Aunque tenemos varios antecedentes a nivel nacional (*) parece que fueron los antiguos romanos los que inventaron esa moda de la abdicación.
Su creador fue el emperador Diocleciano, famoso por sus célebres persecuciones de cristianos, inventor también del sistema de la tetrarquía, una especie de “imperio romano descentralizado” -como el sistema autonómico español- gobernado por cuatro personas, dos emperadores, uno principal en oriente, el propio Diocleciano y otro auxiliar en occidente, Maximiano, y dos césares, Constancio Cloro y Galerio. Un sistema a cuatro bandas ideado para administrar mejor el vasto territorio en que se había convertido el chiringuito romano. El objetivo era solucionar los problemas de cada región con rapidez y eficacia. Corría el siglo III de nuestra era. El caso es que a los veinte años de su reinado, ya empezó a pensar Diocleciano en dejar su cetro y en cómo habría que hacerse la sucesión. Una enfermedad vino a acelerar esos planes de jubilación anticipada. Y en el año 305 abdicó, convirtiéndose en el primer emperador romano que presentó su dimisión. De paso obligó a Maximiano a hacer lo mismo, dejando como beneficiarios a los dos césares. Tras renunciar al trono, se retiró a su palacio de la costa dálmata donde se dedicó a una vida tranquila ocupándose del cultivo de su huerto y de algunas labores de jardinería. Allí, junto al mar Adriático, vivió tranquilo algunos años hasta su muerte, más preocupado del tamaño de sus coles que de las glorias mundanas. ____________(*) El caso primero en nuestra historia moderna tuvo que ver con la figura de Carlos V, quien abdicó en su hijo, otro Felipe, para retirarse tranquilo a soportar sus ataques de gota y sus depresiones entre los muros del Monasterio de Yuste.
Sin embargo, los que se llevaron la palma en esto de la abdicación fueron los Borbones. El primero de la saga, Felipe V, ya abdicó en su hijo Luis I; pero como este murió a los pocos meses, tuvo que retomar el trono. Con la invasión napoleónica abdicaron en Bayona Carlos IV y su heredero Fernando VII, quien después recuperaría la corona. A Isabel II la echaron del trono y de España y tardó nada menos que dos años en abdicar en su hijo Alfonso XII. Alfonso XIII tuvo que renunciar también al trono cuando se proclamó la Segunda República. Y por último, el caso actual de Juan Carlos I. Es decir, 6 de un total de 10 reyes borbones abdicaron.