La Moustache - 2005

Director: Emmanuel Carrére
Hace bastante tiempo que tenía a "La Moustache" en la mira, el problema era que la encontraba en una calidad poco alentadora y/o con subtítulos en coreano pegados a la imagen. Por suerte me encontré con una versión de buena calidad, unos excelentes subtítulos y ¡voilà!, a disfrutar la excelente película de Emmanuele Carrère, novelista francés que coquetea regularmente con el cine ya sea como director o solamente como guionista.

Un acto en apariencia banal y sin mayor trascendencia como el afeitarse el bigote es el comienzo de una intrincada e intrigante pesadilla cuasi existencial. Un genial (como es usual) Vincent Lindon se afeita el bigote esperando sorprender a su pareja (no me fijé si están casados, pero viven juntos, se quieren y es probable que se den bonitos regalos de Navidad), sólo que ésta, una también genial Emmanuelle Devos, no demuestra mayor impresión. Es más, afirma que él nunca ha llevado bigote, y a partir de aquí el pobre comienza a ver cómo los cimientos de su vida e incluso de su realidad se desmoronan lenta y contundentemente, como una masa informe o un espejo deformante. Así, Carrère nos ofrece un sensual y misterioso thriller psicológico cuyo pilar fundamental es la ambigua y fantasmagórica atmósfera de suspenso, claro indicio de la deconstrucción a la que se somete el protagonista o sencilla representación de algún tipo de crisis de identidad, pero fuente de extrañeza al fin y al cabo. En cualquier caso, las probabilidades son tan infinitas como fascinantes, y es que "La Moustache" no da respuestas, tan sólo plantea interrogantes y sugiere estados de consciencia. De esta forma, Carrère, con una mano sutil y una mirada elegante, nos invita a transitar y navegar a lo largo y ancho de la vida de un hombre alterado y atormentado, como si presente y memoria se fundieran en un onírico y surreal escenario. Poco más puedo decir de una película cuyo entramado argumental es mejor no develar, aunque más que el relato, lo que importa es la experiencia, y vaya experiencia cinematográfica que es "La Moustache". Déjense llevar, maestros...