Revista Maternidad

La mordidita

Por Gabriel Benítez @BrazosMi
La mordidita
El otro día, jugando en el parque con el crío, vimos cómo un niño mordía a otro por un juguete. Acto seguido, reprimenda de la madre y rabieta del niño. Me resultó curioso porque el mío nunca ha llegado a morder por nada, es más, se asusta si cierra la boca con su propio dedo dentro al comer y rompe a llorar. Pero, por lo visto, yo sí mordí varias veces antes de que me quitaran las ganas de seguir haciéndolo.

¿Por qué muerden los niños?

Como el tema me ha despertado la curiosidad, me he puesto a leer en blogs de compañeros y he sacado algunas conclusiones.La mordida suele darse en niños de entre uno y tres años y hay diferentes razones. La primera, sólo por calmar las encías, de forma impulsiva. Se trata de niños pequeños que están explorando cosas nuevas y tienen la rabieta de los dientes.Otra de las razones se da en niños más mayores que no tienen una habilidad comunicativa suficiente o sin un lenguaje tan desarrollado. Mordiendo, piensan que conseguirán el objeto que quieren o lograrán llamar la atención (así fue la escena vista en el parque). Mi niño no tendría problema con esto, no para de hablar y ya tiene un vocabulario tan extenso que cualquiera lo entiende 😊. Hay veces en las que hay que pedirle que repita lo que dice para intentar averiguar qué es.Por frustraciones y nerviosismo también pueden morder, es su forma de llevar la situación. Deben sentirse desbordados y actúan así, pero peor es la mordida por imitación. Si ven morder a otro niño, ellos pueden hacer lo mismo. ¡Imagínate la mordida colectiva que puede montarse en una guardería si a todos los niños les da por hacer lo mismo a la vez!


¿Cómo evitar que la situación se repita?

Hay que hablarle al niño como lo que es, un crío que apenas va a entenderte, pero a quien hay que enseñarle que no puede agredir a nadie, que es algo que está mal. Hay que actuar rápidamente tras la agresión, pero de forma calmada, para explicarle de forma seria que ha hecho daño a quien haya sido. Puedes separarlo de la actividad que estuviera haciendo y también es aconsejable enseñarlo a disculparse y preocuparse por el afectado.Si se le ha explicado bien y el niño lo ha entendido, comenzará a exhibir conductas positivas. Pedirá los juguetes o tratará de hablar. Esto debe elogiarse, que el crío entienda que ésa es la actitud correcta.

¡Nunca, nunca, debe morderse al niño que muerde! No incites a que lo hagan, como ya he escuchado en más de una ocasión: si te pegan, tú pega más fuerte. A veces, los adultos son peores que los niños.
¿Tu hijo ha mordido alguna vez? ¿Qué hiciste para corregirlo?

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