Últimamente están apareciendo muchas noticias relacionadas con el abuso sexual a menores a manos de profesionales o a manos de personas cercanas a ellos. Casi la mitad de los abusos sexuales a menores son cometidos por un familiar. Por parte de la Fundación Anar advierte que las agresiones hacia niños, niñas y jóvenes se han cuadriplicado en los últimos 12 años.
Save the Children, aseguró que en España entre 800.000 y 1.600.000 menores son víctimas de algún tipo de abuso sexual. Todos estos datos son extraídos a través del informe de abusos sexuales hacia la infancia en España presentado por la asociación Save the Children.
Un 50% de los casos el agresor es un familiar
En el ámbito más cercano del menor es donde se producen más delitos, es decir, en un 50 % de los casos el agresor es un familiar. El perfil medio de las víctimas corresponde a una media de 11 y medio de edad siendo las victimas niñas y chicas adolescentes. En el mismo informe se explica que es el propio niño que revela que ha sido víctima de este tipo de abuso.
Lo expuesto anteriormente son artículos que aparecen de forma continuada y día tras día en todos los periódicos.
¿Qué es lo que está ocurriendo en España?
Un estudio de Barcelona calcula que unas 235.000 personas cometen al año actos de violencia sexual en España y que hay unas 350.000 víctimas. Esta prevalencia supone que una de 45 mujeres y uno de cada 60 menores tienen riesgo de sufrir algún acto de violencia sexual a lo largo de un año. La mayoría de este tipo de violencia la sufren las mujeres, destaca el estudio. En un 15 % de los casos se dirigen a hombres, sobre todo menores. Respecto a los castigos, el estudio estima que un individuo que haya cometido un delito sexual tiene una probabilidad del 5% de ser detenido, reconocido culpable y condenado a prisión u otro castigo.
Una lacra que existe y es una realidad en nuestra sociedad
El abuso a los menores se trata de una lacra que existe y es una realidad en nuestra sociedad aunque es cierto que detrás de todo tipo de abuso sexual se ve la punta del iceberg que es cuando sucede una desaparición o asesinato de un menor, pero no lo realmente importante que se debe de detectar y trabajar es aquello que esta debajo, es decir, lo que no se ve a simple vista. Y es que cada año se producen unas 6.000 denuncias de abusos sexuales cuya víctima es un menor. Lamentablemente se estima de que sólo el 15 % de los casos llegan a denunciarse.
El abuso sexual constituye una manipulación de los niños, de sus sentimientos, de sus debilidades, de su confianza y se basa en una relación de desigualdad de poder. Estos abusos tienen como objeto la parte más intima y sensible de la victima, es decir, su sexualidad, por ello, los agresores aprovechan su cercanía con su víctima para aprovecharse de ellos.
Proteger a los niños, niñas y adolescentes más vulnerables de la violencia sexual es una obligación del Estado y la sociedad en general. Para ello, el Plan de Acción contra la explotación sexual en el sistema de protección a la infancia debe implementarse de la mejor forma posible. Además todas las instituciones deben ser lugares seguros de protección para todos aquellos que las necesitan sobre todo aquellos niños y niñas que están en riesgo de estar a manos de explotadores sexuales.