Título original: Death comes to Pemberley
Año: 2013
Duración: 3 episodios de 60 minutos
Cadena: BBC
Reparto: Matthew Rhys, Anna Maxwell Martin, Jenna Coleman, Matthew Goode, Trevor Eve, Rebecca Front, Alexandra Moen, James Fleet, Tom Ward, Joanna Scanlan, Eleanor Tomlinson, Penelope Keith, Philip Martin Brown, James Norton, Nichola Burley, Kevin Eldon
Género: Intriga - Drama - Época - Romance
Seis años después de los acontecimientos de Orgullo y Prejuicio, Elizabeth y Darcy celebran su baile anual en su magnífica casa de Pemberley. La hermana de Elizabeth, Lydia, llega al mismo tiempo que el anuncio del asesinato de uno de los invitados. Una batida en el bosque encuentra al presunto culpable cubierto de sangre, tirando del hilo de una misteriosa red de secretos y engaños que amenaza todo lo que los Darcy han construido.
Ya he dicho en más de una ocasión que las series británicas de época son una de mis debilidades e intento ver todas las que puedo. En un principio tenía mis dudas sobre La muerte llega a Pemberley por eso de utilizar los conocidos personajes de Orgullo y Prejuicio de Jane Austen fuera de su trama original, pero el que la historia llevara la firma de P.D. James, una de las autoras de misterio más conocidas, acabó de convencerme para verla.
Creo que mi principal problema con esta serie han sido las caras de los personajes. Sé que parece algo ridículo, pero para mí Lizzie Bennet y el Sr. Darcy siempre tendrán el rostro de Jennifer Ehle y Colin Firth, protagonistas de la mini serie adaptación de Orgullo y Prejuicio de la BBC de 1995. En los demás personajes me molestaba menos, pero me era muy difícil estar viendo a Fitzwilliam Darcy y no ver los gestos de Firth. Sé que muchos conocerán más la versión de 2005, la película interpretada por Keira Knightley y Matthew Macfadyen. No la he visto por el mismo motivo, no creo que nadie pueda superar la versión de 1995 de Ehle y Firth. Debo reconocer, eso sí, que los actores acaban haciendo un gran trabajo, aunque no terminó de gustarme la decisión de Anna Maxwell Martin como Lizzie. Y, por motivos personales, Jenna Coleman, nunca acaba de gustarme. No es mala actriz, pero creo que hay algo en ella que hace que sus personajes siempre me chirríen, y el que aquí dé vida a la insoportable y malcriada de Lydia, la hermana pequeña de Lizzie, no ayuda mucho la verdad.
Como toda producción de época de la BBC el cuidado de la puesta en escena es indudable. Desde las localizaciones, esas enormes mansiones en el campo, pasando por el vestuario, todo es perfecto. Tal vez donde podamos encontrar más problemas es como siempre en el diálogo. Cuando la obra es una adaptación de un libro de la propia época, como sería el caso de una historia de Jane Austen, estos problemas no suelen aparecer tanto. Se busca modernizar un poco el lenguaje para que todo el público pueda entenderlo, pero los manierismos lingüísticos de la época están ahí. En este caso hablamos de la adaptación de un libro basado de la obra de Austen, con lo que todo el diálogo es inventado y en mi opinión les quedó un poquito demasiado moderno. En La muerte llega a Pemberley no puedo decir si la culpa es del texto original de P.D. James o de la BBC, aunque la cadena tiene algunos de los mejores expertos en lenguaje para estas producciones.
Otro de mis contras para La muerte llega a Pemberley es que, aunque hayan pasado seis años desde lo que ocurrió en Orgullo y Prejuicio, y no sé si era por los rostros o los diálogos, en ocasiones me costaba ver a los personajes de Jane Austen. Exceptuando quizás a los Sres. Bennet y a Lydia, que al ser secundarios mantuvieron perfectamente la caracterización de Austen, pero tanto Lizzie como Darcy, al llevar el peso de la trama se ven transformados en unos personajes nuevos. Problemas que parecían haber superado en el libro de Austen, como el del amor por encima de la posición o el deber, vuelven a aparecer aquí, y aunque ambos son más maduros vuelven a tener la falta de comunicación que tanto caracteriza la obra original. No sé si esto es algo buscado de forma deliberada por P.D. James como homenaje o recordatorio, pero es algo que se separa por completo de la trama del misterio y en algunos momentos lo consideré innecesario.
Matthew Goode como George Wickham
Este tipo de producciones de época en mi opinión sólo un buen equipo inglés puede llevarlas a cabo. Sin contar con el hecho de que las mansiones en las que ocurren estas historias todavía siguen en pie en la campiña inglesa, pocas veces una producción americana consigue darles el toque y la flema británica que necesitan. Y ya no hablemos de los actores. Creo que sólo un actor inglés es capaz de llevar un cravat atado al cuello con la elegancia necesaria. En este aspecto tengo que destacar a Matthew Goode, su Wickham vuelve a ser el malo de la historia, pero toda la arrogancia del personaje estaba representada en la rigidez de la espalda y la postura de los hombros de Goode.
Dejando de lado el que fuera una producción de época, si nos centramos en su trama de misterio nos encontramos con un desarrollo clásico de este tipo de producciones. P.D. James se ha labrado una carrera dentro de la literatura de misterio al más puro estilo de Ágatha Christie, y con este libro consiguió alcanzar todas las listas de éxitos cuando se publicó en 2012. Este tipo de tramas siempre presentan los mismos arquetipos: ocurre un asesinato, hay un claro sospechoso, pero también hay otros posibles culpables, conforme se investigan los sucesos se eliminan sospechosos excepto el principal y a la vez se va descubriendo otra trama oculta de hechos desconocidos por todos que darán lugar a la resolución del caso y la detención del asesino al final de la historia. La muerte llega a Pemberley no tiene nada que temer en este aspecto. El misterio se desarrolla de forma muy clara a lo largo de los tres episodios entrelazado con una pequeña historia de romance de la que es protagonista Georgina, la hermana pequeña de Darcy.
Así que si no sois muy fans de las historias de época igualmente podéis darle una oportunidad a La muerte llega a Pemberley. Además, si bien puede facilitar mucho el hecho de conocer a los personajes con anterioridad en mi opinión se puede ver tranquilamente esta serie sin saber nada de la obra de Jane Austen ya que las pequeñas interacciones entre ellos y consecuencias que continúan desde Orgullo y Prejuicio son explicadas a través de la propia historia.