“Les fusilaron a la entrada del cementerio y a pie de fosa. A ellos les traían de las cárceles, y a sus bebés e hijos, muertos de hambre y de metralla de las calles. Tras arrojarlos a las zanjas, pegados y amontonados para aprovechar el espacio, desparramaron cal viva y sepultaron bajo tierra los cadáveres. La lluvia, después, remató el trabajo, filtrándose hasta llegar a la cal, que hirvió y desfiguró las ropas, los rostros, la piel y los músculos.
El paso del tiempo, desde 1937, hizo el resto. De los 2.838 cadáveres recuperados en la fosa del cementerio de San Rafael (Málaga) -el mayor enterramiento común de la Guerra Civil y la posguerra excavado en España- aún se desconoce el sexo de 1.262, y sólo ha sido posible identificar con cierto grado de certeza a una persona. Se trata de Vicente Córdoba, un hombre de 1,57 metros de estatura. Fue asesinado con 37 años y trabajaba para un zapatero, según el informe final de la exhumación al que ha tenido acceso Público.”
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Un homenaje a la memoria realizado entre todos, sin protagonismos, pensando únicamente en las víctimas. Y el Partido Popular como uno más y arrimando el hombro. Algo que debería servir de ejemplo al resto del país y que debería ser difundido al máximo, porque demuestra a las claras que cuando existe voluntad sincera en este país se pueden hacer cosas y hacerlas bien.