La muerte de un torero.

Antes que nada, quiero dar el pésame a su familia y al mundo del toreo por esta terrible perdida. Ayer sábado Murió el torero Iván Fandiño de 36 años, natural de Orduña (Vizcaya, País Vasco) tras recibir una cornada. El diestro vasco, de 36 años, fue corneado en el costado al resbalar cuando intentaba hacer un quite en la localidad de Aire-Sur-l’Adour, en el suroeste francés. 
                                                                                      Foto: Navarra.comEn cuanto a mí relación con los toros, desde niño he tenido gran afición a los toros, bous en corda, embolat etc. allí donde hubiera una fiesta con toros o vaquillas estaba yo, era algo que me apasionaba. Quizá sea porque nací en una alquería donde criaban toros y era una pasada verlos nacer y crecer, son unos animales muy hermosos y bravos. Pero un día, viendo de la forma que maltrataban a los animales “vi la luz” y deje de ir a esas fiestas donde unos salvajes causaban un intenso daño, de manera deliberada e innecesaria a una víctima inocente. 
Ahora bien, una cosa es estar en contra del maltrato animal y defender el derecho de estos animales. Y otro muy diferente es ver las barbaridades que muchos/as mal nacidos y aprovechándose del anonimato de la red se dedican a escribir. Nunca se puede anteponer la vida de un ser humano a la de un animal y ninguna persona decente se puede alegrar de la muerte de un torero o de cualquier otro ser humano, ofender de forma gratuita y brutal a su familia con todos estos mensajes es de ser unos miserables. Además tengo claro, que son personas amargadas y que están en contra de todo y de todos, porque hacer daño es la única manera que encuentra satisfacción.