miércoles, febrero 12, 2014
SquadraEterna
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"Antes las chicas que decidían jugar al fútbol eran muy criticadas, como si fuera algo surrealista. El machismo y el prejucio eran mucho mayor"
Un año más, otra gala, otra nominación y de nuevo recompensado su trabajo
a lo largo del curso, esta vez no pudo volver a presumir de premio, ese
codiciado Balón de Oro y los focos se fueron para otro lado, incluso así, nadie tiene más en sus vitrinas. ¿Messi? Podría ser, pero no. Hablamos de Marta Vieira da Silva, la menina de oro.
Esta brasileña, cerca de cumplir los 28 años, es ya toda un
leyenda y no solo por la multitud de premios que atesora o los títulos
conseguidos en diferentes ligas, sino también por abrir el camino para que
muchas chicas tanto en Brasil como en el resto del mundo puedan disfrutar del
deporte rey.
Y es que Marta no lo tuvo nada fácil, sus comienzos, al igual
que el de muchos de sus compatriotas, mezclan la pobreza con los problemas familiares. Junto a la
oposición de una sociedad que veía en la práctica del fútbol algo poco femenino, se unía la que mantenía con sus hermanos mayores, contrarios a que jugara
con los demás niños, tal y como ella misma cuenta: “me perseguían para evitarlo” aunque
eso sí, pocas veces podían cogerla, ya que si por algo siempre ha destacado es por su velocidad.
Una vez saltadas dichas barreras y con el pleno convencimiento
de que el fútbol seria el camino para ayudar a su familia, Marta, con solo 14
años y tras una largo viaje de tres días desde su ciudad natal, en pleno Amazonas, hasta Rio de Janeiro, llegaba al Vasco de
Gama, club donde creció tanto futbolísticamente como de forma personal. Allí se
tuvo que integrar entre compañeras mucho más preparadas, ya que es justo recordar que no pudo empezar la escuela hasta los nueve años.
Una vez adaptada, pronto empezó a demostrar toda la calidad que atesora. Primero en el propio Vasco y luego en el Santa Cruz, club donde se convirtió en internacional absoluta con la canarinha. Allí se daría a conocer en Europa y, pese a su corta edad, apenas tenía 18 primaveras, no lo pensó dos veces y hacía las maletas con destino a Suecia, su próxima parada.
En el Viejo Continente Marta desarrolló todo su potencial. Muy pronto se convertiría en una de las mejores jugadoras del Mundo. Premios
individuales, distinciones de máxima goleadora y varios títulos de club se
amontonaban en sus vitrinas, tal vez la monotonía se cruzó en el camino, quién sabe, era tiempo de cambio y Marta no lo dudó. Tras cinco cursos en Europa, la brasileña cambiaba la fría Suecia por el calor de California.
De Los Ángeles a Nueva York con pequeñas cesiones al Santos
de Brasil ocuparon los siguientes años. Lo que no cambiaban eran los resultados, igualmente plagados de títulos como la
MLS o la Libertadores. Aunque finalmente en 2012 volvería a la que fue su casa, Suecia la esperaba de nuevo, allí se unía al ambicioso proyecto del Tyresö FF, donde demuestra su calidad
actualmente. Junto a la diez de Brasil comparten vestuario otras estrellas, coincidiendo así con "nuestra" Vero Boquete .
De Marta, como decimos, sabemos que es una excelente futbolista, así lo demuestran sus cinco Balones de Oro consecutivos y que haya estado en el pódium del
premio durante los últimos diez años, pero lejos de esto, es un ejemplo como decíamos al principio de las líneas
para las chicas de todo el Mundo y una de las pocas embajadoras de buena
voluntad de la ONU.
Sueños cumplidos, como el de jugar con Ronaldo y Zidane
convirtiéndose así en la primera mujer en hacerlo en un partido masculino o el
más importante, el de sacar de la pobreza a su familia, pero todavía con varios
objetivos: llevar a su selección a lo más alto, algo que tuvo cerca en 2007
donde fueron subcampeonas y retirarse, aunque todavía quede lejos por el momento,
en Brasil. Sus sueños se han ido cumpliendo, ahora no lo dudamos, Marta consigue lo que se propone. ¿Campeona del Mundo? Nadie lo sabe, pero ella no parará hasta llevar el cetro a casa.
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