El rey Juan Carlos se ha contagiado del desprestigio creciente de los políticos españoles, que figuran ya en las encuestas como el tercer gran problema del país, por delante del terrorismo, la inseguridad ciudadana y la escasez de vivienda. Si se preguntara a los españoles si el rey es o no es un político más, muchos respenderían que sí, lo que significa que existe una tendencia a considerarlo un miembro más de la "casta", algo terrible para la institución monarquica que, por ahora, sigue siendo la mejor valorada entre las instiuciones del poder, pero cuyo declive es evidente. Este año, su discurso de Navidad lo han seguido 850.000 españoles menos que el año anterior y casi dos millones menos que en el año 2.000. Sus extrañas amistades, su imprudente apuesta personal por Zapatero, el peor dirigente de la España moderna y su silencio incomprensible ante la corrupción pública, las mentiras del poder, la decadencia de España y los sufrimientos de los españoles, cada día más marginados y maltratados por el poder político socialista, más pobres y con menos confianza en el liderazgo, le están pasando factura.
Reproducimos hoy un interesante artículo sobre el declive de la monarquía de Juan Carlos, que hemos leído en la revista Valencia Opinión
LA MONARQUÍA EN SUS PEORES MOMENTOS
El Rey es una figura en declive, por lo menos si atendemos a la cifra de españoles que siguen sus discursos por Navidad. Cada vez menos, y entre los que lo ven, cada vez hay más decepcionados. Sus extrañas amistades, los escándalos y su conocido carácter de ‘bon vivant’ están pasando factura. Y es que tan solo una media de 7.120.000 espectadores han seguido este año el mensaje navideño del Rey, lo que supone de nuevo el peor dato de la última década, con 850.000 menos que en 2009 y cerca de dos millones menos que en 2000, según un estudio de Barlovento Comunicación sobre datos de Kantar Media.
El discurso de Nochebuena del Monarca ha vuelto a perder este año seguidores, a pesar de la TDT y de los 33 canales que lo han ofrecido en esta ocasión, cuatro más que el año pasado, cuando atrajo a 7.979.000 personas (que ya fue el menos visto de la última década), con una cuota del 72,0%, frente al 65,6% de este año.
En cambio, los índices de consumo televisivo en la franja horaria correspondiente al mensaje han sido los segundos mayores de la historia, sólo por detrás de los registrados el año pasado.
Un total de 10.847.000 individuos veían televisión en dicha franja, alrededor de 225.000 espectadores menos que en 2009.
La evolución de la audiencia de la alocución de don Juan Carlos ha sido la siguiente en la última década: 9.140.000 espectadores y 87,2% de “share” en el año 2000; 8.956.000 en 2001; 8.265.000 en 2002; 8.457.000 en 2003; 8.235.000 en 2004; 8.648.000 en 2005; 8.683.000 en 2006; 8.738.000 en 2007; 8.593.000 en 2008 y 7.979.000 en 2009.
De nuevo en 2010, La 1 fue la cadena elegida por los españoles para seguir mayoritariamente las palabras del soberano, al congregar a más de 2,2 millones de televidentes y una cuota del 20,4%, seguida por Telecinco (1.402.000 y 12,9%) y Antena 3 (1.186.000 y 10,9%).
La 1 fue la cadena líder en todas las variables sociológicas de edad, clase social, hábitat y ámbitos geográficos con la excepción de los niños de 4 a 12 años, donde Antena 3 fue la referencia; de Andalucía, donde Canal Sur fue la cadena más vista al reunir 354.000 espectadores y una cuota de 17,9%, y de Canarias y Baleares, donde lideró Telecinco.
Yolanda Couceiro Morín
Revista Opinión
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