Revista Cultura y Ocio

La misteriosa Catedral de Sevilla

Por Antonio Bejarano Dominguez Antoniocamel @antoniocamel
La catedral de Sevilla tanto en su interior como en su exterior almacena gran cantidad de misterios. Se trataría de un auténtico libro escrito en un lenguaje misterioso y hermético. Este lenguaje formado por símbolos, figuras geométricas y relaciones numéricas iba destinado a un selecto y reducido grupo de personas que se estarían iniciando en distintas sociedades secretas. Las sociedades secretas, se consideraban herederas de los conocimientos de la secta de los pitagóricos y de los conocimientos de los atlantes que éstos a su vez legaron a los antiguos egipcios. Por tanto, tendríamos ahí una línea directa que une Sevilla con el antiguo Egipto. ¿Acaso no será el misterioso lagarto-cocodrilo de la Catedral una alegoría al país del Nilo?
¿Pero participaron iniciados en la construcción de la Catedral?
La misteriosa Catedral de Sevilla
En la construcción y decoración de la catedral participó un curioso personaje del que poco se sabe, Lorenzo Mercadante de Bretaña. Miembro de sociedades masónicas y conocedor de los lenguajes ocultos del arte que ya había trabajado en otras ciudades europeas. Mercadante llega a Sevilla por petición expresa de quien estaba al frente de la diócesis de Sevilla en esa época, el cardenal Don Juan Cervantes natural de Aracena, uno de los enclaves templarios de mayor peso en Andalucía. Por tanto, sí hubo una posible influencia de sociedades secretas en la construcción de la catedral de Sevilla.
Primera curiosidad: el número de puertas. La catedral tiene 7 puertas principales y dos secundarias. No contamos las puertas que dan acceso al Patio de los Naranjos por no ser de acceso al recinto catedralicio en sí sino que en realidad son de acceso al antiguo patio de abluciones musulmán.
1.- San Cristóbal (Puerta del Príncipe)
2.- Concepción.
3.- Nacimiento o San Miguel.
4.- Epifanía o Puerta de los Palos.
5.- Puerta del Bautismo
6.- Puerta de la entrada en Jerusalén o Puerta de Campanillas
7.- Puerta de la Ascensión
La misteriosa Catedral de Sevilla
Siete (7) puertas. Siete son también los agujeros de la cabeza (dos ojos, dos oídos, dos fosas nasales y una boca) que conecta la parte del cuerpo humano que nos capacita para saber que (el cerebro) con el exterior. Siete formas de entrar al gran almacén de la sabiduría. Siete son los días de la semana; los días de cada ciclo lunar; las etapas de la vida del hombre se dividen en estadios de siete años; siete son las peticiones del Padre Nuestro; siete los pasos que según la alquimia son necesarios para lograr la Gran Obra (calcinación, disolución, separación, unión, fermentación, destilación, coagulación); siete son los chacras del cuerpo, siete los dones del espíritu, siete los días de la creación del mundo…
En la cábala, el número siete es uno de los números sagrados ¿casualidad que la catedral de Sevilla tenga siete puertas?
Si a las principales le sumamos las dos secundarias (del Lagarto y la del Sagrario) sumamos nueve (9). El nueve en cabalística significa obra terminada, culminación de algo, por algo es el último número de la primera decena (0-9)
Ahora veamos EL CONTENIDO DE ALGUNAS DE LAS PUERTAS, nos detenemos a mirar tímpano y jambas.
Puerta del Nacimiento o puerta de San Miguel
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La escena es el nacimiento de Jesús pero hay algunos detalles que nos llaman poderosamente la atención. La mula y el buey aparecen pero aparecen en una cuadra cerrada a cal y canto y se puede observar hasta el cerrojo. Están lejos del niño Dios por lo que poco calor podían dar con su vaho según dice la tradición. ¿Y si el buey fuera el dios Apis de los egipcios encerrado porque el verdadero Dios ya había nacido? ¿Y si la mula fuera en realidad un camello del desierto (si nos fijamos el cuello es demasiado largo para ser mula).Vemos en ese mismo tímpano un tercer personaje junto a José y María. Aparece a la espalda de José y procede como de un pueblo que se ve entre José y él. Este personaje trae algo en la mano. ¿Quién es este personaje? En ningún evangelio se relata nada parecido no es un ángel, no es un pastor, no es un oferente…¿quién es? ¿qué hace allí?
¿Dónde está el atributo de San José (cayado florecido)?. Una posible interpretación, podría ser que en realidad, el tímpano nos narra en síntesis el proceso alquímico. El proceso por el cual se obtiene el oro pero también la Sabiduría a través del maestro Jesús del que hay que recoger la esencia, de ahí la persona que aparece tras José con un recipiente quizás no venga a dar sino a recoger.
La puerta de los Palos llamada así porque era donde se almacenaba las maderas empleadas en la reconstrucción de la catedral o puerta de la Epifanía. Los tres magos son las tres religiones que convergen en una misma verdad que es el AMOR. A simple vista son los Reyes Magos adorando al niño dios, hasta ahí todo normal pero ¿qué la pasa a Baltasar? ¿Por qué se resiste a ofrecer lo que lleva en sus manos? Si nos fijamos bien el gesto no es precisamente de oferente. ¿Acaso es portador de un elemento indispensable para la Gran Obra pero que sólo ante el niño dios está dispuesto a liberarlo?
La misteriosa Catedral de Sevilla
Puerta de Campanilla o entrada de Jesús en Jerusalén. Curiosa entrada de Jesús en Jerusalén si tenemos en cuenta que en lugar de por los doce apóstoles va acompañado por los cuatro evangelistas ¿o son los cuatro elementos alquímicos naturales -fuego, tierra, aire y agua-? También le acompaña una quinta figura sin identificar. ¿Será la escenificación del nuevo hombre transformado por obra de la alquimia? ¿Será ésta la Quintaesencia tan ansiada por los alquimistas? Veamos más detalles del tímpano. Jesús monta la burra y si nos fijamos en la pata delantera del equino, ésta forma una escuadra perfecta. Ahora nos fijamos en las riendas de la burra, veremos que lo que aparentemente son unas riendas forman un perfecto compás en manos del gran Maestro Jesús. El Gran Arquitecto parece disponer de los elementos indispensables para iniciar la Gran Obra: la escuadra y el compás. Además trae tras de sí los cuatro elementos naturales necesarios más la Quintaesencia Si nos fijamos bien, del propio compás sale un árbol, (vida) y en el árbol se adivina la figura de Zaqueo quien según los Evangelios se subió a un árbol precisamente para ver mejor el paso de Jesús. A su llegada a Jerusalén, nueve (9) personas lo reciben. Volvemos a encontrarnos con el fin de un ciclo, en esta ocasión, puede tratarse del ciclo mundano de Jesús en la tierra. Entra en Jerusalén, donde morirá crucificado.
El resto de las puertas no contienen ningún contenido esotérico digno de destacar. La razón es que todas son posteriores al siglo XVI cuando el Cardenal Juan de Cervantes muere y deja sin protección a su escultor hermético Mercante de Bretaña.
EL PENTAGRAMA DE LA CATEDRAL
La estrella de cinco puntas es uno de los símbolos con mayor contenido esotérico. Une los cuatro elementos naturales con una quinta punta símbolo del espíritu. Dentro de la catedral de Sevilla y siguiendo un criterio razonable se puede trazar un pentagrama perfecto tomando como referente las puertas de la catedral.
El itinerario con las puertas como protagonistas supondría un auténtico mapa del camino a recorrer para que le persona evolucione hacia la sabiduría con mayúscula. Este itinerario nos obliga a pasar por el centro mismo de la Catedral, el Altar Mayor y concretamente al pie del Cristo del Millón del siglo XIII que lo corona. Es el sancta sanctorum de la catedral. Iniciamos el recorrido en la puerta de san Cristóbal. Venimos de la luz, Cristóbal trae la luz del Mundo Superior sobre su hombro y nos dirigimos a la puerta de la Concepción donde adquiriremos nuestro cuerpo físico. De la Concepción al Nacimiento, después de nacer miramos hacia arriba. Gracias al conocimiento que traemos de nuestro origen “luminoso”, buscamos algo superior, nos elevamos sobre lo grosero y lo mundano.
La misteriosa Catedral de Sevilla
Queremos ser mejores así que ponemos nuestra mirada en el Cristo del Millón y nos dirigimos a él. Subimos nuestros pasos hasta el altar y es entonces cuando descubrimos que sólo imitando a Jesús en su iniciación podemos iniciar nuestra propia transformación. Esa iniciación no es otra que el Bautismo de agua purificadora. Bajamos pues hasta la puerta del Bautismo y una vez Bautizados estamos en condiciones de volver a la luz, nos reconciliamos con el conocimiento superior, volvemos entonces a la puerta de San Cristóbal.
Si desde la Giralda alguien nos mirara por un techo transparente descubriría un perfecto Pentagrama (con la punta central hacia arriba) sobre la planta de la Catedral. Posiblemente no hayamos estado atentos pero durante este paseo, hemos dejado atrás 18 columnas (1+ 8 = 9), ciclo terminado. “Fin y comienzo del laborar de todo aquel iniciado que sepa serlo”.
Fuente: http://interesantemix.blogspot.com.es
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