Revista Cultura y Ocio

La M.O.D.A.: "Hemos crecido poniendo la baldosa que íbamos a pisar al día siguiente"

Por David Gallardo @mercadeopop

LA M.O.D.A. (FOTO: ALEX RADEMAKERS)


La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.) lleva un año haciendo kilómetros por el mundo con su tercer disco, Salvavida (de las balas perdidas). Tanto es así que, sin dejar de tocar por España, acaban de hacer incursiones en lugares tan dispares como México, Londres o Dublín. Y tienen una fecha marcada en rojo el 1 de diciembre en el WiZink Center de Madrid.

Y es tal la velocidad de crucero que han alcanzado que entre concierto y concierto aprovecharon su visita a territorio estadounidense para contactar con Steve Albini (famoso por sus trabajos con Nirvana y Pixies, entre muchísimos más) para grabar un EP con tres nuevas canciones en el feudo del productor e ingeniero de sonido en Chicago.

"Le mandamos un correo, nos pidió un par de canciones y nos dijo que ok, que le sonábamos bien y que currábamos", explica a Mercadeo Pop el vocalista y guitarrista David Ruiz, quien añade que como fans de Albini han disfrutado "viendo todo el equipo que tiene", sintiéndose como parte "uno de esos documentales que tantas veces hemos visto todos", como Sonic Highways de Dave Grohl.

Sobre esta experiencia, aún añade: "Nos daba un poco de reparo contactar con él pero, por otro lado, es conocido por tratar a todos los grupos con consideración, sean muy famosos o desconocidos. Albini te espera vestido con el mono de trabajo como si estuviera en un taller, porque es como se toma la música él al final. La experiencia ha sido todo lo que nos esperábamos y más".

Encantados con el resultado, los miembros del grupo burgalés aseguran que el famoso productor ha sabido sacarles "un sonido más crudo, potente, enérgico y real". "Hay menos clarinete, menos acordeón y menos banjo, que son nuestros sonidos más característicos hasta ahora. Queríamos ofrecer otra cara que no está en nuestros discos", resume David Ruiz.

En esta línea, el guitarrista Nacho Mur subraya que "todos los instrumentos suenan enormes y gordos", como los discos que ellos han escuchado "toda la vida". De la misma opinión es David, quien remata: "Suena más cañero y eso es premeditado. Se ha conseguido esa caña y esa rabia que queríamos. Estamos muy contentos de nuestros discos, pero siempre nos han dicho que el directo tiene otro sonido que no tiene nada que ver. Queríamos intentar captarlo en estas canciones".



EN CONSTANTE MOVIMIENTO

Este nuevo EP llega en el mejor momento de La M.O.D.A. en sus siete años de vida. Tanto por inspiración como por popularidad. "Va a hacer ya un año del disco y cuando acabe 2018 habremos hecho cerca de 90 conciertos sin contar 15 acústicos", remarca David, quien defiende que "los discos se tardan mucho en hacer y caducan demasiado rápido". "Queremos estirar a Salvavida porque seguimos sintiendo las canciones", apostilla.

Asimismo, concede el vocalista que con su mezcla de folk, blues, rock y punk, ellos marcan su propio camino sin fijarse en modas y, además, desde la independencia más absoluta: "Nosotros sentimos a veces que estamos buscando en una habitación a oscuras sin saber si hay público para lo que hacemos. Pero es que en realidad eso nos suele dar igual a nosotros y a casi todos los grupos. Por suerte, parece que hemos encontrado un interruptor o alguna luz".

Con algo han dado, eso está claro, pues a falta de un mes para su concierto en el WiZink Center ya han vendido más de 10.000 entradas -siguen a la venta en en la web oficial del grupo-. "Nos parece increíble que un grupo como el nuestro, sin discográfica y sin nada, haya metido tanta gente ahí a día de hoy", confiesa David, quien espera que sea una noche "mágica" tanto para ellos como para el público.

Pero entonces se responde a sí mismo con una inyección de realidad. "La música es muy cambiante, hay muchas subidas y bajadas. Hoy parece que todo está pasando fácil, pero algún día esto se acabará y no será todo tan bonito", reflexiona el vocalista, dando luego la palabra a Nacho de nuevo: "Somos conscientes de lo difícil que es vender entradas. Es dinero que la gente se deja confiando en ver un espectáculo que le guste".

Retoma el timón de la conversación David para afirmar que la banda ahora siente "más presión que nunca" al vender más entradas. "Para nosotros el público es sagrado y no queremos decepcionarle. A esta gente que nos sigue lo que hacemos le ha llegado al corazón de una forma u otra y son como nuestra familia, por lo que no podemos defraudarles", remata.

Con este discurso, no sorprende que David recalque que ellos son "amantes de la música desde chavales" y ahora están "viviendo un sueño de adolescencia". Y destaca: "No somos estrellas del pop ni de la música, somos un grupo que ha conseguido llegar a la gente con sus canciones. No nos hemos hecho famosos por la ropa o salir en la tele. Hemos crecido casi poniendo la baldosa que íbamos a pisar al día siguiente. Uno gana consistencia cuando va poniendo el suelo que luego va a pisar".

UN ÉXITO SORPRENDENTE

Hilando con las palabras de sus compañeros aunque cambiando un poco de tercio, todos se muestran sorprendidos por el éxito conseguido, si bien Joselito Maravillas (acordeón y coros) aprovecha para plantear que "si hay gente que va a escuchar reguetón, también tiene que haber gente" que les escuche a ellos.

Coincide David, quien añade: "Hay muchas propuestas que se alejan de la música comercial y que están sorprendiendo a la gente. Como Morgan, que es un grupo que nos gusta mucho y va a tocar dos noches en el Price cantando en inglés. O Guadalupe Plata o Depedro. Son esos pequeños milagros de gente que no tiene discográfica, que no tiene padrinos, que no está en una promotora grande que empuje para entrar en los festivales".

Habla entonces el guitarrista Nacho Mur para conceder que "con un poco de perspectiva" sí que puede "parecer una película" todo lo que les está pasando, pero ellos no son conscientes del todo porque están "ocupados todo el rato trabajando en todos los aspectos del grupo". "Si paramos sí que nos damos cuenta de que es un poco increíble", desliza con una sonrisa incontenible.

"Es que nosotros estamos tratando continuamente de boicotear nuestro éxito en nuestra cabeza", bromea David, quien prosigue asegurando que intentan "quitarle hierro e importancia a todo" lo que consiguen. "Nos está yendo bien así, tirando de perfil bajo. Pero cuando paramos, pensamos que es un poco increíble ver que estamos compitiendo con artistas respaldados por grandes discográficas", señala.

PLANES A CORTO Y MEDIO PLAZO

La gran cita del 1 de diciembre en el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid no será el final del año para La Maravillosa Orquesta del Alcohol, pues aún tendrán que visitar Murcia (7 de diciembre, Teatro Circo) y A Coruña (15 de diciembre, Sala Inn). Tras el necesario descanso, la banda regresará a los escenarios en abril para recorrer España durante 2019 hasta el mes de noviembre del próximo año.

"Queremos hacer una despedida de gira en varias ciudades. También salir a Argentina por primera vez, volver a Estados Unidos y volver a México en marzo. A ver si sale algo en Chile, Uruguay, Paraguay... que son países desde donde nos escriben mucho. Y nos encantaría tocar por Europa", concluye David animándose poco a poco a medida que va enumerando los planes futuros de La M.O.D.A. Esa orquesta de chavales burgaleses que recorren el mundo con un grito de guerra claro: Nunca olvides de donde vienes.

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