En el cicloturismo al igual que en cualquier otro deporte, la motivación es uno de los aspectos a nivel psicológicos más importantes para poder llegar a la meta, por ello hoy hablaremos de los diferentes tipos de motivación que existen en esta disciplina y que todos podemos aplicar.
Las investigaciones más antigüas demuestran que los ciclistas siempre iban más rápido cuando competían contra otros, o bien, tenían un vehículo cerca que les iba marcando el ritmo de carrera, es decir, la presencia física de otro competidor hace inevitable que se genere más energía y por tanto se tenga una mayor motivación. Además, esta referencia ayuda al cicloturista siempre a distraerse del sufrimiento y supone el mayor de los incentivos mientras pedalea: superarle.
Existe otro tipo de motivación que es la ortientada al Yo en la que sus pilares fundamentales se basan en superarse a sí mísmo y tomarse uno mismo como punto de referencia afrontando nuevos retos y superando sus actuales marcas. Esta es sin duda, una de las mejoras para marchas y rutas no competitivas.
En cualquier caso, ambas motivaciones quieren dejar atrás a los demás competidores (en el caso de que los hubiera) y existen el continuo deseo de ser el mejor. Ahora bien, el nivel de motivación debe ser el adecuado, si nos sobrepasamos podemos caer en un problema mental en el que nos tomemos el cicloturismo como obsesión en la que siempre tengamos que ganar. Recordar que estamos aquí para disfrutas de los compañeros, el paisaje y el pedaleo, nunca hagáis que la motivación sea excesiva aunque sí suficiente para poder seguir el ritmo y terminar fuerte mentalmente todo tipo de marchas.