La melatonina es una hormona que se encuentra en forma natural en el cuerpo. La melatonina que se usa como medicamento generalmente es sintetizada en el laboratorio. Se encuentra más comúnmente disponible en forma de tabletas, pero también se elaboran formas farmacéuticas para colocar entre las encías y la mejilla o bajo la lengua. Esto permite que la melatonina sea absorbida directamente por el cuerpo.
Comúnmente se utiliza para ajustar los ciclos de sueño/vigilia en las personas cuyo horario diario de trabajo cambia (trastorno de cambios de turnos de trabajo) y para ayudar a las personas ciegas a establecer un ciclo de día y de noche.
También se usa para el tratamiento de la incapacidad para conciliar el sueño (insomnio); para el síndrome de la fase retrasada de sueño, para el insomnio asociado con el trastorno de déficit de atención e hiperactividad; para el insomnio causado por un tipo de medicamentos llamados bloqueadores beta que se usan para la presión arterial alta; para problemas del sueño en los niños con problemas de desarrollo que incluyen el autismo, la parálisis cerebral y el retraso mental. También se utiliza como una ayuda para dormir después que se discontinúa el uso de los medicamentos llamados benzodiacepinas y para reducir los efectos secundarios que se pueden producir después de dejar de fumar.
Algunas personas usan melatonina para la enfermedad de Alzheimer, para el zumbido de oídos, la depresión, para el síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia, las migrañas y otros dolores de cabeza, para el síndrome del intestino irritable, para la pérdida de masa ósea (osteoporosis), para un trastorno del movimiento llamado disquinesia tardía, para la epilepsia y para el tratamiento de algunos de los efectos secundarios que ocurren al tratar el cáncer (quimioterapia).