Hay libros que te curan. Que te alivian, que te calman, que te sosiegan. Por que uno no siempre esta igual, y las lecturas no siempre le afectan igual. No me repetiré con mi estado anímico, solo diré que La mirada del adiós a sido uno de mis calmantes, una de mis medicinas, uno de mis refugios.
Y he tardado mas de lo normal en leerlo, porque he ido despacio, con calma, no utilizare tópicos, pagina a pagina, paladeando, etcétera, ya sabéis a que me refiero, es esa sensación de disfrute sin prisas, de tiempo muerto, lento, sin objetivos, con mucho placer. Por que Macdonald es así, placentero, con clase, con estilo, reflexivo y con una escritura excepcional.
La novela es puro clásico, puro Macdonald, una novela mucho mas pausada y tranquila que Los maléficos, pero igual de buena, o quizá mas. Archer es contratado por el abogado de una familia con mucho dinero para que investigue un pequeño robo sin demasiada importancia, han robado un pequeño cofre de oro lleno de cartas del cabeza de familia dirigidas a su madre durante la guerra. El pequeño cofre, parecido a un joyero, lleva años en la familia, y junto con las cartas, es de alto valor sentimental. No parece un gran caso, pero Archer se da cuenta en seguida, que en esa familia no todo es lo que parece, el hijo de la familia, con serios problemas psicológicos, enseguida se convierte en alguien en quien fijarse, en alguien en quien investigar un poco…
Serenidad, es lo que transmite la novela, Archer deshace los pequeños nudos que va encontrando durante la investigación, va destejiendo una pequeña red de años de mentiras, siempre con su estoicidad, con su clase, con ese porte que lo hacen inigualable, con mucha calma, como escarbando con una pequeña cuchara un enorme túnel, sin prisas, sin presiones de nadie y sobre nadie, como un halcón que sobre vuela sus presas y espera a que estén agotadas, Archer es magnifico. Archer el magnifico.
Y todo ello con ese cinismo que le caracteriza, tan afilado, tan agudo, en el momento exacto, cortante, frío, excelente:
¨-Podría ser Nick -dijo- ¿Qué le están haciendo?
-Nada. Usted no tendría que estar aquí.
-¿Dónde tendría que estar?
-En su casa leyendo un libro.
-¿Dostoievski?- Replicó con rabia.
-Algo más ligero que eso.
-¿Como Mujercitas? Creo que no me entiende, señor Archer. Me esta tratando como si fuera mi padre.
-Y usted como si fuera mi hija.¨
Las novelas de Ross Macdonald son de una calidad indiscutible, nada tienen que ver con la novela negra actual, y quizás tampoco con la de sus coetáneos de la época, Macdonald es diferente, puede que mas reflexivo, mas serio, con un Archer casi imperturbable; pero con una impresionante vista de la sociedad, con una calidad excelente y con una solidez narrativa a prueba de bombas.
RBA se esta poniendo las pilas y esta reeditando poco a poco sus novelas, la ultima es La piscina de los ahogados
La mirada del adiós
Ross Macdonald
RBA Serie Negra 2008
264 paginas