Todo comenzó en la biblioteca de mi casa. Era el Google a la mano y de la época. La biblioteca estaba distribuida en el cuarto de tele. Teníamos varias enciclopedias que cuando llegaba el típico comercial chafa en la tv, volteaba a verlas, hojearlas…La de Cousteau era mi favorita por su contenido, fotos, historias, descubrimientos etc, pero había otra que no recuerdo el nombre que me marcó mucho más…
Desde chico amé los aviones…Y los posters…Uno de ellos era de la cabina del Concorde porque siempre quise ser piloto. Esta enciclopedia te presentaba todas las profesiones y daba todo un curso de la carrera que te interesara. Fue mi guía paso a paso para pilotear un avión…Pasaba horas jugando frente a mi poster de la cabina del Concorde con las bases básicas de vuelo que venían en la enciclopedia (Era mi “Flight Simulator” región 4 muuuchos años antes de que existiera el videojuego).
Algo que NO recordaba era que alguna vez fui al aeropuerto del D.F. para recibir (junto con mi escuela) al presidente francés Giscard Destaing en una visita oficial a México. No podría explicarles la emoción que fue para mi ver como entraba al hangar presidencial el dichoso avioncito…Cada martes o jueves escuchaba sus motores pasar sobre mi escuela en sus viajes a México…y no ponía atención a la clase…Mi infancia se me pasó soñando con el Concorde…y hoy casi lo olvido. Por cierto, gracias a esa enciclopedia no fui piloto ya que decía que tendrías que ser muy buen matemático para pilotear…y yo, por mis calificaciones, no era un buen candidato…
Crecí escuchando a todo volumen esta canción…y también, casi la olvido…el sonido del motor era lo mejor…