Revista Cultura y Ocio

La misa española en Inglaterra (Batalla de Cornualles)

Por Viriato
Los ingleses se jactan de que nadie les ha derrotado en las islas británicas desde hace mil años. Graso error, y para muestra un botón.

La misa española en Inglaterra (Batalla de Cornualles)

Juan del Águila y Arellano
(Museo de Versalles).

Enrique III de Navarra, de religión protestante, llegó al trono francés. Cosa que irritó sobremanera al Papado, quien, junto con España, decidieron guerrear al hereje. Inglaterra entró en la pelea del bando francés, mandando tropas al país galo.
Juan del Águila (Maestre de Campo de los Tercios) encomendó a Carlos de Amézquita una expedición de castigo a Inglaterra. Con cuatro galeras y cuatrocientos hombres, el vasco Amézquita desembarcó en la Bahía de Mount (Cornualles) el 2 de agosto de 1595.
Los españoles tomaron varias ciudades y fortificaciones sin que los soldados ingleses que guarnecían la zona (se cuenta que hasta tres veces superiores en número a las tropas españolas) se decidieran a entablar batalla.
Antes de levar anclas, los españoles decidieron realizar una misa en suelo inglés, y eso que Isabel I de Inglaterra castigaba como delito de traición el que sus ciudadanos asistieran a una misa católica. Además, prometieron erigir un monasterio cuando los herejes ingleses fueran vencidos.
Una vez en el mar, una flota de 40 barcos mercantes y seis de guerra, comandada por Francis Drake, intentó dar caza a las galeras españolas. El navío inglés que logró darles alcance fue hundido. Existen distintas versiones de esta batalla, que sitúan las perdidas inglesas en hasta cuatro naves hundidas. En estos enfrentamientos sufrieron veinte bajas, las únicas de la expedición.
Sirva este ejemplo para demostrar esa falacia de que nadie ha conseguido ganar una batalla en las islas británicas. Los españoles vencieron y deambularon a sus anchas, embarcando y avanzando por la costa inglesa.

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