiente o "yo".
Entonces el practicante entra en un sendero en el que la vida se muestra ante sus ojos tal cual es, se halla a sí mismo y comienza a desarrollar paz verdadera.Samatha, "meditación de la serenidad" como se le llame, persigue la realización de estados de conciencia que se caracterizan por un grado cada vez más elevado, gradual y progresivo de serenidad, calma, sosiego y tranquilidad de la mente.
Dos métodos tradicionales de meditación Samatha
La mayoría de las técnicas de meditación Samatha utilizan un objeto de concentración, que puede ser el proceso de la respiración, un disco de color, la llama de una vela, incluso un mantra o una emoción positiva tal como el amor Universal. De todos éstos diferentes objetos probablemente el que más se usa es la respiración. Esta práctica, generalmente conocida como “el seguimiento de la respiración”, es descrita por el Buda con detalle en los escritos tempranos y se usa, con variaciones, en la mayoría de las escuelas budistas. Otra práctica de meditación Samatha es el “desarrollo del amor Universal”, en la que el meditador genera un poderoso sentimiento de amor Universal hacia sí mismo y hacia otros, usando este sentimiento como el objeto de concentración.
Estas dos técnicas de meditación nos proporcionan una forma directa de trabajar en nuestra persona y de cultivar dos cualidades de central importancia para el desarrollo meditacional: la concentración y la sensitividad.
El seguimiento de la respiración
El seguimiento de la respiración permite desarrollar un nivel de concentración que raramente se experimenta en nuestra vida normal; para muchos después de hacer esta meditación es una revelación sentirse tan conscientes. La conciencia que se desarrolla en la meditación empezará a tener un efecto en nuestros estados mentales de todos los días, dando más claridad y más espacio en nuestra vida, con una nueva libertad para actuar de una forma más creativa.
Desarrollo de amor Universal
La práctica del desarrollo del “amor Universal” proporciona una forma directa de trabajar con las emociones, incrementando la autoestima y el cariño por otras personas. Muchas personas que hacen esta práctica por primera vez se sorprenden al ver que es posible sentir emociones tan positivas e intensas. Si los efectos de la meditación se refuerzan con un comportamiento ético, estos sentimientos pronto empezarán a extenderse a toda nuestra vida, donde parecerá tener un efecto casi “mágico”, mejorando nuestras relaciones interpersonales y a través de ellas, toda nuestra vida.
La mente del ser humano está empañada, hay muchas impurezas, trabas, engaños, e impedimentos en la mente, que la visión que surge de la misma es inevitablemente condicionada y, por lo tanto, distorsiona aquello que ve y percibe. Lo visto no es apreciado como tal y mucho menos en su modo final de ser. Lo visto es falseado por una percepción turbia, la interpretación y la imaginación. Los condicionamientos de la mente perturban la percepción, oscurecen la visión y traban la comprensión real. Una visión oscurecida encadena en lugar de liberar y retroalimenta en la mente las llamadas tres raíces de lo perverso: avidez (lobha), odio (dosa) y ofuscación (moha), impidiendo que se desplieguen las tres raíces de lo provechoso: no-avidez o desprendimiento (alobha), no-odio o amor y compasión (adosa), y sabiduría o claridad (amoha).
Niveles de profundidad en la meditación Samatha
Todas las técnicas Samatha tienen el objeto de inducir estados de concentración, unificando en la conciencia partes de nuestro ser de una manera armoniosa, tranquila y clara. Si estamos llevando una vida ética en un ambiente favorable, que fomenta la satisfacción y las emociones positivas, cuando se medita se llega a transformar el vagabundeo mental que hay en la cabeza para dar lugar a sentimientos agradables de ligereza, quietud y tranquilidad. Empezarán a disolverse los conflictos internos, reemplazando los elementos inquietos y egoístas por perspectivas mas amplias y objetivas. Al desarrollar estados meditativos puede que se experimenten olas de gozo, que parecen surgir de las profundidades de aquel que medita; en algunas personas estas olas serán tan fuertes que producirán profundos y agradables escalofríos. Por otra parte, uno se saturará de emociones cálidas, de tal forma que se fundirá la parte emocional y la parte mental en una sola facultad, experimentándose todo con una nueva luz, más clara y brillante. Los meditadores más experimentados pueden alcanzar estados aún más profundos, hasta llegar a niveles de inspiración en los que se disuelven los límites normales entre uno y el resto del mundo. Entonces pueden surgir en algunas personas los denominados poderes sobrenaturales, tales como la capacidad de ejercer un efecto benevolente en la experiencia de otros.
No cabe duda que todo esto es sublime y es algo que puede estar al alcance de cualquier meditador regular. Sin embargo la meditación no siempre es así. En algunas ocasiones el meditador pasará por periodos en que meditar significa batallar con una mente llena de deseo insatisfecho, ira o conflicto. En estas ocasiones la meditación representa una tarea ardua. Sin embargo, aún cuando se experimentan dificultades, la meditación es un trabajo realmente útil debido a que nos permite tener un control gradual de estados mentales torpes, tanto en las sesiones de meditación como en el resto del día.
A pesar de que la meditación Samatha es una preparación para la práctica Vipassana, debe estar claro que no es algo simplemente preliminar. No es algo que tengamos que llevar a cabo a prisa para poder así empezar con el trabajo auténtico. Aunque no existiera la meditación Vipassana, todavía sería muy útil la meditación Samatha, ya que aún cuando puede ser ardua lleva a elevar los estados mentales dando al meditador calma y positividad. La meditación Samatha, en el mejor de los casos, es profundamente placentera y puede tener efectos muy grandes, dándole a nuestra experiencia de vida una perspectiva más amplia, clara y brillante.
Comprende dos factores: la consecución de un máximo grado de concentración mental y el apaciguamiento de los procesos psicomentales. Esto se realiza mediante una concentración progresiva de la atención en la que la mente, replegándose sobre sí misma, va excluyendo todos los estímulos sensoriales y los procesos mentales de la consciencia.
En la meditación Samatha se distinguen ocho grados progresivos de abstracción o absorción mental, llamados Jhanas, que en pali significa literalmente "meditaciones" o "contemplaciones".
Vipassana está compuesta del prefijo vi, "varias", y passana, "ver"; significa literalmente, "ver del todo", "ver a la perfección", o ver las cosas integralmente, cabalmente, tal y como son. Vipassana nos lleva a la percepción de las tres características de todos los fenómenos: impermanencia (anicca), insatisfactoriedad (dukkha), e insustancialidad (anatta). Vipassana a diferencia de la meditación de tranquilidad (samatha) conduce a la penetración de estas tres características de todos los fenómenos, a la verdadera característica del mundo condicionado y al Nirvana
La Meditación Samatha
La meditación Samatha calma la mente y orienta el sentido de la conciencia, fomenta las emociones positivas y expande nuestra perspectiva. Esta forma de meditación es una preparación esencial para las técnicas Vipassana o de visión clara, que son más avanzadas; sin esta base Samatha es muy poco probable que surja la visión clara; que es el objetivo de la meditación Vipassana.
Nuestro estado mental normal se encuentra dividido y a veces muy poco concentrado, afectado por emociones negativas y limitado por sus puntos de vista; por lo tanto en este estado no es posible percibir las cosas como realmente son.
Nuestro nivel de conciencia normal puede compararse con una mala linterna, que produce una luz difusa al tener las pilas gastadas. Por lo tanto no nos sirve para alumbrar en la oscuridad. El objetivo de la meditación Samatha podría verse como el concentrar la luz y recargar las pilas, de tal manera que podamos ver claramente. O, si usamos una analogía budista más tradicional: nuestro estado mental normal podría compararse con agua turbulenta y llena de lodo, tan contaminada por la suciedad que no deja pasar la luz. La meditación Samatha calma la turbulencia de la mente y permite que se asiente el lodo, de tal forma que el agua alcance transparencia, brillantez y claridad.
Sufrimiento significa ir en círculo innecesariamente, buscando algo que nunca puede ser hallado. Entonces, en vez de buscar algo que nunca puede ser hallado, uno finalmente recobra su sentido tras darse cuenta que lo que está buscando no se halla en ningún sitio, sino dentro de sí mismo. Es uno mismo al que se está buscando. Uno no está buscando nada en ningún sitio. Es la esencia de uno mismo, el potencial de uno mismo lo que se está buscando. +
Tai Situpa Rinpoche
El oscurecimiento mental aviva los autoengaños, las tensiones, los venenos y los obstáculos mentales. Una mente en estas condiciones no es provechosa ni para la vida cotidiana ni para la búsqueda de lo incondicionado, se anega en sus propias contradicciones sin conciliar, y una mente así ve lo permanente donde sólo hay transitoriedad, lo sustancial en lo insustancial y lo placentero en lo insatisfactorio. Es una mente incapacitada para ver, captar y comprender cómo surgen y se desvanecen los fenómenos existenciales. Se extravía en las dualidades y se instala en los impedimentos mentales como: la ilusión de un ego permanente, la duda escéptica, el apego a los ritos, la malevolencia, la concupiscencia y otros.Porque la mente no dispone de una visión clara, no es capaz de captar las tres características de la existencia, esas características básicas de todos los fenómenos según las enseñanzas del Buda: la insatisfacción o sufrimiento en su más amplio sentido (dolor, pena, aflicción, tribulación, etcétera), la impermanencia o transitoriedad, y la insustancialidad o ausencia de una entidad permanente o estable. En el universo de lo condicionado todos los fenómenos, según apreció el Buda, son insatisfactorios, impermanentes y sin entidad. La sabiduría liberadora, capaz de poner término al sufrimiento, sólo puede emerger desde la pureza de la mente, que permite apreciar las cosas tal y como son, sin enmascararse con juicios y prejuicios, condicionamientos, e interpretaciones u opiniones.
En el Sayutta Nikaya, el Buda dice:
"No hay fenómeno, ni sensación, ni percepción, ni actividad mental ni especie ninguna de conciencia, que sean permanentes, estables, eternos e inmutables. En esto concuerdan todos los sabios del mundo y esto es lo que yo también enseño."
En el Sayutta Nikaya, el Buda dice:
"No hay fenómeno, ni sensación, ni percepción, ni actividad mental ni especie ninguna de conciencia, que sean permanentes, estables, eternos e inmutables. En esto concuerdan todos los sabios del mundo y esto es lo que yo también enseño."
En el Aguttara Nikaya el Buda dice:
"Tanto si hay en el mundo Perfectos como si no los hay, los hechos son incontrovertibles y la ley de causa y efecto es siempre la misma: todo lo constituido es impermanente, todo lo constituido entraña sufrimiento, todo es sin entidad. Es decir, que todos los fenómenos materiales, todas las sensaciones, todas las percepciones, todas las actividades mentales, todo lo que constituye la conciencia, todo es impermanente, todo entraña sufrimiento, nada tiene entidad."
La práctica de meditación de la visión cabal Vipassana produce un cambio radical en nuestra vida privada y en nuestra manera de vernos a nosotros mismos y a los demás. Se convierte en la herramienta idónea para despertar nuestra mente y liberarla de contaminaciones.
La meditación Vipassana disuelve y al final elimina la tensión, la frustración y el sufrimiento que contaminan y oscurecen nuestras vidas. Su práctica despeja la mente de contaminantes y va paso a paso aumentando las condiciones para una completa salud mental, restituyendo así en nosotros el amor por todos los seres vivientes. De manera directa y simple, la técnica se orienta a observar la actividad mental en forma natural, sin reacción, sin juicio y sin apego a nada, con Atención Plena y Comprensión Clara de lo que está sucediendo en el presente. Vipassana nos muestra el arte de vivir momento a momento.
Durante el proceso no se elimina ninguna actitud mental que surja en la conciencia; los fenómenos físicos y mentales se observan tal cual son en su propia naturaleza, a diferencia de como reaccionaríamos en nuestra vida diaria. Realizada con esfuerzo pero de manera suave y gentil, la práctica nos lleva paso a paso a aclarar el funcionamiento de los procesos de nuestra mente, surgiendo en ella de manera espontánea el conocimiento.
Vipassana nos enseña a ver cómo somos y cómo podríamos llegar a ser. Es la luz que ayuda a iluminar la sima profunda y oscura de nuestra ignorancia; la barca segura para cruzar de la orilla de la ilusión a la de la realidad; puente hacia la última verdad que es la única que nos proporciona el verdadero consuelo.
La meditación Samatha busca la paz mundana siguiendo las jhanas y tiene al mundo de Brahma como su último y más alto destino.
La meditación Vipassana persigue una paz supramundana, que es la paz que está libre de este mundo y tiene al Nirvana como su más alto destino/objetivo.
La meditación Samatha toma un concepto (paññatti) como objeto de meditación; esto es, toma como objeto de meditación a las cosas que el mundo supone y etiqueta como "es esto o aquello", tal como las 10 kasinas por ejemplo. En contraste, la meditación Vipassana toma la última realidad (paramattha) como su objeto de meditación; esto es, se concentra en rupa y nama (cuerpo y mente) o los 5 agregados, que son verdaderos y reales.
Al practicar la meditación Samatha, uno necesita considerar el temperamento predominante de uno mismo.
Por ejemplo:
aquellos que tienen un temperamento predominante lujurioso (raga-carita) deben desarrollar la meditación en la totalidad de su cuerpo (asubha). aquellos con un temperamento predominante de odio (dosa-carita) deben desarrollar la meditación de amor-amistad (metta).
aquellos con un temperamento predominante frustrado (moha-carita) deben desarrollar la atención en la respiración.
aquellos con un temperamento predominante fiel (saddha-carita) deben reunir las virtudes del Buda.
En cambio, la meditación Vipassana, es conveniente para todo tipo de individuos, independientemente de su temperamento.
La meditación Samatha sólo puede purificar la mente de manera temporal, en cambio la meditación Vipassana puede purificarla permanentemente.
La meditación Samatha no es capaz de guiar a sus practicantes a la realización y el Nirvana, pero sí puede guiarlos a la obtención de poderes supernaturales mundanos (lokiya abhiñña), como el iddhividhi (la habilidad de desarrollar poderes psíquicos, volar, caminar sobre las aguas, volverse invisible, acortar distancias y sumergirse en la tierra), el oído divino, el ojo divino, la habilidad para leer las mentes de otros (cetopariyañana), y la habilidad para poder recordar vidas pasadas (pubbenivasanussati-ñana).
La meditación Vipassana no se orienta a la obtención de estos poderes supernaturales mundanos, y si puede guiar a sus practicantes a la realización y al Nirvana.
¿Qué es la Atención Completa en el Cuerpo?
La Atención Completa en el Cuerpo es el proceso de contemplar atentamente las diversas condiciones que surgen en todo el cuerpo o Rupa Khandha , el agregado físico.
La Atención Completa en el Cuerpo Fisico, notar atentamente durante la Meditación los movimientos naturales del abdomen, mientras se respira normalmente, los latidos del corazon y demas actividades fisicas. Los sentidos que son 6, "Ayatana" el ojo, el oído, el olfato, el gusto, el tacto y la mente deben de ser notadas, como: Viendo, oyendo, oliendo, saboreando, tocando, o pensando.
La Atención Completa del Cuerpo Astral y Mental, como ser los estados de animo y emosiones que surjen y se entremesclan, eso es kama-mana, formas (astrales-mentales), ejemplo; surje la emosion del miedo en la meditacion y el pensamiento le acompaña y le hace mas real y fuerte, y lo esplica incorrectamente atando y distrayendo.
La solucion es darce cuenta que esos pensamientos-emosiones no son parte de uno, verlos desde el plano del OBSERVADOR, como sentados en la vereda de enfrente y dejarlos fluir, porque "YO NO SOY ESE TEMOR", esa emosion, ese pensamiento.
Lo Esencial de la Práctica
Es la función de Sati el observar, reconocer y estar consciente de lo que surge en el momento presente.
El proceso de hacer anotaciones mentales previene a los estados mentales negativos de surgir.
Sati le da forma y soporte a la Concentración Momentánea y con reconocimientos continuos obstruye a los estados insanos de entrar en la mente. +