Palacio de Liria (Madrid).
En 1948, el decimoséptimo duque de Alba, Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, embajador en Londres nombrado por el dictador Franco, encomendó reconstruir el Palacio, residencia de los Alba en Madrid, al inglés Edwin Luyttens después de la Guerra Civil Española. Pero tras la muerte de Jacobo, en 1953, se interrumpió su reconstrucción. Volvió a ser impulsada por la Duquesa de Alba Cayetana y, en 1956, finalizó su reedificación.Hoy en día el Palacio de Liria se abre al público cuatro días al mes (obligado por la Ley de Patrimonio). Y este Palacio nos trae a una curiosa historia sobre una mesa de escritorio (historia que me ha descubierto mi madre, por cierto).Una mesa de escritorio quelos alba ya daban por perdida desde la casi destrucción del Palacio de Liria en la Guerra Civil, del que solo quedaron en pie las paredes. Pero muchos objetos de valor se salvaron de las bombas, como fue el caso de esta histórica mesa de la que se desconocía el paradero.Después de la guerra, en una visita del Duque de Alba a El Pardo, se encontró con su mesa. En ella estaba sentado Ramón Serrano Suñer, conocido como el Cuñadísimo, y ministro de varias carteras.El Duque, al ver la mesa, la reclamó como suya. Serrano Suñer negó que fuera así, pero el Duque saco una llave de su bolsillo y abrió un cajón que Serrano no había podido abrir.Así demostró que la mesa era suya y pudo recuperarla. Aunque creo que lo más valioso que se llevó ese día el Duque de Alba es dejar como ladrón al gobierno franquista.
Nota aclaratoria: He leído bastantes fuentes que tratan el tema pero no me ha quedado del todo claro quién era el que se encontraba sentado en la dichosa mesa. Unas fuentes citan que fue Serrano Suñer y otras que fue el mismo Franco. Finalmente me he decantado por la primera opción.
Fuentes principales: El País, Historias de la historia de España.