«El libro es un seguro de vida,
una pequeña anticipación de la inmortalidad»
La memoria vegetal reúne casi una veintena de textos varios —entre conferencias, opúsculos, ensayos, artículos especializados destinados a publicaciones académicas u otras emblemáticas del campo de la bibliofilia, como L’Esopo o Almanacco del Bibliofilo, o incluso pequeñas ficciones—, escritos entre finales de los años 80 y primeros años del nuevo siglo, hasta ahora inéditos en castellano.
El hilo conductor de todos ellos es sin duda el amor por el libro. La pasión por la perfecta e imperecedera tecnología de Gutenberg que el autor de El nombre de la rosa supo cultivar y contagiar a lo largo de toda su vida desde múltiples campos: la filosofía y la historia de las ideas, la semiótica y la lingüística, la historia de las artes y la cultura y, por supuesto, la crítica y la teoría literaria.
En su conjunto, estos textos misceláneos funcionan como una amena y reveladora summa del pensamiento de un bibliófilo confeso que ha dejado una profunda huella en la cultura de nuestro tiempo. Un postrero y póstumo regalo de Umberto Eco a sus lectores, preñado de agudas reflexiones o incluso visionarias anticipaciones sobre la era digital y el futuro del libro, que no está exento a su vez de la malicia y el agradecido sentido del humor que el autor de Apocalípticos e integrados solía gastar.
«Todo libro es una máquina de generar interpretaciones
y, por lo tanto, nuevos pensamientos»
El título de esta antología de textos inéditos remite a la brillante conferencia homónima dictada por Eco en la Biblioteca Nazionale Baridense de Milán el 23 de noviembre de 1991. Allí el piamontés discernía entre los tres tipos de memoria sobre la que se construye desde sus orígenes el gran edificio de la cultura humana. En primer término, la memoria orgánica o animal que remite al relato de los ancianos junto al fuego y a la tradición oral. Le sigue una memoria mineral grabada en la piedra gracias al surgimiento de la arquitectura y en tablillas de arcilla con el nacimiento de la escritura. Y, por último, nace una memoria vegetal, mucho más profunda, silenciosa y revolucionaria,
con el desarrollo del pergamino, el papel de trapo y fibras vegetales, hasta desembarcar en moderno papel de celulosa de madera, soporte universal del libro impreso.
Éste es un punto de partida sobre el que Eco traza un fascinante derrotero por la historia de la cultura y la sociedad a lomos de la letra impresa, a través del placer solitario y la pasión de todos aquellos que conservan y garantizan la pervivencia de esa inabarcable y viva memoria vegetal de la humanidad, en continuo diálogo, coleccionando libros.
¿Qué placer solitario persigue el bibliófilo en su trabajo de Sísifo, al acumular volúmenes y más volúmenes en su biblioteca? ¿Cuál es la diferencia entre un bibliófilo y un bibliómano, o incluso peor, un bibliocleptómano? ¿Qué peligrosa aberración contra natura presupone la destrucción de libros? ¿Merece la locura un lugar destacado en la historia de las rarezas librescas? ¿Y en la historia de la recepción crítica de las grandes obras? ¿Cómo se construye una biblioteca imaginaria? ¿La bibliofilia está condenada a su fin? ¿Cuál es el futuro del libro y de la letra impresa?
Éstas son solo algunas de las preguntas que plantea y explora el autor de Lector in fábula. Y aunque en muchas ocasiones no arribe a más certeza que al asombro —el mismo que experimenta un niño al abrir un libro por primera vez—, por el camino Eco va dejando caer generosas migajas, como si de Hansel y Gretel se tratara, perdido en la borgeana biblioteca de Babel. Migajas que son un puñado de fructíferas y reveladoras ideas, detalladas algunas de ellas a continuación.
Sin duda La memoria vegetal es una obra apasionante e imprescindible para todos los obstinados bibliófilos. Incluso para aquellos que aún no saben que lo serán tras la lectura de este libro.
Lee y disfruta de un fragmento del libro.
El autor:
La obra de Umberto Eco (Alessandria,1932 – Milán, 2016) ha sido fundamental para entender la historia del siglo XX y de nuestros días. Durante mucho tiempo se dedicó a la enseñanza en la universidad, y sus ensayos son textos de consulta obligada en las universidades de todo el mundo. Entre sus ensayos más importantes publicados en castellano figuran: Obra abierta, Apocalípticos e integrados, La estructura ausente, Tratado de semiótica general, Lector in fabula, Semiótica y filosofía del lenguaje, Los límites de la interpretación, Las poéticas de Joyce, Segundo diario mínimo, El superhombre de masas, Seis paseos por los bosques narrativos, Arte y belleza en la estética medieval, Sobre literatura, Historia de la belleza, Historia de la fealdad, A paso de cangrejo, Decir casi lo mismo, Confesiones de un joven novelista y Construir al enemigo.
Hace más de treinta años hizo su entrada triunfal en el mundo de la ficción con El nombre de la rosa, una novela que lo convirtió en un autor apreciado no solo por la crítica, sino también por el gran público. A este primer éxito siguieron El péndulo de Foucault, La isla del día de antes, Baudolino, La misteriosa llama de la reina Loana, El cementerio de Praga, Número Cero. Tras su muerte, el 19 de febrero de 2016, Lumen ha publicado sus libros inéditos De la estupidez a la locura -la obra póstuma que el autor había entregado a imprenta pocos días antes-, A hombros de gigantes y La memoria vegetal, y los ensayos contenidos en Contra el fascismo, Migración e intolerancia y Cómo viajar con un salmón.
El libro:
La memoria vegetal (título original: La memoria vegetale e altri scritti di bibliofilia, 2006) ha sido publicado por la Editorial Lumen en su Colección Ensayo. traducción de Helena Lozano Miralles. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 272 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo un vídeo con una entrevista a Umberto Eco: Siempre estuve narrando.
Para saber más:
http://umbertoeco.it/
Umberto Eco en Wikipedia.