Hay un libro que está a la altura del Necronomicon, que es The unwritten book of management. En esta obra, que nadie ha leído pero la cual todos citamos, está condensado el saber que cualquier directivo necesitará a lo largo de toda su carrera profesional. No importa la época, no importa el contexto, este libro siempre tiene la respuesta adecuada a cada necesidad. De este libro he extraído la idea que inspira el post de hoy: Si en tu consejo de administración nadie te lleva la contraria, o sobran ellos o sobras tú.
Estamos de acuerdo que hemos de compartir metas y objetivos, pero es tan o más importante, que antes de definir estas metas y objetivos en el corto, medio y largo plazo, ha de existir una crítica dura pero constructiva, y sobretodo fundamentada.
Si en una empresa, la dirección se basa en un modelo militar y de disciplina, ocurre que puede que se consigan los objetivos, pero lo más probable es que el equipo no esté a la altura. Esto no ocurrirá por falta de capacidad, sino por falta de motivación y por miedo a expresar opiniones divergentes. Si no escuchar a tu equipo no fuera suficiente, otra amenaza importante es que podemos estar perdiendo oportunidades de negocio, o en su versión más cruel, llevando el tren de la empresa a un descalabro seguro.
En el otro lado de la balanza están los que confiando en que tienen al mejor equipo y les dejan hacer directamente sin tener directivas, ni ninguna instrucción de como han de conseguir el objetivo. El resultado tiende a ser un pequeño caos, donde cada cual va a su aire, no hay cooperación y donde todos pasan de implicarse porque a nadie le importa lo que hacen o dejan de hacer. El resultado es un producto de muy baja calidad, poca implicación y un seguro descenso de ventas .
Según cuentan los estudios, dicen que el mejor sistema para tener moscas cojoneras y poder utilizarlas es tener un sistema participativo, donde todas las ideas se debaten, todas las propuestas se discuten, y al final, se llega a una solución más menos de consenso y donde todas las propuestas puedan ser recogidas e incluidas en la planificación.
También es cierto, que la tercera opción es la ideal, pero no siempre es la más practica. Se tarda más en establecer el clima necesario para poder conseguir un flujo abierto y sincero de información, eliminar egos y aprender a construir en positivo. Lo más habitual en estos mundos es que no tengamos tiempo para nada y acabemos siempre aplicando una versión más o menos relajada del sistema autoritario. Pero seamos conscientes de que nos puede sacara de un apuro momentáneo, no es la solución a largo plazo, con lo que es importante empezar a establecer políticas claras de inclusión y de disensión en el proceso de toma de decisiones.
Película: The Fly
Esto es un resumen del artículo La mosca cojonera escrito para Exelisis. Visita la web para más información y compártelo si crees que es interesante.