Supongo que no hace falta que os ponga en contexto: una estrella de instagram (que yo personalmente no conocía y la gente con la que he hablado de este tema tampoco) saltó a la palestra hace aproximadamente una semana porque dejaba sus redes sociales con miles de seguidores alegando que todo era "falso".
Inmediatamente, como siempre, el mundo entero giró la cabeza a ver qué pasaba, deseando juzgar y también encontrar un nuevo héroe (porque no todo son cosas malas en este cruel universo).
Me sorprendió ver como gente que no tiene ni idea de redes sociales -básicamente porque no hace uso de ellas- alababa la acción de la chica, asegurando que en efecto es una vida falsa la que se lleva en este mundillo.
También me sorprendió ver a amigos y conocidos de la chica en cuestión preguntándose porqué había ocurrido todo esto y poniendo en duda la veracidad del asunto que ya había movido a millones de personas a lo largo y ancho del mundo.
Antes de ponerme con el tema, me gustaría decir que, como la verdad es relativa y cada persona ve las cosas de manera diferente es difícil tener una opinión sobre una opinión. Al fin y al cabo son eso, todo son opiniones. Nadie es perfecto, pero tampoco hay un "algo" que lo sea. No hay ningún tipo de causa que permita al que la usa llevar a cabo todo tipo de acciones sin importar a quien incumban. Ninguna decisión es buena si conlleva malas acciones. Lo importante no es llegar a un punto sino hacer bien el camino.
Esto es algo que muchas personas no entienden, el mundo entero se refugia en su algo. En lo que han escogido para guiarles. Algunos tienen la religión, otros la política, la ciencia, la sociedad, incluso las causas justas, siempre tan loables, tienen su lado negativo.
Con esto tampoco quiero insinuar que todo está mal, sino que como nos han enseñado los héroes de la cultura pop: un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Sobretodo porque un gran poder puede llevarte directo a grandes errores.
Es cierto que, muchas veces, uno se deja llevar por las redes sociales, tanto las propias como las ajenas, olvidando que al igual que el resto de plataformas que "reflejan" la vida real las redes sociales pueden ser manipuladas.
Una fotografía siempre puede ser manipulada. No necesariamente a través de photoshop u otras herramientas de edición de imagen sino simplemente a través de un pie de foto o una " caption" que se concentre en las causas equivocadas.
Todo instrumento puede ser manipulado por una persona que, consciente o inconscientemente, quiera hacerlo. Incluso las palabras, también en la vida real, pueden hacerlo.
¿Acaso nunca habéis preguntado a alguien qué tal está, a sabiendas de que no está bien, para recibir un "muy bien" como respuesta?
La realidad que cada uno ve no solo es subjetiva e incomprensible para otros -nadie puede ver, que se sepa, a través de los ojos de nadie- sino que es manipulable.
Esto empeora cuando el público, el espectador, el receptor de esa realidad es voluble y cándido, como es la juventud de nuestra generación que ha crecido en tiempos de cambio constante y que han tenido que aprender a base de prueba y error.
Nuestros adultos, aquellos que deberían educarnos quisieron enseñarnos. Pero la realidad que ellos vivieron ya no tiene nada que ver con la que ahora vivimos.
Muchos de nosotros fuimos los primeros en entrar en las redes sociales. En ver cómo afectaban a nuestra vida y a la de los demás. Como es obvio, no todos recibían sus efectos de la misma manera porque no todos las utilizaban de la misma manera.
Si necesitas aprobación la vas a buscar aquí, en este blog, en tu instagram o en la calle, pero la vas a seguir buscando. Forma parte de tu personalidad y, quizás, tengas que aprender a vivir con ello en vez de intentar luchar contra ello. Hay gente que es así y no tiene nada de malo.
Lo malo viene cuando esa necesidad de aprobación te quita de hacer otras cosas en la vida, otras cosas tan importantes como ser tú mismo. Como con todo.
Eso es algo contra lo que todos aquellos inseguros luchamos. Y sigue sin tener nada de malo.
Cada uno lucha sus propias batallas.
Essena O'Neill no supo manejar la fama, la presión o la inseguridad. Eso está claro. Si su demostración de intenciones ha sido real o una estrategia publicitaria quizás nunca lo sabremos. Pero sí sabemos que ha quedado totalmente desvirtuado por un error básico, algo que ya he mencionado: lo voluble que fue su decisión. ¿No iba a dejar las redes sociales?
La chica sigue haciendo vídeos después de haber prácticamente insultado a todos aquellos que seguimos formando parte del "circo". De la falsedad.
Ahora todo por lo que teóricamente lucha sabe a nada.
Por eso no importa realmente si es verdad o mentira.
Desde mi humilde experiencia y punto de vista, las redes sociales son tan válidas como cualquier arte. Un método de expresión puro y en bruto, sobretodo si no se lleva a cabo el profundo examen que las grandes estrellas de instagram probablemente hacen.
Un diario.
Los primeros pasos para cosas más grandes.
El arte viene en muchas formas, pero sobretodo significa sacar de ti lo que tienes dentro, exigiendo solo sinceridad. Si Essena O'Neill siente que nos ha mentido es que desde luego su "arte" no era tal. Pero no por eso todos los demás hacen lo mismo.
En definitiva, no sé si algo de lo que he dicho tiene sentido fuera de mi propia mente, donde todo transcurre en un caos ordenado que muchas veces me cuesta escribir (o describir). Desde luego espero haber dejado claro que las redes sociales no son malas si no se usan mal y que como todo en la vida hay que tener buenas intenciones para que las cosas salgan bien.
xx