Revista Cultura y Ocio

La mejor oración, según Teresa de Jesús

Por Maria Jose Pérez González @BlogTeresa

oats-947639_960_720Jerónimo Gracián fue confesor de Teresa de Jesús. Aunque ella le doblaba la edad, hizo voto de obedecerlo  y sujetarse a su parecer en todo. Sin embargo, encontramos en el epistolario teresiano muestras de que también Gracián le consultaba temas espirituales a la Madre, y le pedía consejo. Ofrecemos dos fragmentos de una carta, en respuesta al joven carmelita, que le había expresado su insatisfacción por la oración que en ese momento tenía. La santa le hace ver qué es para ella oración auténtica. En este texto, Teresa desgrana algunas de sus más valiosas enseñanzas sobre este tema. Con razón ha sido llamada “Maestra de espirituales”. Creo que no necesita más comentario.

Acabe ya de contentarse de su oración y no se le dé nada de obras del entendimiento cuando Dios le hiciere merced de otra suerte, que mucho me contenta lo que me escribe. El caso es que en estas cosas interiores de espíritu la que más acepta y acertada es, es la que deja mejores dejos; no digo luego al presente muchos deseos (que en esto, aunque es bueno, a las veces no son como nos los pinta nuestro amor propio); llamo dejos confirmados con obras, y que los deseos que tiene de la honra de Dios se parezcan en mirar por ella muy de veras y emplear su memoria y entendimiento en cómo le ha de agradar y mostrar más el amor que le tiene.

¡Oh!, que esta es la verdadera oración, y no unos gustos para nuestro gusto no más y, cuando se ofrece lo que he dicho, mucha flojedad y temores y sentimientos de si hay falta en nuestra estima. Yo no desearía otra oración sino la que me hiciese crecer las virtudes. Si es con grandes tentaciones y sequedades y tribulaciones y esto me dejase más humilde, esto tendría por buena oración; pues lo que más agradare a Dios tendría yo por más oración; que no se entiende que no ora el que padece, pues lo está ofreciendo a Dios, y muchas veces mucho más que el que se está quebrando la cabeza a sus solas y pensará, si ha estrujado algunas lágrimas, que aquello es la oración.

Carta de Teresa de Jesús al padre Jerónimo Gracián, en Sevilla, escrita en Toledo el  23 octubre 1576


Volver a la Portada de Logo Paperblog