Revista Salud y Bienestar

La mitad de los niños españoles padece sobrepeso

Por Dranutricion

La mitad de los niños españoles mayores de seis años padece sobrepeso y, de ellos, un 20% sufre obesidad. Se trata de un problema de salud realmente peligroso, una verdadera epidemia.
Los peligros de esta tendencia son varios. Es bien sabido que, en gran medida, un niño obeso será un adulto obeso. Además, la obesidad suele conllevar problemas psicológicos y físicos (diabetes, hipertensión, colesterol y triglicéridos, trastornos hepáticos y cardiovasculares, etc.).
La causa de esta verdadera epidemia es básicamente el cambio de hábitos. Los niños, en gran parte por influencia de los padres, abandonan el consumo de frutas, verduras, legumbres y pescado, en favor de la comida rápida, "chuches" y bollería industrial. Además, las actividades físicas tradicionales se están cambiando por la televisión y los videojuegos.
Pero el remedio ya existe y está, en gran medida, en nuestras manos: inculcar buenas costumbres en materia de alimentación y actividad física. Si esperamos unos años la tarea nos erá imposible, pero sí bastante más difícil, porque los malos hábitos estarán bien arraigados.
El sobrepeso constatado se ha señalado a partir de los seis años, pero precisamente por esto, las medidas deben tomarse antes de esa edad, educando en hábitos alimentarios sanos, promoviendo la natural actividad física de los niños y, cambiando la mentalidad de la sociedad respecto a lo que es un niño sano.
Debemos cmabiar la percepción de la imagen del bebé en la sociedad. Parece que se sigue insistiendo en que los niños suban de percentil, cuando un niño sano puede estar perfectamente en percentiles bajos siempre que crezca y tenga energía.
En otros posts ya he intentando dejar claros los múltiples beneficios de la lactancia materna. Entre ellos se encuentra su efecto protector contra la obesidad. Según la OMS, los niños deberían mamar hasta los seis meses sin recibir ningún otro alimento y seguir tomando el pecho por lo menos hasta los dos años.
No hay que engordar a los bebés como lechones. No están más sanos por estar más gordos. Y no hay que meterles leche artificial ni papillas antes de tiempo para que engorden, ni cambiar la leche materna por leches de continuación si no es realmente necesario. Es muy preocupante que la obesidad infantil ya afecte a los bebés.
Otro tema son las chucherías y bollos, con los que, a partir de muy temprana edad, muchas padres premian a los niños o les dejan tomarlos a diario. Se trata de bombas calóricas de escasísimo valor nutricional que no pasa nada si se toman un día especial, pero que no deberían incluirse en la dieta infantil diaria, sino más bien retrasarlos y reducirlos al mínimo.
El mejor ejercicio es el juego
Para un correcto desarrollo del niño, tanto intelectual como físico, y también, por supuesto, para prevenir
·   El mejor ejercicio es el juego
·   Para un correcto desarrollo del niño, tanto intelectual como físico, y también, por supuesto, para prevenir la obesidad, es necesario que haga ejercicio. Y no me refiero al deporte, sino al movimiento libre y el juego, especialmente indispensable en las edades más tempranas.
·   Usar la cuna, el cochecito, la hamaquita o el parque pueden ser una solución para algunos momentos, pero no son lo que los niños necesitan para desarrollarse sanamente, especialmente si nos empeñamos en tenerlos mucho tiempo metidos sin dejarles moverse. Es decir, son objetos a los que podemos acudir puntualmente, pero no son el hábitat natural y normal de un bebé ni de un niño pequeño.
·   Primero en brazos, moviéndose en el cuerpo de su madre y en el suelo, en una mantita y seguros, es donde el pequeño empezará a moverse y a hacer fuerte su sistema muscoloesquelético. Luego, cuando comienza a gatear y a caminar, siempre, por supuesto, atendiendo su seguridad, hay que proporcionarles espacios amplios donde pueda moverse libremente.
·   Un bebé obeso tendrá impedimentos desde pequeñito para ejercitarse, pues su propio peso excesivo entorpece sus avances. Habrá que estimularlo y dejarle moverse, para que use el exceso de calorías y ponga su cuerpo a punto.
·   Cuando el niño tenga ya la capacidad de andar y correr, hay que evitar el carro todo lo posible, dejándoles acompañarnos caminando todo lo que puedan pero no negándoles descansar o ir en brazos si están cansados, pero siempre fomentando su capacidad para ejercitarse y ponerse fuertes. Y, por supuesto, que puedan jugar mucho, al aire libre o en casa cuando no se pueda salir, solos, con otros niños y sobre todo con sus papás, que son la mejor de las compañías.
·   El sobrepeso y la obesidad infantil pueden prevenirse desde la más tierna infancia, con una alimentación sana, adecuada y con mucha libertad para jugar. Pero si esto no basta, en el próximo tema veremos otras medidas que pueden ser realmente eficaces contra el sobrepeso infantil.
La obesidad infantil es uno de los grandes males de la población en la actualidad. Es uno de los temas relacionados con la alimentación que más preocupa a los padres pues puede desencadenar graves problemas para la salud de los niños, tanto físicos como psicológicos. Desde enfermedades cardiovasculares o diabetes a trastornos en su desarrollo psicológico son algunas de las consecuencias de padecer un peso descontrolado.
Es muy importante comenzar a combatir el sobrepeso desde el nacimiento inculcando hábitos de vida saludables en los niños desde que son muy pequeños. Siguiendo algunas pautas de conducta podemos evitar la obesidad de infantil en nuestros hijos.
Es preocupante que más del 20% de los niños de entre 3 y 12 años padezcan sobrepeso. Por eso, enumeraremos algunos consejos a seguir para prevenirlo, como por ejemplo:

  • Adoptar hábitos alimenticios saludables: una dieta equilibrada es la base de una buena alimentación. Los padres somos los encargados de inculcar en los niños una correcta alimentación y a veces somos nosotros los primeros que tenemos que cambiar el chip. Siguiendo las pautas de la pirámide de alimentos para niños estarán cubiertas sus necesidades nutricionales. Ten siempre en cuenta estas sencillas claves para una correcta alimentación infantil.

 

  • Realizar actividad física: el ejercicio, junto con una dieta equilibrada, es clave para evitar la obesidad infantil. Es determinante a la hora de prevenirla. Los expertos recomiendan al menos 15 minutos de actividad física moderada o intensa para mantener alejado el sobrepeso. La pirámide de actividad física para niños aconseja moverse cada día, realizar de 3-5 veces por semana al menos 20 minutos de ejercicio vigoroso y de 2-3 veces por semana ejercicio para potenciar la flexibilidad y la fuerza.

 

  • Evitar el sedentarismo: ya sabemos que la inactividad predispone al sobrepeso. La televisión tiene gran incidencia en los malos hábitos de alimentación en los niños, es una de las grandes enemigas de la obesidad infantil. Es muy importante apagarla a la hora de comer y sentarse a la mesa. En cualquier caso, se aconseja que los niños no permanezcan más de 2 horas al día frente a la televisión, el ordenador o la videoconsola.

 

  • Predicar con el ejemplo: es necesario cambiar nuestros propios hábitos para tener hijos más sanos. Si los niños nos ven inactivos y alimentándonos de forma incorrecta no estamos dando un buen modelo en el que reflejarse. De nada sirve el “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”. Debemos dar un buen ejemplo y seguro que nos beneficiaremos todos. Hacer ejercicio en familia es algo muy aconsejable que además contribuye a la unión familiar.

 

  • Compartir la mesa familiar: algunas investigaciones indican que los niños que comen con los padres consumen alimentos más sanos. Es importante compartir la mesa con los hijos al menos una vez al día tanto para controlar lo que comen como para hacer de la hora de la comida un momento agradable y relajado. Es además un ejercicio ideal para potenciar la comunicación familiar y atender las necesidades personales de cada miembro de la familia.


·   La alimentación es básica para el correcto desarrollo del niño, y es en la infancia cuando se establecen las bases para una adecuada nutrición el resto de la vida. Aquí os presentamos algunos consejos para una alimentación infantil sana, pequeñas (o grandes) cosas que podemos hacer desde que son pequeños para comer saludablemente en familia.
·   Y es que hay que procurar una buena nutrición incluso en crisis, estableciendo unos hábitos correctos con el día a día. Hay algunas cosas que podemos hacer para enseñarles a los niños cómo hacer elecciones saludables.
·   Aquí os ofrecemos el decálogo para una alimentación infantil sana, con los consejos que podemos seguir para que crezcan saludablemente al tiempo que conocerán más el entorno de la alimentación y les hará más autónomos y responsables ante la nutrición.

·   Involucrar a los niños en la alimentación


·   Los niños que se divierten y se involucran en las comidas aprenderán de manera sencilla lo que es más sano para ellos. La experiencia de hacer la compra con nosotros, escoger los alimentos, ayudarnos a preparar la comida… les familiarizará con todos aquellos alimentos que son beneficiosos para la salud. Podemos tener un pequeño huerto (si la casa lo permite) o pequeñas plantas aromáticas para que vean de dónde sale la comida.
·   Podemos jugar a hacer la compra en casa, con nuestro dinero imaginario y visitando la frutería, la pescadería… Hemos de dejar que los niños exploren y aprendan, incluso si escogen alimentos menos recomendables podemos explicarles por qué lo son, por qué es mejor que sean anecdóticos en la dieta (sin excluirlos por completo)…

·   Hablarles sobre los alimentos


·   En el colegio ya irán descubriendo nociones sobre hábitos saludables, pero es en casa donde debe empezar esta información, incluso antes de que empiecen a ir a la escuela. Por ello incluso los más pequeños pueden aprender qué es lo saludable y qué no lo es, hasta llegar a leer e interesarse por las etiquetas y a hacer elecciones saludables.
·   Hablando con ellos, explicándoles por qué son mejores unos alimentos que otros, por qué una alimentación sana y equilibrada les hará más felices, irán adquiriendo buenos hábitos y comprendiendo por qué lo hacen.

·   Tentempiés y meriendas saludables


·   Todos hemos recurrido a los zumos envasados o a los gusanitos en alguna ocasión, pero hacer de ello una costumbre puede repercutir negativamente en la salud de los pequeños. Por ello es importante ofrecer snacks y meriendas más saludables, optando por frutas y verduras, zumos naturales, bocadillitos, yogur… En definitiva, tentempiés bajos en grasas y azúcares.
·   Las chucherías no están prohibidas, pero han de ser consumidas de manera ocasional. Existen muchas alternativas a las chucherías que a los niños pueden parecerles realmente apetecibles, es cuestión de probar y dejarles que escojan de entre esos snacks más saludables los que más les gustan.

·   Una dieta variada


·   La mejor manera de alcanzar un estado nutricional adecuado es incorporar una amplia variedad de alimentos a nuestro menú diario y semanal. La variedad en la alimentación es tan importante porque no existe un alimento que contenga todos los nutrientes esenciales para nuestro organismo: cada alimento contribuye a nuestra nutrición de una manera especial y cada nutriente tiene funciones específicas en nuestro cuerpo.
·   Para gozar de buena salud, nuestro organismo necesita de todos ellos en cantidad adecuada. La pirámide de la alimentación quiere representar esta variedad.

·   Cocinar saludablemente


·   De nada sirve llenar nuestra despensa de alimentos variados y saludables si no los preparamos adecuadamente y por ejemplo utilizamos los fritos en exceso, o empleamos demasiada sal en la elaboración de los platos…
·   También hay ciertos nutrientes que, como las vitaminas, son muy delicados y requieren de nuestro cuidado para no ser destruidos, tanto en el momento de la preparación, como en el de la cocción. Como el calor y otros factores destruyen ciertas vitaminas y minerales, alterando así el valor nutritivo de los alimentos, hemos de tener en cuenta las características de cada alimento para no cocinarlos en exceso.
·   El baño maría, la cocción al vapor, la plancha, las frutas y verduras crudas y bien lavadas o peladas… son opciones que se deben incorporar en la dieta familiar.

Cinco comidas al día


Aunque es normal que los mayores nos saltemos alguna de estas citas importantes al día, los expertos en nutrición recomiendan realizar como mínimo, cinco comidas al día. Por lo tanto, lo ideal sería seguir la siguiente distribución: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena, y hemos de procurar que así sea para nuestros hijos. El desayuno es de especial importancia y no se puede suprimir para que los niños empiecen el día con energía.

Seamos su ejemplo


De nada sirve hablarles de lo buenas que son las frutas y las verduras si nosotros, los adultos, no las incluimos en nuestra dieta. Creo firmemente que, cuando los pequeños ya pueden comer de todo, lo mejor es que toda la familia tenga el mismo menú (en todo caso, con ligeras variaciones, y por supuesto en cantidades diferentes).
Si les mostramos que comemos saludablemente, haciendo esto de manera constante, ellos verán cuál es el modo habitual y “normal” de comer, a lo largo de los años y llevarán esos hábitos a su vida adulta y a las próximas generaciones.

Comamos en familia


El ritmo de vida actual no siempre lo permite, pero la hora de comer en familia es muy importante, sirve para disfrutar de la comida saludable, educándolos indirectamente con nuestro ejemplo, y fomentar la comunicación con nuestros hijos.
Alrededor de la mesa, además, se aprende hábitos como el lavado de manos, los buenos modales, la tranquilidad mientras se come… La televisión es un enemigo de la comunicación a la hora de comer.

Alimentación sana, y segura


La alimentación saludable se entiende como el conjunto de consejos para lograr una nutrición sana, pilar de la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, pero también segura, exenta de riesgo para la salud.
La compra, manipulación y cocinado de alimentos ha de seguir todas las normar de higiene para un consumo seguro, no se ha de romper la cadena de frío en los alimentos refrigerados, hay que lavarse bien las manos y los utensilios a la hora de cocinar…

Busquemos el cambio


Podemos contribuir a que el entorno sea más adecuado para una alimentación infantil sana. Podemos reclamar al colegio que ofrezcan menús más saludables en los comedores escolares, que no haya snacks perjudiciales para la salud al alcance de los niños o que no se repartan en las fiestas…
Las asociaciones de consumidores también estarán abiertas a nuestras quejas por anuncios de comida basura que consideremos inadecuados, y existen leyes al respecto, ya que la publicidad influye mucho en lo que comen o quieren comer nuestros hijos.
Siguiendo todos estos consejos para una alimentación infantil sana conseguiremos que nuestros hijos se alimenten mejor y sin riesgos innecesarios, con el consiguiente beneficio sobre la calidad de vida y la salud presente y futura de toda la familia.
Lo primero que deben de hacer es educar a niños y padres en materia nutricional. No vale con dar comida sana, hay que educar para saber cómo utilizar la comida y convertir la alimentación en saludable. Es realmente en la casa donde los niños maman la nutrición, por mucho que se les de o se les diga qué es bueno comer, si llegan a casa y ven todo lo contrario no hay nada que hacer.
Y la gran olvidada de siempre para adelgazar y luchar contra la obesidad: “la actividad física“. Es realmente esto lo que falla en la obesidad infantil, que el niño no mueva un dedo durante el día y año tras año vaya acumulando grasa que luego difícilmente se va a poder quitar.
Potenciar el deporte escolar es fundamental para luchar contra la obesidad. Los franceses llegan a tener 4 horas semanales de educación física más actividades extraescolares. Aqui sólo dos, y por la tarde son pocos los que siguen haciendo deporte. Que el niño vea como normal hacer actividad física todos los días es algo que en España no está implantado y mientras esto siga así la obesidad seguirá creciendo.
La obesidad infantil es uno de los grandes males de la población en la actualidad. Es uno de los temas relacionados con la alimentación que más preocupa a los padres pues puede desencadenar graves problemas para la salud de los niños, tanto físicos como psicológicos. Desde enfermedades cardiovasculares o diabetes a trastornos en su desarrollo psicológico son algunas de las consecuencias de padecer un peso descontrolado.
Es muy importante comenzar a combatir el sobrepeso desde el nacimiento inculcando hábitos de vida saludables en los niños desde que son muy pequeños. Siguiendo algunas pautas de conducta podemos evitar la obesidad de infantil en nuestros hijos.
Es preocupante que más del 20% de los niños de entre 3 y 12 años padezcan sobrepeso. Por eso, enumeraremos algunos consejos a seguir para prevenirlo, como por ejemplo:

  • Adoptar hábitos alimenticios saludables: una dieta equilibrada es la base de una buena alimentación. Los padres somos los encargados de inculcar en los niños una correcta alimentación y a veces somos nosotros los primeros que tenemos que cambiar el chip. Siguiendo las pautas de la pirámide de alimentos para niños estarán cubiertas sus necesidades nutricionales. Ten siempre en cuenta estas sencillas claves para una correcta alimentación infantil.

 

  • Realizar actividad física: el ejercicio, junto con una dieta equilibrada, es clave para evitar la obesidad infantil. Es determinante a la hora de prevenirla. Los expertos recomiendan al menos 15 minutos de actividad física moderada o intensa para mantener alejado el sobrepeso. La pirámide de actividad física para niños aconseja moverse cada día, realizar de 3-5 veces por semana al menos 20 minutos de ejercicio vigoroso y de 2-3 veces por semana ejercicio para potenciar la flexibilidad y la fuerza.

 

  • Evitar el sedentarismo: ya sabemos que la inactividad predispone al sobrepeso. La televisión tiene gran incidencia en los malos hábitos de alimentación en los niños, es una de las grandes enemigas de la obesidad infantil. Es muy importante apagarla a la hora de comer y sentarse a la mesa. En cualquier caso, se aconseja que los niños no permanezcan más de 2 horas al día frente a la televisión, el ordenador o la videoconsola.

 

  • Predicar con el ejemplo: es necesario cambiar nuestros propios hábitos para tener hijos más sanos. Si los niños nos ven inactivos y alimentándonos de forma incorrecta no estamos dando un buen modelo en el que reflejarse. De nada sirve el “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”. Debemos dar un buen ejemplo y seguro que nos beneficiaremos todos. Hacer ejercicio en familia es algo muy aconsejable que además contribuye a la unión familiar.

 

  • Compartir la mesa familiar: algunas investigaciones indican que los niños que comen con los padres consumen alimentos más sanos. Es importante compartir la mesa con los hijos al menos una vez al día tanto para controlar lo que comen como para hacer de la hora de la comida un momento agradable y relajado. Es además un ejercicio ideal para potenciar la comunicación familiar y atender las necesidades personales de cada miembro de la familia.


·   La alimentación es básica para el correcto desarrollo del niño, y es en la infancia cuando se establecen las bases para una adecuada nutrición el resto de la vida. Aquí os presentamos algunos consejos para una alimentación infantil sana, pequeñas (o grandes) cosas que podemos hacer desde que son pequeños para comer saludablemente en familia.
·   Y es que hay que procurar una buena nutrición incluso en crisis, estableciendo unos hábitos correctos con el día a día. Hay algunas cosas que podemos hacer para enseñarles a los niños cómo hacer elecciones saludables.
·   Aquí os ofrecemos el decálogo para una alimentación infantil sana, con los consejos que podemos seguir para que crezcan saludablemente al tiempo que conocerán más el entorno de la alimentación y les hará más autónomos y responsables ante la nutrición.

·   Involucrar a los niños en la alimentación


·   Los niños que se divierten y se involucran en las comidas aprenderán de manera sencilla lo que es más sano para ellos. La experiencia de hacer la compra con nosotros, escoger los alimentos, ayudarnos a preparar la comida… les familiarizará con todos aquellos alimentos que son beneficiosos para la salud. Podemos tener un pequeño huerto (si la casa lo permite) o pequeñas plantas aromáticas para que vean de dónde sale la comida.
·   Podemos jugar a hacer la compra en casa, con nuestro dinero imaginario y visitando la frutería, la pescadería… Hemos de dejar que los niños exploren y aprendan, incluso si escogen alimentos menos recomendables podemos explicarles por qué lo son, por qué es mejor que sean anecdóticos en la dieta (sin excluirlos por completo)…

·   Hablarles sobre los alimentos


·   En el colegio ya irán descubriendo nociones sobre hábitos saludables, pero es en casa donde debe empezar esta información, incluso antes de que empiecen a ir a la escuela. Por ello incluso los más pequeños pueden aprender qué es lo saludable y qué no lo es, hasta llegar a leer e interesarse por las etiquetas y a hacer elecciones saludables.
·   Hablando con ellos, explicándoles por qué son mejores unos alimentos que otros, por qué una alimentación sana y equilibrada les hará más felices, irán adquiriendo buenos hábitos y comprendiendo por qué lo hacen.

·   Tentempiés y meriendas saludables


·   Todos hemos recurrido a los zumos envasados o a los gusanitos en alguna ocasión, pero hacer de ello una costumbre puede repercutir negativamente en la salud de los pequeños. Por ello es importante ofrecer snacks y meriendas más saludables, optando por frutas y verduras, zumos naturales, bocadillitos, yogur… En definitiva, tentempiés bajos en grasas y azúcares.
·   Las chucherías no están prohibidas, pero han de ser consumidas de manera ocasional. Existen muchas alternativas a las chucherías que a los niños pueden parecerles realmente apetecibles, es cuestión de probar y dejarles que escojan de entre esos snacks más saludables los que más les gustan.

·   Una dieta variada


·   La mejor manera de alcanzar un estado nutricional adecuado es incorporar una amplia variedad de alimentos a nuestro menú diario y semanal. La variedad en la alimentación es tan importante porque no existe un alimento que contenga todos los nutrientes esenciales para nuestro organismo: cada alimento contribuye a nuestra nutrición de una manera especial y cada nutriente tiene funciones específicas en nuestro cuerpo.
·   Para gozar de buena salud, nuestro organismo necesita de todos ellos en cantidad adecuada. La pirámide de la alimentación quiere representar esta variedad.

·   Cocinar saludablemente


·   De nada sirve llenar nuestra despensa de alimentos variados y saludables si no los preparamos adecuadamente y por ejemplo utilizamos los fritos en exceso, o empleamos demasiada sal en la elaboración de los platos…
·   También hay ciertos nutrientes que, como las vitaminas, son muy delicados y requieren de nuestro cuidado para no ser destruidos, tanto en el momento de la preparación, como en el de la cocción. Como el calor y otros factores destruyen ciertas vitaminas y minerales, alterando así el valor nutritivo de los alimentos, hemos de tener en cuenta las características de cada alimento para no cocinarlos en exceso.
·   El baño maría, la cocción al vapor, la plancha, las frutas y verduras crudas y bien lavadas o peladas… son opciones que se deben incorporar en la dieta familiar.

Cinco comidas al día


Aunque es normal que los mayores nos saltemos alguna de estas citas importantes al día, los expertos en nutrición recomiendan realizar como mínimo, cinco comidas al día. Por lo tanto, lo ideal sería seguir la siguiente distribución: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena, y hemos de procurar que así sea para nuestros hijos. El desayuno es de especial importancia y no se puede suprimir para que los niños empiecen el día con energía.

Seamos su ejemplo


De nada sirve hablarles de lo buenas que son las frutas y las verduras si nosotros, los adultos, no las incluimos en nuestra dieta. Creo firmemente que, cuando los pequeños ya pueden comer de todo, lo mejor es que toda la familia tenga el mismo menú (en todo caso, con ligeras variaciones, y por supuesto en cantidades diferentes).
Si les mostramos que comemos saludablemente, haciendo esto de manera constante, ellos verán cuál es el modo habitual y “normal” de comer, a lo largo de los años y llevarán esos hábitos a su vida adulta y a las próximas generaciones.

Comamos en familia


El ritmo de vida actual no siempre lo permite, pero la hora de comer en familia es muy importante, sirve para disfrutar de la comida saludable, educándolos indirectamente con nuestro ejemplo, y fomentar la comunicación con nuestros hijos.
Alrededor de la mesa, además, se aprende hábitos como el lavado de manos, los buenos modales, la tranquilidad mientras se come… La televisión es un enemigo de la comunicación a la hora de comer.

Alimentación sana, y segura


La alimentación saludable se entiende como el conjunto de consejos para lograr una nutrición sana, pilar de la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, pero también segura, exenta de riesgo para la salud.
La compra, manipulación y cocinado de alimentos ha de seguir todas las normar de higiene para un consumo seguro, no se ha de romper la cadena de frío en los alimentos refrigerados, hay que lavarse bien las manos y los utensilios a la hora de cocinar…

Busquemos el cambio


Podemos contribuir a que el entorno sea más adecuado para una alimentación infantil sana. Podemos reclamar al colegio que ofrezcan menús más saludables en los comedores escolares, que no haya snacks perjudiciales para la salud al alcance de los niños o que no se repartan en las fiestas…
Las asociaciones de consumidores también estarán abiertas a nuestras quejas por anuncios de comida basura que consideremos inadecuados, y existen leyes al respecto, ya que la publicidad influye mucho en lo que comen o quieren comer nuestros hijos.
Siguiendo todos estos consejos para una alimentación infantil sana conseguiremos que nuestros hijos se alimenten mejor y sin riesgos innecesarios, con el consiguiente beneficio sobre la calidad de vida y la salud presente y futura de toda la familia.
Los expertos resaltan la importancia de que nuestros menores desayunen de forma correcta, ya que es la comida más importante del día. El estudio de la Fundación Thao ha revelado que uno de cada tres niños no desayuna antes de salir de casa, lo que supone un grave error en materia de alimentación. Levantarles un poco más temprano y poner a su disposición alimentos sanos y apetecibles puede ayudar a resolver el problema. 
A continuación les dejamos algunos consejos que pueden ayudar a que niños y adolescentes incorporen un ración más cercana a la recomendable de vegetales y alimentos saludables. 

  • Los platos deben presentarse de forma divertida. La comida entra primero por los ojos.  
  • Las frutas son fáciles de cargar a cualquier lado y aportan energía. Poner en la mochila de nuestro niño una manzana, banana, o frutos secos.  

Es una estrategia que puede tomar un poco de tiempo, pero es una buena idea tomarse el trabajo de poner frutas y verduras bien visibles en la cocina, o ser lo primero que se ve cuando se abre el refrigerador. ¡Funciona! Si el niño ve primero las frutas y está con prisa, probablemente las coma.


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