Revista Cultura y Ocio

“La muerte es mía”, de Pilar Sánchez Vicente

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«¡Cómo puede ser que alguien confunda la vida
con la muerte en vida!»

MaudyReseña escrita por Maudy Ventosa

“La muerte es mía”, de Pilar Sánchez Vicente

Cubierta de: ‘La muerte es mía’

La muerte es mía, publicada por Roca Editorial de Libros, es la última novela de la escritora asturiana Pilar Sánchez Vicente, a la que conocí durante la promoción de Mujeres errantes –reseñada también en este blog–, que he recomendado y regalado muchas veces desde entonces. La historia de las morrongueras aún me sigue impresionando. Tanto como la personalidad e implicación de la autora en la lucha por las libertades individuales y sociales.

Como si de una adivina se tratara, Pilar se adelanta a la ley, recientemente aprobada, sobre el reconocimiento del derecho a la muerte digna. Como ya ocurrió con el matrimonio entre personas del mismo sexo, España es uno de los primeros países del mundo en reconocer el derecho a la eutanasia –muerte dulce, muerte apacible–. Pone en evidencia una legislación obsoleta, la religión apartada de la realidad e intolerante al sufrimiento y una sociedad hipócrita que no reacciona ante los ojos vacíos.

Es una novela, como la anterior, poblada de mujeres más fuertes de lo que ellas mismas creen, porque no les quedará más remedio que adaptarse al medio –lleno de hurones y serpientes– para poder sobrevivir; mujeres capaces de darlo todo por una idea y que, a pesar de convivir a diario con la muerte, no se inmunizan ante las injusticias, como la violencia conyugal o los suicidios. Novela coral con diferentes voces que nos acercan a distintas realidades. Y todas descubren su alma llena de heridas, porque el mundo se divide en dos: los llamados a dirigir y los llamados a servir; la élite y la masa. Y en esta novela encontramos los dos extremos.

El nuevo tanatorio ‘Memento Mori’, se constituye como una empresa puntera en servicios funerarios y construye sobre el antiguo tanatorio una pirámide que cambiará la faz de la ciudad. Todo en su interior está automatizado, en un alarde de modernidad sin límites.
Hasta que empiezan a suceder extrañas muertes…

Narra la historia Claudia, tanatopractora y tanatoestética, desviada, como la calificó el sacerdote que se saltó el secreto de confesión y se lo contó a sus padres. A partir de ahí, la culpa y el miedo formaron parte de su vida, hasta que el feminismo me ayudó a construir mi identidad en una sociedad donde las historias de amor entre mujeres (…) jamás tenían un final feliz. Di rienda suelta a mis sentimientos y a mi sexualidad y dejé atrás a mis viejos para ser libre. Viajé, amé, comí… y no volvía a rezar.

Será el mundo de los muertos el que la mantenga activa y le ayude a crecer profesionalmente, porque el sector funerario está muy vivo, como dice la autora con sorna. El trabajo es su prioridad y los viajes por el mundo le enseñaran que la muerte golpea con igual pie las chozas de los pobres como los palacios de los ricos… en todas las culturas hay diferencias y similitudes. Se dejará embriagar por los tonos estridentes y chillones de Méjico, y los blancos o amarillos de los sudarios en la India… El escenario elegido para situar la historia, será un modernísimo tanatorio que cuenta incluso con un sistema inteligente aplicado al suicidio asistido; un negocio muy rentable construido alrededor de los muertos que darán cabida a los ritos, extravagantes a veces, elegidos por los que aún están vivos; adelantándose a leyes que después serian aprobadas y a otras que apenas están en estudio, porque no se trata de morir con dignidad, sino de vivir con dignidad hasta el último aliento, el derecho a poner fin a la vida de manera libre es el eje principal de la novela. Pero no el único.

A pesar del tono desenfadado empleado a veces por la autora, se traslada una falta de confianza en el ser humano, en las personas, porque casi todo el que puede roba, se corrompe, admite comisiones, prebendas o vacaciones pagadas; por no hablar del modelo corrupto que transmite el sistema político. ¿No hay esperanza? ¿Conoces algún sistema del S. XXI que funcione? El financiero nos empobrece, el educativo nos embrutece y el sanitario nos enferma. Estamos modificando el clima con nuestras acciones, pero nadie renuncia a conducir coches que contaminan, a volar en avión, a usar el móvil… Otra tarea para la reflexión.

Por último, poner de manifiesto uno de los mayores dramas que asolan las sociedades modernas: el suicidio. ¿Puede haber algo más triste que el vacío de no encontrar sentido a la propia vida? A pesar de que en algunas culturas fuera considerado un acto de dignidad, las familias, la sociedad, los profesionales de la salud, ¿tenemos responsabilidad ante un hecho tan duro? o si tengo derecho a vivir, tengo derecho a finalizar mi vida dónde, cuándo y cómo yo decida…

PERSONAJES:

  • Claudia, es la primera mujer tanatopractora y tanatoestética del país; defiende la eutanasia. Decidida. Herida por la incomprensión.  Es una mujer fuerte, de rizos rebeldes. Ha estudiado Medicina y trabajado en lo que podía, la peluquería de su madre o una carnicería…
  • La madre, muy de ir a misa. Sumida en una profunda depresión tras la muerte de su marido. Tiene un salón de belleza, antes peluquería: Salón Maribel.
  • Rita, acostumbrada a los retos. Directora de ‘Memento Mori’. Ambiciosa y fría. Ayudó a ganar la campaña al Presidente Autonómico. Tiene amistades en todas partes y vale para todo. Experiencia en gestión y comunicación. Labios rojos y carnosos, melena pelirroja y ondulada, curvas de infarto… Es una hembra alfa. Le gusta controlar su vida y la de los otros.
  • Jaime, es hijo de un fiscal y será el director del nuevo tanatorio. Le obsesionan los trenes y el cosplay –juego de rol centrado en los disfraces–. Tiene una inteligencia fuera de lo común y una memoria envidiable; es metódico hasta la exageración.
  • Abelardo, tanatopractor titular del tanatorio. Estirado como una vara, de pelo blanco alborotado y ojos saltones. Fue maestro de tanatopraxia en París. Paciente y sin reservas. Delicado con los cuerpos.
  • Don Olegario es el dueño del Tanatorio de la Villa; tiene gafas de montura dorada, ojillos incisivos y brillantes, nariz aguileña y bigote preconstitucional. Sonrisa indeleble. Es el último representante de una familia de carpinteros.
  • Inés, es la administrativa del tanatorio; su ex es un futbolista engreído, gilipollas y maltratador que la llevó a vivir a un barrio lujoso. Tiene dos hijos.
  • Rosa, es la florista. Vive en soledad en su enorme y antiguo piso. Le sobra realidad.
  • Victor, es el conductor; su mujer es Beatriz y tiene una hija de veintitrés años que estudia Derecho. Junto a Claudia, Inés y Rosa, forman La Vieja Guardia.
  • Martha, es la community manager. Tiene dos carreas, Documentación e Informática. Es una excelente comunicadora con aspecto de búho sabihondo. El color de sus ojos cambian con la luz.
  • Laura, es psicóloga. Atiende a los familiares antes y después del óbito. Coordina hospitales, residencias, cuidados intensivos, paliativos… Ha vivido en Toronto y es experta en Tratamiento del Dolor y Promoción de la Salud.
  • Alfonso, es el marido de Rita. Gerente de La Fuente del Diablo, en Viesca. Pintar le relaja, modelar arcilla y tallar madera. Su mujer tomó las riendas de su vida y él la dejó hacer, depende de ella. Fuma porros. Es un hippie trasnochado.
  • Behite procede de Kenia y es la conductora funeraria de entierros VIP. Sobre magia lo sabe todo…

Y Lina Sandoval, que lleva años buscando a alguien que le ayude a morir con dignidad; y su hijo Homero; y Onofre, el intermediario; y Virginia, una joven de quince años que es la primera “cliente” de Claudia; y Adela, joven, abogada y ambiciosa… y otros que tendrás que descubrir…

Sinopsis de la editorial:
El nuevo tanatorio ‘Memento Mori’, se constituye como una empresa puntera en servicios funerarios y construye sobre el antiguo tanatorio una pirámide que cambiará la faz de la ciudad. Todo en su interior está automatizado, en un alarde de modernidad sin límites.
Hasta que empiezan a suceder extrañas muertes…
Claudia ha sido la primera mujer tanatopractora del país y es una autoridad mundial en el ámbito funerario, aunque su profesión no le ha facilitado las relaciones personales. Firme defensora de la eutanasia, el hashtag #LaMuerteEsMía le servirá para orquestar una campaña de inesperadas consecuencias. Y lamentará que sus deseos se hayan hecho realidad…

Rita es una mujer espectacular acostumbrada a los retos, por eso, cuando le ofrecen la posibilidad de dirigir ‘Memento Mori, se da cuenta de que tiene entre sus manos una oportunidad única para consolidar su posición estelar.
Jaime, el hijo del fiscal, un hombre que vive obsesionado con los trenes y el cosplay, es el director del nuevo tanatorio y cree que en él podrá llevar a cabo sus sueños secretos.

“La muerte es mía”, de Pilar Sánchez Vicente

Pilar Sánchez Vicente con Maudy Ventosa

La autora:
Pilar Sánchez Vicente es documentalista y escritora. Licenciada en Geografía e Historia, trabaja como jefa del Servicio de Publicaciones, Archivos Administrativos y Documentación del Gobierno del Principado de Asturias. Es presidenta de la Asociación Profesional de Especialistas en Información (APEI). Fue guionista y presentadora de varios programas en TVE-Asturias y el canal Internacional de TVE. Entre sus obras destacan: Breve Historia de Asturias, Comadres, Gontrodo la hija de la luna y La Diosa contra Roma y Mujeres errantes.

El libro:
La muerte es mía ha sido publicado por Roca Editorial en su Colección Histórica. Encuadernado en tapa dura. Tiene 352 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Como complemento pongo un vídeo teaser de La muerte es mía de Pilar Sánchez Vicente.


Para saber más:
http://pilarsanchezvicente.es/
Pilar Sánchez Vicente en Wikipedia.


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