La Miel. Reconecta con la naturaleza!

16 julio, 2015 Qnatur

Las abejas, además de producir miel, polen y cera, contribuyen de forma decisiva en un servicio vital para conservar la biodiversidad y la producción de alimentos: la polinización.

Para producir un kilo de miel se ven implicadas unas 200 abejas que deben visitar 1.440.000 flores.

Durante este increíble trasiego se manchan de polen y lo llevan así de flor en flor, dando lugar a la polinización, proceso fundamental para que las plantas den frutos y semillas.

Hay otras muchas especies polinizadoras, como moscas, escarabajos, mariposas, abejorros, pájaros…pero sin duda la más importantes es la abeja.

Más del 80% de las especies cultivadas en Europa depende, en mayor o menor medida, de animales polinizadores, sobre todo de las abejas. Entre estos cultivos destacan los frutales (almendros, naranjos, melocotoneros, cerezos, ciruelos, manzanos, etc.), leguminosas (alfalfa, trébol), cucurbitáceas (melones, pepinos, calabazas, calabacines, etc.), girasol , algodón, etc.

Sin insectos polinizadores la producción de almendra descendería en un 90%, la de naranja en un 27% o la de algodón en un 16%, lo que traducido en dinero son miles de millones de euros.

Por ejemplo, los productores de cítricos valencianos han estimado que el 36% de su producción, 600 millones de euros, se debe a la participación de los insectos polinizadores.

De entre todos ellos la actividad de la abeja doméstica supone 450 millones. Si comparamos esta cifra con el valor de los productos directos procedentes de la apicultura (miel, cera, polen, etc.), que son 18 millones, resulta que el valor de la polinización es 25 veces superior.

Los agricultores saben que las abejas pueden aumentar su producción hasta un 96% y por ello muchos alquilan colmenas durante la floración. Tan es así, que en algunos países este servicio de polinización constituye el 50% de los ingresos de los apicultores.

Pero las abejas están desapareciendo silenciosamente . Son víctimas de un parásito muy agresivo, la varroa, a lo que hay que añadir el efecto de hongos, insecticidas, la intensificación agrícola, etc. Todos estos factores han hecho que los apicultores hayan perdido entre el 20 y el 40% de sus colmenas, e incluso en Galicia esta cifra se eleva al 56% con respecto al año 2000.

España es el principal productor de miel de la UE. Los principales productores son Andalucía, Valencia, Extremadura y Castilla y León. Pero cada vez se importa más miel, sobre todo de China, en donde los costes de producción son más bajos.

Por ello, cada vez que consumes miel producida en España estás contribuyendo a mantener la polinización de nuestros campos y cultivos, además de apoyar a un entramado social y económico que mantiene vivos nuestros paisajes.