A pesar de que las mujeres han alcanzado logros importantísimos en las últimas décadas, continúan existiendo ámbitos de la sociedad considerados "típicamente masculinos". Uno de ellos, la informática, un sector en el que, curiosamente, algunas mujeres fueron clave en su desarrollo. Tales fueron los casos de Ada Lovelace o Hedy Lamarr. Otro de estos nombres propios fue una monja norteamericana que no dudó en compatibilizar sus rezos con los números.
Mary Kenneth Keller fue una religiosa que en 1932 había ingresado en la congregación de las Hermanas de la caridad de la Virgen María, en la que se ordenó como monja ocho años después. De su vida anterior no he conseguido encontrar nada, incluso su fecha de nacimiento oscila entre los años 1913 y 1914. Lo que está claro es que la hermana Mary no iba a dedicar todo su tiempo a la vida contemplativa. Apasionada de los números, estudió en varias universidades, entre ellas la Universidad de Dartmouth, que rompió con una larga tradición de casi dos siglos de vetar su acceso a las mujeres.
En 1958, tras licenciarse en matemáticas y obtener un máster en la misma disciplina y en física, Mary rompió otro techo de cristal al ingresar en el laboratorio de Ciencias de la Informática en el que participó en el desarrollo del lenguaje de programación BASIC, un lenguaje que permitiría acercar la informática a amplios sectores, entre ellos estudiantes de informática. La hermana Mary Kenneth Keller se implicó en este proyecto porque creía en la necesidad de acercar la informática a la educación. En este sentido, años después participó en la creación de la Association Suporting Computer User in Educations que trabajó para acercar el uso de los ordenadores a las escuelas.
La hermana Mary compaginó su vida religiosa con su pasión por la informática y trabajó para acercar los ordenadores a las escuelas y abrir las puertas de la ciencia a las mujeres.
En 1965 volvió a hacer historia al convertirse en la primera persona en obtener en los Estados Unidos un doctorado en Ciencias Informáticas con su tesis "Inferencia inductiva de patrones generados por computadora".
Mary Kenneth Keller defendió la necesidad de que las mujeres tuvieran el mismo acceso que los hombres a las ciencias en general y a la informática en particular. Falleció el 10 de enero de 1985 tras una vida dedicada a la oración y alabanza a Dios y al estudio de los números.