El mercado tiene que regularse para no convertirse en la ley de la jungla. En los foros romanos había control de medidas de longitud, volumen o peso. Pompeya conserva en su posición original la completa mensa ponderaria para control de capacidades.
La mesa de piedra horadada se mantendrá en los mercados medievales conservándose todavía en muchas plazas. El metal y la madera fueron sustituyendo a la piedra.
El control de las medidas en la península Ibérica tiene nombre árabe: almotacén.
La mensa de Pompeya mantiene legible su inscripción:
Aulo Clodio Flaco hijo de Aulo, y Numerio Arcaeo Caledo hijo de Numerio, los dos magistrados, hicieron estas unidades de control de las mediciones por decreto del consejo de decuriones.
El espacio está protegido aunque pueda tratarse de una copia y el original parece ser que permanece almacenado en el Museo Arqueológico, donde no se exhibe.
En la fotografía inferior puede verse el recinto pegado al Templo de Apolo con su reloj solar escafoide al fondo.