Revista Coaching

La meditacion no es eso

Por Solelkartea @asociacionsol
Mitos y diferentes concepciones sobre la meditación

Foto: Bianca Polak. Flickr: whitecat sg

Hay una serie de mitos bien arraigados a la hora de acercarse a la meditación. Podemos observar como de forma similar otras prácticas de conocimiento interior ( entre las más extendidas podemos citar el yoga o el taichí) se han distorsionado al llegar a occidente, perdiendo su esencia y quedándose en una mera practica para la identificación con una serie de ideas esotéricas y/o elevación de la autoestima de sus participantes y/o instructores. Con esto no queremos decir que cualquiera que medite o que practique yoga lo esté haciendo mal ya que cada uno tiene sus formas de adaptar la práctica y puede que realmente le esté siendo útil en la búsqueda de si mismo. Tan solo estamos hablando de una tendencia bastante extendida a la hora de asimilar prácticas que en lugar de propiciar la liberación personal no hacen más que apuntalar el modus vivendi egoíco, ya sea a la manera esotérica, oriental o como mejor le convenga  a la mente para seguir perpetuándose a si misma y no profundizar en la comprensión de lo que realmente se es.

En lo que atañe a la meditación podemos observar 2 patrones que se repiten a la hora de, por lo menos, pre-entender lo que esta práctica significa:

  • La meditación como un sistema para alcanzar la relajación. Si bien despejar nuestra mente del incesante acontecer de pensamientos a buen seguro nos podría proporcionar un estado de relajación optimo, debemos aclarar que este no es el fin ultimo de la meditación. De echo, es mas que probable que a los iniciados en la practica no les resulte nada relajante posar la atención sobre sus propios pensamientos, los cuales son la fuente de gran parte de nuestra inquietud. A menudo el empezar a meditar (sobre todo si hay problemas emocionales sin resolver o que están en plena ebullición) puede resultar siendo un problema más, en cuyo caso puede ser más interesante poner orden en cosas cotidianas que estén a nuestro alcance y comprensión. Hay que recordar que los distintos estados meditativos pueden provocar alteraciones en el sistema nervioso y esto a su vez puede ocasionar vivenciarlos cual situación mundana conocida que implique actividad frenética. Por ejemplo, montarse en una montaña rusa se suele vivenciar de forma excitada, de tal forma que uno con frecuencia pone la atención sobre esta acción sin tener tiempo para disociarse en sus pensamientos. De la misma manera entrar en estados profundos de meditación interior pueden vivenciarse de manera intensa sin que uno este absolutamente relajado, y a su vez, no tener pensamientos en su interior. Hoy en día existen diferentes practicas denominadas así mismas como meditación que buscan la relajación y hasta la consiguen de forma efectiva, pero no debemos olvidar que la meditación como tal estriba en la pura atención sobre el presente, ya sea de forma exterior en el mundo o interior en cada uno de nosotros.
  •  La meditación como un sistema para alcanzar la “paz espiritual”. El estado de dicha o bienaventuranza no puede alcanzarse por puro deseo o voluntad; por mucho que meditemos o  que pongamos nuestra intención la meditación se dará si ha de darse. Hay muchas personas que llevan años meditando y no han conseguido transcender el estado de pensamiento, quizá porque su sistema nervioso no estaba preparado o tal vez por que había problemas de índole emocional que antes requerían un trabajo personal para el cual la psicoterapia u otras técnicas pueden ser mas apropiadas y resolutivas.

Animamos  a todas las personas que quieran saber lo qué es la meditación a que traten de descubrirlo por si mismas, tan solo con poner plena atención en todo lo que hacen y no dejándose llevar por ideas e ilusiones de cómo son las cosas sin antes haberlas experimentado

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