Desde el arzobispado de Valencia se está impulsando un programa de educación sexual en las aulas. Naturalmente, como es previsible el modelo impuesto, que será impartido el curso que viene y desarrollado por una entidad vinculada al Opus Dei, trata de adoctrinar a los jóvenes la moral católica.
La premisa fundamental es: "La familia humana es funcional, y en ese sentido la sexualidad está orientada a la procreación". Así es que se denosta el uso de anticonceptivos, incluido el preservativo –sigue la teoría papista por la que el condón no es seguro-- y se promueve la abstinencia como modelo de relación. N
aturalmente se ataca la masturbación que es un vicio que lleva por un camino equivocado (se ha avanzado, en mis tiempos se decía que te quedabas ciego o que te condenarías eternamente). El acto sexual sólo se concibe para la procreación. Por supuesto, el aborto es un crimen y de la pederasta nada se dice.Las clases, en principio –ya veremos en un futuro— están previstas en los colegios privados, y serán impartidas por sacerdotes –ya saben ustedes, gente experta en esto del sexo—, desde el próximo curso.
Como siempre la Iglesia creando su propio modelo y combatiendo la educación para la ciudadanía oficial. Siempre obsesionada por el sexo y olvidándose, por ejemplo, de condenar la corrupción, que en Valencia es la forma natural en que se da la política.
Salud y República