El tema del doble es un lugar común en el cine, la literatura y todo tipo de arte. Arie Posin se sirve de él en La mirada del amor para construir un relato de segundas oportunidades y una historia sobre el proceso de superación del duelo. No hay nada nuevo bajo el sol ni -casi- nada funciona en este drama insípido y de final lacrimógeno, cuya mayor virtud es tener a Annette Bening y Ed Harris como cabezas de cartel brindando dos estupendas interpretaciones.(continuar leyendo)
Lo mejor: Bening, sin duda
Lo peor: Un final pretenciosamente lacrimógenoNota: 4El contenido original de esta entrada pertenece a MySofa. Para leer el contenido entero entra aquí.