Revista Decoración

La mesita que volvió a ver la luz

Por Yonolotiraria

La mesita que volvió a ver la luzLa mesita que volvió a ver la luz  Antes y después de la mesita mohosa .
 Ella era así de fea. Estaba puesta presidiendo la entrada de nuestra nueva pero vieja casa. Cubierta con un tapete nos dió la bienvenida nada más entrar en el que iba a ser nuestro hogar. No tardó más de 5 minutos en ir a para al sótano con el resto de trastos que íbamos a tirar, pero pasó el tiempo y de ahí se fue al subsótano, donde quedó olvidada.
Hace unos meses me armé de valor y abrí las compuertas de lo que llamamos "el zulo" o subsótano como he dicho antes. Es una sala tétrica, con una bombilla, paredes de  piedra y a la que se baja por una escalera de caracol. En un rincón estaba ella, cubierta de polvo y moho.
No sé que inspiración divina me vino, pero me decidí a rescatarla de ahí y sacarla de nuevo a la luz.
La mesita que volvió a ver la luz
Una vez más tratamiento anti-carcoma y limpieza a fondo con estropajo y jabón, pero la cosa no se arreglaba demasiado.
Lijé bien para quitar la cera que tenía.
Una capa de imprimación.
Con esmalte verde pinté todo el mueble, excepto el cajón, la parte central de la puerta y el chapado de los laterales (que estaba hinchadísimo).
Con betún de judea y lija envejecí la mesita para volver a darle ese toque antiguo, pues tan impoluta quedaba un poco rara.
Quedó una cosa así:
La mesita que volvió a ver la luz
 Días más tarde me la miraba y la encontraba demasiado sosa. Con unas servilletas (las mismas que hice el marco y la caja) forré las partes que había dejado en blanco.  Le dí unas manos de barniz incoloro a toda la pieza, así también quedaba protegido el esmalte verde de posibles golpes o rozaduras.
La mesita que volvió a ver la luz
Aquí la veis con los objetos a los que apliqué el decoupage con las mismas servilletas.
La mesita que volvió a ver la luz 
Finalmente unos tiradores de zara home. Tienen forma de rosa y le van bastante bien, dándole un toque divertido a un mueble que hasta entonces era tétrico, típico y soso.
La mesita que volvió a ver la luzLa mesita que volvió a ver la luz
Ha estado guardado muchos días en el cuarto de los tuneos, pero ahora me he decido a instalarlo en mi salita (y nuevo lugar de trabajo desde donde os escribo). Lo he acompañado de un sifón recuerdo de la empresa familiar, un reloj de cuerda y una foto de kiko.
Como siempre le deseo un lugar mejor, pero mientras tanto lo tendré aquí conmigo, me giraré de vez en cuando a mirarlo y seguiré escribiendo nuevos post sobre este mundo tan maravilloso que es el del tuneo.

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