Construir buenas noticias es difícil, porque los cables no ayudan, los juzgados tampoco y mucho menos, el teléfono de prensa del Ministerio de Seguridad (donde salen la mayorías de los policiales). Es aún más difícil cuando se trata de iluminar el lado oscuro de nuestra realidad, siendo esa luz la buena noticia. Y el hecho de que las buenas noticias generalmente queden excluidas de las reuniones de blanco o de tapa complica aún la construcción de las mismas: todo queda en manos del periodista con iniciativas y entusiasmo en la profesión, que se traduce no sólo en informar la realidad sino que también en amar la realidad.
Ayer, Los Andes Online construyó un buen conjunto de historias de vida que yo lo hubiera titulado Por qué los animales son fieles compañeros. Entre las historias escritas por el periodista Federico Fayad aparece un final feliz para una de las tantas malas noticias que leímos hace un tiempo: la de Facha, el perro que en noviembre de 2010 le explotó un petardo en la boca. Tras ser operado varias veces, ahora el choco está sano y rodeado de cariño. Y también como lo dice el título de la nota, siendo un fiel compañero que da cariño y cosecha sonrisas.
La historia de Facha -ideal para comunicarlo con slide (fotos + audio) de lo que ocurrió en noviembre de 2010 hasta ahora- demuestra por qué el agradecimiento podría sumar nuevos y mejores lectores. Porque, como en este caso, al relatar historias de individuos o animales que sacan provecho de la adversidad (las malas noticias), se le está diciendo a los lectores que el para qué sirve vivir en medio de tan malas noticias.Apuntes de periodismo digital