Revista Diario

La motivación como primera asignatura en el cole

Por Belen
La motivación como primera asignatura en el cole
Cuando se hacen mayores y llega el momento de retomar las clases, no hay adaptación que valga. En estas edades tan intermedias donde ya no son "pequeños" pero tampoco son "de los mayores" no sabe una cómo van a reaccionar ante el inicio de las clases. Aquí ya no hay adaptación que valga y sin paños calientes nos metemos de lleno en el nuevo curso. 
Rayo comenzó remoloneando, no estaba muy convencido de querer empezar. "Estoy tan agusto en casa mamá", y era verdad, estábamos tan bien.... Pero llegó el día y no quedaba otra. Llegó dubitativo aunque cuando vio a sus amigos yo ya pasé a un segundo plano. Ellos juntos, las mamis amigas juntas también. Todos juntos pero no revueltos. Vamos, que sino le pido un beso cuando llamaron a las filas ni me mira. ¡¡Ay!! Dónde quedó aquel niño chiquitín aferrado a mis piernas. Y dónde quedaron aquellas madres malignas que me auguraban a un muchachote poco independiente y madrero.... ¡brujas!
Al acabar el primer día su cara era otra: estaba radiante y feliz. El motivo de su preocupación no era otro que saber quién sería su profesor. Al finalizar el curso pasado tuvimos problemas con su tutor. No fue algo particular, sino algo generalizado a toda la clase. Rayo acabó el curso desmotivado, algo que siempre me ha preocupado mucho pues es un niño muy demandante en el aula, al igual que en casa, nunca tiene suficiente. Y para un niño así dar con un profesor poco preocupado y que, en definitiva, pasa de todo, es lo peor. Aunque malo fue para todos los niños. No voy a entrar en detalles, pues tampoco quiero hacer leña del árbol caído. Lo importante es que se le retiró la tutoría debido a su falta de profesionalidad. Y a cambio tenemos este año a una tutora que es un sol y a la que los niños adoran, apoyada por cuatro especialistas (música, inglés, conocimiento del medio y valores) con los que Rayo ha conectado desde el primer momento. 
De salir en mayo y junio desmotivado, sin contar nada de lo que hacían en clase y sin ganas, ahora sale eufórico, deseando ponerme al día de las novedades de la clase, de la aventura de Cono (su profesor da la clase como si cada día vivieran una aventura), de las tareas que ha hecho, en fin, da gusto verle. 
La motivación en el alumno es vital, pero en estas primeras edades puede ser decisiva, me atrevo a asegurar que su éxito académico está en juego. Un niño motivado, un niño feliz en el aula es un niño que, sin lugar a dudas, obtendrá buenos resultados. Si se aburren, si no sienten interés ya sabéis qué consecuencias tendrán.
Este año la motivación está asegurada, vamos a ver que nos depara este 2º de Primaria. 

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