La mirada del silencio

En 1965 se produjo un golpe de estado militar en Indonesia, el ejercito asesinó a sangre fría a miles de comunistas en un genocidio cruel y brutal en el que, posteriormente, no solo no se hizo justicia con todos los criminales implicados, sino que estos son los que detentan el poder aún en la actualidad. El documentalista Joshua Oppenheimer vivió durante varios años en Indonesia para filmar la situación actual en la que se encuentra el país después de casi cincuenta años del violento y terrible genocidio. El danés regresó de su viaje con suficiente material para montar dos documentales, dos de las obras más impactantes y escalofriantes de la última década, dos retratos del dolor y de las monstruosidades que puede llegar a protagonizar el ser humano. Mientras que en The Act of Killing se acercó a los asesinos y les permitió relatar con todo lujo de detalles sus crímenes, en La mirada del silencio, el segundo documental que dedica al golpe de estado, se acerca a las familias de las víctimas.
Oppenheimer convive con la familia del fallecido Ramli para conocer los testimonios directos de los que sufrieron el genocidio. Sin embargo, La mirada del silencio, al igual que The Act of Killing, no se contenta simplemente con ser un documental expositivo que muestre las injusticias ocurridas en Indonesia para concienciar al mundo de ello, sino que trata de implicarse y participar activamente en la búsqueda de un cambio. El hermano menor de Ramli, que trabaja vendiendo gafas graduadas a domicilio, tras ver las grabaciones de los testimonios de los criminales decide ponerse en contacto con ellos directamente. Oppenheimer, que siempre se ha ocultado tras la cámara, cede el papel de entrevistador al hermano de Ramli, que tratará de mostrarse impasible al acusar directamente a los criminales con los que dialogará del asesinato de su hermano mayor.Por su propia premisa, La mirada del silencio se distancia considerablemente de su predecesora, aunque ambas aborden el mismo acontecimiento. En The Act of Killing, el director no juzgaba a los asesinos al grabarlos, ellos ya se desacreditaban sin necesidad de intervención externa, sin embargo en este segundo documental la crítica y la denuncia de esta terrible situación viene directamente del entrevistador. Esta obra, a la vez que retrata una familia completamente destrozada y marchita por un acontecimiento ocurrido hace cincuenta años, también da una vuelta de tuerca más sobre la impasibilidad de los asesinos cuando hablan de sus crímenes, que no muestran jamás el menor remordimiento incluso frente a uno de los afectados, y que no dudan en tratar de quitarse la culpa de lo ocurrido o incluso encararse tanto con el entrevistador como con el director de la cinta. La dolorosa impotencia que transmitía su predecesora sigue perdurando en esta segunda entrega, y aunque en conjunto no alcance la impresionante calidad de The Act of Killing, posee algunas de las escenas más terribles, tensas y sobrecogedoras que se pueden presenciar en un documental.
Al igual que hizo con la anterior obra de Oppenheimer, Avalon saca a la venta La mirada del silencio exclusivamente en formato DVD y sin el menor contenido extra, aunque sigue siendo muy recomendable su compra al encontrarnos con una obra tan excelente como esta.