Desde antes de nacer ya diste guerra. Llegaste sin avisar, para romper todos los planes meticulosamente hechos: nos cambiamos de ciudad, yo busco trabajo, niños al cole, casa nueva con el número de habitaciones perfecto, marido que se va 9 meses fuera y sólo viene los fines de semana.....Y de repente decides que quieres tu sitio. Primero, pánico, no soy muy buena en los primeros momentos cuando me cambian los planes. Pero enseguida me fuiste enseñando.
Recuerdo el día que nos dijeron que ibas a ser niña....jajajaja, vaya risas cuando el médico nos vio la cara y dijo "¿no os hace ilusión? ¿no queríais una niña?" Pues claro, hombre, pero con dos niños ya no contaba con la posibilidad de cambiar de calzoncillos a braguitas.Desde pequeña ya tenías las cosas claras. Nada de 6 tomas, no. Tú dormías toda la noche, y no había manera de despertarte para comer. Además, hasta que no pasamos a los sólidos, lo tuyo con los bibes fue una relación de amor-odio. Y tu mala leche....jajajajajaja. Mi hermana decía, cuando te veía lanzar los chupetes con cara de mal humor y chillar porque no hacíamos lo que querías, que si hubieses sabido hablar no serían halagos lo que saldría de esa boquita.....Y así, mi querida bipolar, como yo te llamo porque tus cambios de humor son dignos de estudio, has llegado hasta aquí. 4 añazos, deseando con ilusión que llegue esta tarde y nos veamos (sobre todo por el regalo, seamos claros, que a los 4 años no vamos a pedir más), mientras estás en casa planificando tu día. Según tú, nos vamos de vacaciones y viene tu padre "sólo porque es mi cumple".Cada vez te gusta más estar conmigo, imitarme, jugar a ser mamás y contarme historias...porque eso sí lo has heredado de mí: hablas por los codos. Y por eso mi responsabilidad es grande. Evidentemente, tengo que ser ejemplo para todos mis hijos, pero parece que tú, por el hecho de ser mujer, te fijas más en determinadas cosas. Pues te prometo que YO MATARÉ MONSTRUOS POR TI, y por tu futuro.
Pero te estás haciendo mayor, y me gustas. Cada día me gustas más, si soy sincera. Sigues teniendo esos ataques de mala leche, pero después de un rato del berrinche, te prodigas en mimos, caricias y pides perdón...eso debe ser parte de hacerse mayor, ¿no?
Como tú dices, no eres la más pequeña, si no la menos mayor de todos.
FELICIDADES