Hace un tiempo mi hermana me regaló un libro que se me perdió en una de las mudanzas. Me sirvió un montón a la hora de enfrentar situaciones conflictivas con mis hijos. Una de ellas era la hora de dormir. Es una lástima que no recuerde el nombre ni el autor.
![La motivación positiva es mucho más fuerte La motivación positiva es mucho más fuerte](https://m1.paperblog.com/i/451/4519113/motivacion-positiva-es-mucho-mas-fuerte-L-brNaYD.jpeg)
El libro proponía motivar desde el mensaje positivo, haciendo foco en los logros más que en los "no logros". Ponía como ejemplo que a veces, cuando nuestros chicos están jugando lo más bien, no les hablamos para no interrumpirlos y esperamos que no vengan a pedirnos algo. Sin embargo, apenas hacen algo mal estamos presentes para retarlos. Entonces, ¿qué mensaje les damos? ¿Si se portan bien los ignoramos y si se portan mal les prestamos atención?
Lo empecé a aplicar para que el mayor de mis hijos lograse dormir solo. Para esto, le decía que si se quedaba contento yo volvía en unos minutos y le daba un beso, le leía un cuento o le cantaba una canción. Y así lo hacía. Cada vez esperaba un poco más, pero volvía y hacía lo que le había prometido. En mi caso se acabaron los llantos y las angustias. Mi hijo lo tomaba como un juego y luego se dormía feliz. Sabía que si me llamaba yo iba a ir de buena manera y él obtenía su recompensa.
Después seguí usando la técnica en varios aspectos de la vida de mis hijos. Empecé a felicitarlos por lo bien que jugaban en sus cuartos. Quizás pasaba, me quedaba unos minutos o le llevaba algún jugo y seguía con mis cosas. Ellos me sentían presente y jugaban con tranquilidad.
En especial me sirvió para el momento de la cena: no habla el que grita más fuerte, sino que empieza el que tiene mejores modales. El grito y la ansiedad exagerada mandan a mis hijos al final de la fila. Cuando son más chicos, todos quieren contar algo y se interrumpen en forma constante. Está bueno ordenarlos para que ninguno se sienta excluido en ese momento tan especial.
La motivación positiva requiere esfuerzo y mucho, pero vale la pena porque aprenden desde el amor y la paciencia. Ahora entienden la diferencia en las consecuencias de sus actos si se portan bien o no tanto. Es clave que entiendan qué es portarse bien: les decimos muchas veces que lo hagan desde algo general que no llegan a comprender y los retamos porque no piensan como adultos. Explicarles, hablarles y motivarlos desde lo positivo es un camino que sin duda vale la pena.