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Desde hace un mes estamos siendo bombardeos, en los medios de comunicación de medio mundo, por el escándalo de la carne de caballo, y la verdad es que no entiendo muy bien porque tanta alarma.
En principio se dijo que se debía simplemente a un error en el etiquetado, luego se comentó que podía acarrea ciertos riesgos para la salud… Sin embargo esto sólo es posible si se consume carne de equino con restos del antiinflamatoriofenilbutazona, que en grandes cantidades puede ser perjudicial para los humanos. Por el momento no queda claro si estos alimentos contienen esta sustancia o si la cantidad que contienen es suficiente como para dañar la salud humana. Mientras tanto, la noticia que estalló hace un mes en Reino Unido y en Irlanda ha salpicado al resto de países europeos y está llegando al continente asiático.
Una alarma que va a salir cara, ya que como dice el dicho, “a veces es peor el remedio que la enfermedad”. Por el momento, se estima que se puedan perder 750 toneladas de alimentos precocinados. Aunque paradójicamente algunas empresas tienen los productos congelados hasta tener un veredicto de las autoridades nacionales, con el fin de donarlos y no perderlos. ¿Entonces en qué quedamos, son perjudiciales para la salud o no? Porque no entiendo como no se pueden vender pero si regalar. A parte de las pérdidas económicas, debemos tener en cuenta la imagen dañada de algunas marcas por su etiquetado erróneo, y por consiguiente la pérdida de confianza por parte del consumidor. Y yo me pregunto: ¿Realmente, dejaremos los consumidores de ingerir las famosas albóndigas del ikea, los tortellini de carne de Buitoni o los canelones de carne de La cocinera? o ¿todo quedará como una mera anécdota?
Entiendo, que la carne de caballo de cierto respeto y quizás cierto rechazo pero tampoco creo que sea para tanto, ya que la carne de potro es muy roja, sabrosa, sana, con una gran aportación de proteínas, rica en hierro y baja en grasa. De hecho, es muy recomendada para niños, ancianos, deportistas o personas con anemia. Y en algunos países como en Venezuela, Argentina, Rusia o Kazajistán su consumo es habitual. Incluso hay países como China donde la carne de perro o de gato está presente en los supermercados y restaurantes, y esto es de lo más normal. Por poner otro ejemplo, nosotros consumimos ancas de rana o caracoles y otros países lo consideran repugnante.
Para calmar a los consumidores, desde Europa se ha llegado al acuerdo de realizar test en todos los países de la UE en busca de rastros de ADN de caballo en los alimentos transformados y comercializados como vacuno, con el fin de evitar nuevos fraudes. Y yo me pregunto, ¿acaso antes no se llevaban a cabo los estrictos controles sanitarios y de calidad? o es que ¿Es necesario que ocurran estas cosas para tomar medidas?