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La mentira en los niños

Publicado el 10 junio 2014 por Poqui
" Me voy con mi padre todos los fines de semana al cine y luego al burger ". Eso es lo que me dijo un niño durante mis prácticas de Psicopedagogía cuando le pregunté qué es lo que le gustaba hacer con su padre. Y...era mentira. Los fines de semana trabajaba en un puesto de fruta con su padre.
En este caso, la mentira que me contó el niño fue para reflejar una realidad mejor de la que él vivía. Pero ¿ a qué edad comienzan los niños a mentir? ¿ cuál es su finalidad? ¿ debemos preocuparnos si lo hacen?
En torno a los 3-4 años,  los niños descubren el poder que tienen sus palabras en el entorno, ocurre con los tacos, por ejemplo, se dan cuenta que cuando ellos los pronuncian algo ocurre a su alrededor: le regañan, se sorprenden, se ríen...Así, con la mentira ocurre lo mismo, añadiendo el que al niño a veces le cuesta diferenciar entre la fantasía del juego y la realidad. No es algo preocupante, pero sí debemos educarles sobre ello.
Hasta los 8 años se considera normal, después debemos incidir en los motivos, pues puede tener de fondo algún problema .
Entre las finalidades o motivos  que podemos encontrar  para mentir destacaremos las siguientes:
  • Evitar un castigo. " si digo que yo no he sido..."
  • Conseguir un premio. " ya me he terminado la fruta...( y la ha tirado al suelo )
  • Ser aceptado por los demás.  " yo voy a clases de ballet como vosotras"
  • Mantener la estabilidad de una situación. Ante situaciones difíciles como un divorcio, maltrato... " si digo esto... Lo estropearé todo". 
  • Mostrar una "realidad" que nos gusta más. Como el ejemplo que os he contado al principio.
Evidentemente, unas son más graves que otras pero debemos actuar en todos los casos. ¿Cómo
debemos hacerlo?
  1. Hablar con él/ ella en privado.
  2. Descubrir los motivos por los que lo ha hecho
  3. Explicarles que decir la verdad es lo correcto. Que hay que asumir cuando se hace algo mal, se opina de una manera diferente y que no hay que tener miedo a cómo reaccionen los demás. Que le querrán y aceptarán igualmente. Y si dice la verdad creerán en él, además si tiene algún problema podrán ayudarle.
  4. Siempre reforzar positivamente cuando nos digan la verdad. " esto que has hecho no está bien, pero estoy orgullos@ por otro lado porque has dicho la verdad"
  5. No tener una conducta desproporcionada cuando nos mienta. Porque se refuerza el que no sea sincero en una situación que vea amenazante.
  6. Siempre es más fácil que sean sinceros si: nosotros no mentimos y el clima es de confianza y seguridad.
Una aclaración que debo hacer: ¡cuidado, hay que dejarles claro que ser sincero no es decir todo lo que se nos pase por la cabeza! No se me olvidará como en una clase, un niño soltó tranquilamente a un señor : " Cris, mira qué señor más calvo" y lo repitió en varias ocasiones, ante mi cara roja y expresión de " a ver cómo arreglo yo esto ahora". El señor se río, menos mal. Pero cuando se fue hablé a solas con ese niño sobre esto y el que, a veces, algunas personas se pueden poner tristes con este tipo de comentarios. Y, después,  lo hablamos en clase, en asamblea. Ser sincero, no es ser grosero. La mentira en los niños
Sería muuuuuy interesante que me contáseis anécdotas sobre mentiras de alumn@s e hij@s. 


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