Hola hola queridos todos. Estamos a pocos días de celebrar los Reyes, de seguir con nuestras obligaciones (aunque algunos ya las siguieron después de Nochevieja y otros ni siquiera entonces han dejado de seguirlas). Y yo quería compartir con vosotros mi primera reflexión profunda del año, que va como sigue.
Hay demasiadas personas ahí fuera preguntando cuál debería ser la mentalidad de una persona natural (y digo persona porque muchos lo mencionan sobre seducción, pero no creo que debamos ser tan cerrados de miras). Aquí os presento mi conclusión.
Siempre he tenido la impresión de que la mentalidad es la causa de múltiples efectos (nuestras experiencias, nuestras creencias generales, etc). Ahora, más bien, sospecho que podemos influir en esa mentalidad de alguna forma.Este es el punto donde muchos me dicen que puedes reestructurar y reaprender tus creencias, incorporar nuevos pensamientos y todo eso. Y yo digo… Sí, ¿y luego qué? La experiencia y el contraste seguramente te hagan modificarlos o descartarlos.
Con esto no te digo que dejes de hacerlo (es más, por favor, hazlo). Pero toma las cosas como son. No hace falta inventarse músicas celestiales ni hacer un gran asunto de cosas cotidianas. Seamos claros, una interacción es sólo una interacción.
Permitidme que lo muestre enumeradamente.
~Punto 1~
- Contigo mismo, o con los demás… Una interacción es sencillamente una interacción. Y hasta que no sientas eso y lo sepas, de corazón y de memoria… Vas a seguir dando palos de ciego en una dirección que no sabes muy bien dónde termina; salvo por el hecho de que -sin lugar a dudas- es lejos de tu auténtico ser.
Algunos lo plantean desde la perspectiva de conseguir algo de la otra persona (una relación, un medio de contacto, etc). Una persona natural puede perfectamente no plantearse conseguir nada salvo disfrutar de momento sin pensar más allá del mismo, sin intentar anticipar conclusiones o continuaciones.
Sabe que si tienen que darse -si los deseos de ambos van en consonancia- se darán. Eso es lo bonito de este asunto. No se ahogan en un vaso de agua.
Siempre le digo a un gran amigo que quiere aprender cosas sobre relacionarse con los demás que piensa demasiado en lo que tiene que hacer y decir, o en que deba llevar el timón de las cosas, o montones de cosas que en definitiva le exigen un sobreesfuerzo. Y no es ese el caso.
Pero, no es capaz de sencillamente abandonarse y dejarse llevar, vivir la experiencia y liberarse de las preocupaciones.
~Punto 2~
- Todos somos los que somos. Algunos pretenden ser quienes quieren ser (y no está mal que tengan ideales). Hay que respetar esa voluntad de cambio a pesar de que en ocasiones no se plantea de las maneras más adecuadas; yo he aprendido eso de la manera más dura por así decirlo (todos aquí sabéis de mi aversión por los timostars y su prole).
Esto no significa por cierto que lo que somos no sea atractivo. Esa es la impresión de algunos, pero para otros es todo lo contrario. En sí me recuerda a cuando varias de mis amigas o personas especiales para mí me dicen que en comparativa con otras personas se quedan en nada. ¿Es acaso verdad? Sí, pero solo para ellas.
Para mí no dejan de ser personas maravillosas. Y maravillosamente atractivas, por dentro y por fuera. Así funciona esto… Como dijo Clint Eastwood: las opiniones son como los culos, todos tenemos lo nuestro. Y por lo general creemos que lo de los otros apesta.
Así que, si en definitiva cada cual va a formarse su propia opinión sobre nosotros… No seamos menos. Aprendamos a apreciar lo bueno y lo malo, los aciertos y los fallos. Tanto los puntos fuertes como las carencias. Todo ello. Pero comencemos por lo bueno.
Es terriblemente desalentador centrarse en suplir carencias, tapar defectos, etc… Por eso los que saben lo que hacen te recomiendan enfocarte en positivo.
~Punto 3~
- Es el dejar de ser quienes somos lo que nos aleja de estar bien con nosotros mismos. Y eso no tiene discusión posible. Te estás negando a aceptarte y apreciarte tal cual eres y pretendiendo cambiar un ser que no comprendes (si lo comprendieras, lo aceptarías y apreciarías cuanto menos un poquito).
Es la parte esencial de todo este asunto. Si no estamos cómodos con nosotros y no hacemos más que desplantes hacia nuestra propia persona de cara a los demás… Bueno. Para resumir, algunos nos tomarán a guasa y otros sentirán pena más bien.
Eso no quita que luego habría personas que intenten ayudarnos a cambiar de opinión.
No obstante no creo -y me parece que vosotros tampoco- que debamos dejar depender nuestra autoestima de cualquier factor externo a nosotros mismos. Aunque a veces es inevitable que sea así; pero son la menor parte del total.
Vuelvo a lo mismo, no nos ahoguemos en un vaso de agua.
No quiero alargarme más por ahora. Con esto debería servir para reflexionar, pero añado un vídeo sobre lo que creo que es una grandiosa muestra de naturalidad y energía:
¿No os recuerda a Albert, el último paciente del “Dr. Amor” Alex Hitchens? En efecto, me refiero a los personajes de Hitch: Especialista en Ligues. Él terminó conquistando a Allegra Cole, pero… ¿Recordáis cómo fue?
Feliz año a todos y un abrazo.
Kheldar