Tres historias y un biberón
Si de verdad una imagen vale más que mil palabras, el film recién estrenado La mujer con la nariz rota (2010), del guionista y director serbio Srdjan Koljevic, no ha sido muy favorecido por el cartel que se ha distribuido por nuestras salas ya que más que llamar la atención al espectador lo que provoca en él es una huida despavorida. Además, con esta imagen parece mucho más una película cómica que dramática, siendo todo lo contrario. En esta interesante historia coral de vidas cruzadas el drama es muy patente por culpa de hechos fatales que marcaron la vida de los personajes, anclados en un pasado que no pueden olvidar y viviendo el presente sin ningún atisbo de esperanza. Y lo que ha intentado hacer Srdjan Koljevic es cambiar esa actitud a una más positiva, aunque cueste mucho conseguir esa meta.
La película se sitúa en Belgrado y en ella se cuentan tres historias que se relacionarán, protagonizadas por Gavrilo (Nebojsa Glogovac), un taxista solitario que es un refugiado bosnio, Anica (Anica Droba), una profesora de instituto que perdió a su hijo al haber sido atropeyado por un coche, y Biljana (Branka Katic), una farmacéutica que acaba de romper con su prometido, acordándose aún de su anterior novio fallecido. Viendo el argumento uno se percata rápidamente de que la película no puede ser la alegría de la huerta, aunque la historia del taxista tenga ese plus de comicidad aprovechado por su manera de ser y provocado por lo que le ocurre en la primera escena del film, cuando en medio de un gran atasco coge a una mujer con la nariz rota (el título lo deja bien claro) que lleva un bebé consigo, y cuando cruzan un puente ella se sale del taxi y se tira al agua. Es ahí cuando el taxista se dará cuenta de lo complicado del asunto que se le viene encima: se tendrá que quedar al cargo del bebé.
Ahora habría que exponer varios puntos: 1. Es obvio que este comienzo no tiene nada de original, pero la verdad es que está bien dirigido, y además en el taxi se oye la radio donde un locutor deja ir una frase que resume también la situación que aún está viviendo el país: "Quedan 33 días para que cierren tu radio favorita. Hola a todos los que estáis en medio del atasco. Con un poco de suerte cruzaréis el puente, tarde o temprano. Así que relajáos y disfrutad...". 2. Lo que uno puede imaginarse de antemano por lo que va a ocurrir entre el taxista y el bebé más o menos lo va a acertar. Y ahí es donde radica la poca comedia que hay en la película. 3. Y al ser esta la historia con más protagonismo y la más relevante, en algún momento falla con situaciones más inverosímiles y el actor que hace del taxista exagera un tanto su forma de ser y de pensar.
Por eso, donde Koljevic ha sabido equilibrar mejor la balanza es en las otras dos historias, sintiéndose más a gusto en el drama acentuado sobre todo por la lluvia que está muy presente en la película, dando una atmósfera melancólica. También ha contribuido a ello que estas historias tengan mucha más sustancia y que el espectador vaya descubriendo personajes que va introduciendo el director, como el estudiante enamorado de la profesora o la relación entre la farmacéutica y el hermano del novio fallecido. Aunque lo más destacable, por encima de todo, es en general la manera que tiene Koljevic de contar ciertos detalles, sorprendiendo por momentos al espectador, algo que no consigue con la premisa de la trama.
"Una interesante película coral de tres historias, destacando más el drama que la comedia aunque por el cartel parezca ser lo contrario"