Llevan los peperos más de un año con amenazas y con peticiones de adelanto de elecciones. Naturalmente, desde el momento que vieron que las encuestas les eran propicias, ni un minuto antes. Desde entonces, están dando la barrila y en cada entrevista, comparecencia, inauguración, sale el pepero de turno, bien sea un alcalde de un pueblo pequeño, el presidente de una comunidad o el mismo Rajoy, con la misma cantinela: ¡Hay que adelantar las elecciones! Como si hubiera un concurso y el que más lo repitiere ascendiera en el escalafón pepero.
Vamos a ver, son ustedes cansinos, además, reconociendo que Zapatero está culminando una segunda legislatura desastrosa, entiendo que la solución no es Rajoy, pero no quiero profundizar en este tema –entre otras cosas porque entre diciembre y marzo, poco cambia la cosa--, tocado en otras ocasiones, sino en las formas democráticas que existen y permiten situaciones que no se están explotando.
Y es que aunque ustedes lo saben muy bien, permítanme recordarles que existe la llamada “moción de censura” que sirve para censurar al gobierno desde el parlamento y, en caso de obtener mayoría en la cámara, cambiar de presidente. Ustedes que creen tanto en las instituciones, que se hartan de hablar de cumplir la ley, que han contribuido y contribuyen a hacer de esta democracia diezmada y su Constitución algo intocable, resulta que ahora no quieren utilizar las armas que les da la misma. ¡Ver para creer!
Lo que ocurre es que ustedes juegan con trampa, sólo quieren utilizar esa moción de censura si ganan, y en ese parlamento que tanto ensalzan --en el que están sobrerrepresentados por una ley electoral injusta--, para ganar no basta con querer, la democracia parlamentaria les exige sacar mayoría absoluta, cosa imposible si no convencen a los partidos nacionalistas.
Hagan el favor, no den más la vara, déjennos en paz, y si quieren que se convoquen elecciones, presenten una moción de censura, gánenla y con su presidente disuelvan las cámaras. Eso es lo legal, lo demás la letanía de siempre, del “váyase Sr. González”, que duró varios años, al “convoque elecciones Sr. Zapatero”, todo menos seguir las pautas legales y jugarse el tipo. Así es que si ustedes son tan constitucionalistas y creen tanto en las leyes y en el parlamento, actúen en consecuencia. Porque, mientras no ganen esa moción de censura, volver a la letanía de siempre se ha convertido en un tantra, cuya repetición se está haciendo insoportable y más si se dice desde un sofá, fumándose un puro.
Salud y República