La moda playera vintage que resiste el tiempo: entrevista con un experto en estilo retro
¿Qué hay detrás del glamour de los años 40 en la playa? Para descubrirlo, conversé con Enrique “Kiko” Marroquín, diseñador y coleccionista de moda vintage. Su pasión por esta década lo llevó a abrir una boutique en Valencia especializada en recrear la elegancia funcional de aquellos días. Entre anécdotas, datos curiosos y reflexiones, Kiko nos transporta a una época donde la necesidad de la guerra convivía con el ingenio del diseño.
¿Cómo reinventar la moda en medio de una guerra?
La pregunta con la que arrancó nuestra charla era casi una trampa. Kiko, con una sonrisa socarrona, me replicó:
“Es que justo en la escasez nace la creatividad. Los años 40 no solo fueron una época de restricciones materiales, sino de redefinir qué era esencial. ¿Sabías que las mujeres de esa época adaptaron el glamour de Hollywood a las playas, incluso con racionamiento de tela?”.
La Segunda Guerra Mundial marcó una pauta de austeridad que impactó incluso en los pequeños placeres de la vida, como disfrutar del sol en la costa. Pero, según Kiko, en vez de ceder ante la monotonía, las mujeres buscaron resaltar la feminidad con lo que tenían a mano. “Un traje de baño de los 40 no era solo ropa, era casi una declaración de resiliencia”, dice.
¿Por qué los trajes de baño de una pieza siguen siendo icónicos?
“¿Te has fijado en los detalles?” pregunta mientras me muestra una de sus piezas favoritas: un traje negro de una pieza con una pequeña falda plisada. “Los diseños de los 40 estaban pensados para esculpir la figura. Las ballenas interiores y los fruncidos eran como un guiño a la corsetería clásica, pero adaptados para la playa”.
Enrique me contó que las siluetas ajustadas y los escotes halter no eran simplemente una cuestión estética. Eran una respuesta práctica para evitar que el traje se desplazara durante el movimiento. “El diseño era tan funcional que podía lucir perfecto en una foto de estudio o al salir del agua. Esa dualidad de elegancia y practicidad es lo que los hace eternos”.
El bikini: ¿revolución o provocación?
Aquí su tono cambió. Como buen amante de la historia, Kiko no podía evitar emocionarse al hablar del mítico 1946, el año en que Louis Réard presentó el primer bikini al mundo. “Lo llamó así porque quería que fuera tan explosivo como las pruebas nucleares en el atolón Bikini. ¡Y vaya si lo logró!” exclama entre risas.
Pero también señala que el bikini no fue un éxito instantáneo. “En su momento, el diseño fue visto como demasiado atrevido. En algunos lugares estaba prohibido, y las estrellas de Hollywood se resistían a usarlo. No fue hasta los años 50 y 60 cuando su popularidad realmente despegó”.
Kiko reflexiona sobre cómo el bikini representó un cambio cultural profundo: “Fue una pequeña ventana hacia un mundo más libre. Aunque, paradójicamente, nació en una época donde la modestia seguía siendo la norma”.
¿Qué rol jugó Hollywood en esta narrativa?
Para Enrique, la influencia de Hollywood es innegable. “Sin actrices como Rita Hayworth o Esther Williams, la moda de los 40 no habría sido tan influyente. Piensa en esas imágenes de Rita con su melena ondulada y su traje blanco. Eran íconos de un estilo que combinaba glamour y naturalidad”.
Me muestra una fotografía de Gene Tierney luciendo un traje de baño de dos piezas. “Los tops tipo bandeau y los pantalones de cintura alta fueron un avance hacia lo que hoy consideraríamos sexy, pero en aquel entonces seguían siendo recatados. ¡Mostraban solo un pequeño fragmento del abdomen!”
Kiko hace una pausa y añade: “Esa contención es lo que las hace tan sofisticadas. Es como dejar algo a la imaginación, ¿no crees?”.
¿Qué podemos aprender de la moda retro para el futuro?
“Hoy, con la sobreproducción y las tendencias pasajeras, olvidamos el valor de lo atemporal”, reflexiona Enrique. Me cuenta que los materiales de los años 40, como el rayón y el algodón, eran simples pero efectivos. “En la guerra no había lujo, pero sí calidad. Esa es una lección que deberíamos rescatar”.
Los estampados, como los lunares o las flores, también tenían su mensaje. “Los colores patrióticos eran una forma de conectar con el espíritu de la época. Y, aunque las mujeres estaban en la playa, seguían siendo conscientes del contexto mundial. Era moda con un propósito”.
¿Por qué vuelven los sombreros de paja y los accesorios vintage?
Aquí, Kiko no puede contener el entusiasmo. “El sombrero grande de paja es un clásico por una razón. No solo protege del sol; es un símbolo de elegancia relajada”. También menciona las gorras de baño, que hoy pueden parecer anticuadas pero que en su época eran un accesorio imprescindible.
“Es curioso cómo incluso el maquillaje ligero para la playa era parte del look. La influencia del cine hacía que las mujeres quisieran verse como estrellas, incluso en las vacaciones”.
“La moda es un reflejo de la historia, pero también una escapatoria”
Al final de nuestra charla, Enrique me deja con una reflexión que resonará con cualquiera que ame lo vintage: “La moda playera de los años 40 no solo es un estilo. Es un recuerdo de cómo, incluso en tiempos difíciles, las personas buscan belleza y dignidad en lo cotidiano”.
Antes de despedirnos, me muestra un traje de baño reconstruido con técnicas de la época. “¿No es fascinante cómo algo tan sencillo puede decir tanto?” pregunta con un brillo nostálgico en los ojos.
Y ahí está la clave: la moda no es solo ropa. Es historia, identidad y, sobre todo, un pequeño escape hacia la belleza.