Revista Cultura y Ocio
Debo reconocer que comencé a ver esta película con desgana y, ni mucho menos, pasaba por mi cabeza analizarla. Incluso después de verla, y haberla comprendido, me dejó frío. No es que me arrepintiera de haberla visto, eso nunca, pero la indiferencia con la que me dejó era evidente.
Aun así, esto no quiere decir que el trabajo de Agustí Vila y el resto del equipo haya sido malo. Esta mañana he tenido tiempo para reflexionar y creo que, mediante el guión y la realización, Vila cuenta una historia poco apetecible y endiablada pero interesante.
La mosquitera, escrita y realizada por Agustí Vila en el año 2010, cuenta con un reparto digno de mención entre los que cabe destacar a Emma Suárez, Eduard Fernández o Geraldine Chaplin.
Vila, narra la vida de una familia un tanto atípica cuyo final es la inevitable destrucción. En este drama coral clasificado por muchos como comedia, cada uno de los personajes encuentra lo contrario a lo que busca, sufriendo todo aquello que siempre trataron de eludir.
El realizador se encarga de reflejar la humillante situación a la que llegan los personajes, los cuales parecen manejados perversamente sobre un escenario un tanto caótico, de una forma natural y sin demasiada parafernalia, lo que provoca que toda la atención a la hora de su visionado se centre en los personajes y lo que les ocurre.
Lejos de insinuar, en la película se muestran toda las situaciones sin censura ni remilgos, por muy impactantes o hirientes que éstas puedan ser. Vila no trata de ocultar nada; si bien es cierto, las imágenes explícitas y los momentos más duros de la película son tratados con total respeto y buen hacer, mostrando tan sólo de ellos lo necesario con inmejorables tiros de cámara y acertados cortes.
Esta película recoge cuatro historias diferentes entre sí pero conectadas por un mismo nexo, la familia. Cada una de estas historias están retratadas de igual manera, sin diferenciar entre sí mediante alguna técnica en especial o algún cambio en la fotografía. Sin embargo, si son los mismos personajes los encargados de unir unas historias con otras, esto hace que el conjunto sea mucho más compacto para evitar así que el espectador pierda interés o se desubique por los saltos entre las diferentes tramas.
La imagen es suave, con los colores un tanto lavados y tonos neutros. Aunque juegue con el desenfoque e incluya unos cuantos planos algo más elaborados, estos tan sólo se limitan a encuadrar la acción narrada por el guión. De nuevo se prioriza la atención sobre lo que cuenta el guión que sobre lo que cuenta el realizador.
La cámara fija y el poco movimiento de la misma mediante trávelins o paneos, evitan que se logre ese efecto de realidad que hubiese dado la cámara al hombro. Aunque hay que señalar que los tiros de cámara y los encuadres son acertados y armoniosos.
En cuanto a la banda sonora, cabe destacar que está excelentemente integrada con la imagen. Se diluye con el todo de forma excepcional siendo acertada la elección de los temas que la componen. Incluso, uno de los temas, pasa a formar parte activa de la acción al convertirse en la canción que bailan Alicia y Sergi en la fiesta de cumpleaños de Lluís.
Aun así, el elemento más destacable es el diálogo y el idioma en el que se desarrolla. Es necesario ver la película en estricta versión original, la cual es en castellano y catalán. Ambos idiomas se mezclan en las conversaciones en las cuales, algunas veces, unos hablan en catalán y otros contestan en castellano y viceversa. Esto no se debe a un capricho del guionista, ya que tiene su explicación. El hecho de que en las conversaciones se usen ambos idiomas es para reforzar la falta de comunicación entre los personajes que entablan dichas conversaciones. El distanciamiento entre algunos personajes se hace así más evidente.
También es algo llamativo que el personaje de Maria hable a través de Robert. Este hecho no sólo indica la enfermedad que padece María sino lo dependiente que es de Robert y lo que éste la manipula.
Los personajes se mueven poco y de forma ordenada por las localizaciones. Prácticamente toda la historia transcurre en interiores y sólo hay algunos exteriores que dan algo de respiro, tanto a la historia como al espectador.
La decoración y el atrezzo en las viviendas es escaso pero suficiente.
El peso de la obra no cae sobre un personaje en particular pero si es cierto que Alicia es el personaje que más sufre y más situaciones delicadas vive durante toda la película.
Emma Suárez interpreta el papel de una mujer capaz y fogosa que se aferra a la vida y al amor con todas sus fuerzas, la cual es capaz de hacer cualquier cosa por su hijo Lluís. Su personaje busca durante toda la película un amor vivo que la haga sentir joven.
Emma actúa sin remilgos ni límites dotando a su personaje de veracidad, consiguiendo que el espectador sienta empatía por su personaje. Esta actuación le permitió ganar La Espiga de Oro y una nominación a los Goya como mejor actriz.
Otro personaje importante es sin duda Miguel, interpretado por Eduard Fernández. Este personaje es ordenado hasta la saciedad, tanto con lo que le rodea como con sus sentimientos. Pretende escapar de las excesivas y constantes muestras de amor de Alicia y encontrar un amor al que poder poner horarios.
Eduard aporta serenidad y elegancia a un personaje silencioso que soporta una pesada carga. Se mueve con soltura por las diferentes situaciones que le asaltan y tampoco tiene problemas en abordar situaciones delicadas.
Lluís es interpretado por el debutante Marcos Franz. Es un joven empequeñecido por los problemas de sus padres y el cual se siente culpable por vivir. Marcos logra crear un personaje invisible pero con un gran peso sobre los demás.
En el otro extremo tenemos a Álex Batllori que interpreta a Sergi, un compañero de Lluís al cual desborda la peliaguda situación que vive. La situación por la que pasa el personaje de Álex sobrepasa la propia actuación del actor, aun así, consigue aportar la soberbia necesaria a su personaje.
Raquel y Susanna, son interpretadas por Anna Ycobalzeta y Noa Schinnerling respectivamente. Madre e hija viven su drama particular. Raquel pretende educar a su hija de una forma ejemplar y sin hacer uso de la violencia, pero no sabe cómo hacerlo. Por otra parte, la pequeña, sufre los curiosos castigos físicos a los que su madre la somete. La interpretación de Anna es un tanto forzada y artificial, no transmite apenas emociones a través de su personaje, mientras que Noa hace correctamente su papel, transmitiendo al espectador su pura inocencia.
Los personajes de Geraldine Chaplin y Fermí Reixach son María y Robert, los padres de Miguel. María es una mujer enferma que vive a través de su marido y la vida de Robert gira entorno a la de su mujer. Ambos se necesitan hasta límites insoportables. Estos dos veteranos actores han conseguido crear un matrimonio original con ligeras pinceladas de locura. Chaplin encarna la dulzura mientras que Reixach da forma a la firmeza.
Por último, y no menos importante, hay que mencionar la actuación de Martina García como Ana. Ella representa lo que Miguel anhela. Una tentación que se diluye a lo largo de la película. Martina seduce, no sólo a Miguel sino a los espectadores de una forma sutil. Ha dado a su personaje la personalidad adecuada y ha hecho cuando era necesario, sin temores.
Esta película está llena de situaciones complicadas y al límite. Una historia un tanto subreal y llena de casualidades que puede llegar a parecer demasiado artificial. Prevalece el guión sobre la realización. Al final todos los personajes quedan atrapados en su propia mosquitera.
La interpretación a nivel general es la adecuada. Los diálogos no son excesivamente extensos pero si son directos. Las acciones son las necesarias, sin florituras ni gestos innecesarios.
La mosquitera trae situaciones que bien se pueden dar en todos los hogares, ya sea de una forma u otra.
El problema de La mosquitera es que en algunas ocasiones se antoja demasiado lenta y en otras, poco creíble. Es una historia complicada y compleja para el espectador medio, el cual espera lo convencional. No consigue enganchar del todo, es una de esas películas que se hace complicada de ver.
Lo mejor sin duda es la actuación de Emma Suárez, pero esto, no es suficiente.
Si no te agrada el cine independiente con historias profundas y complejas, esta no es tu película.