La mujer de mi vida de Nicolas Barreau
Espasa · 175 · 9788467040067Goodreads · BookDepository"Hoy he visto a la mujer de mi vida. Estaba sentada en mi café favorito. Por desgracia, no estaba sola. Un tipo condenadamente guapo estaba a su lado y cogía su mano. Pero, de repente, ocurrió algo. La mujer de mi vida se levantó, me guiñó un ojo y me dio su tarjeta con su teléfono escrito a mano". ¿Qué ocurriría si de pronto nos encontráramos con el amor de nuestra vida? Un jueves de abril completamente normal se
convierte en el día más importante de la vida de Antoine, un joven librero parisino que descubrirá que los milagros no solo existen, sino que a todos nos pueden pasar en cualquier momento.OPINIÓN
La mujer de mi vida es una novela romántica. Tenía ganas de leer algún libro de Nicolas Barreau por las buenas críticas que ha obtenido, y en general no me ha decepcionado.
La historia nos cuenta cómo Antoine, que trabaja en una librería, conoce a Isabelle en un café. Ella le da su número de teléfono y desde ahí parte nuestra aventura. Antoine pasará por muchos obstáculos para poder llegar hasta la que él afirma ser la mujer de su vida. Comenzando con descifrar el número de teléfono que por un desafortunado accidente se ha borrado ligeramente, y llegando a recorrer todo París por encontrarla.
Antoine está bien caracterizado y conocemos todo sobre él, es el protagonista de esta historia de amor. Me ha parecido un poco obsesionado, aunque entiendo que sea para dar mayor emoción al relato. Además me gusta que se contraponga su personalidad tímida con esa valentía en la búsqueda de Isabelle.De Isabelle no tengo mucho que decir, ya que prácticamente no ha aparecido en la novela. Pero podemos saber de ella que es extrovertida, ya que no cualquiera va dando su número por ahí. Pero tenemos que meternos en el relato, es decir, un amor a primera vista.También hay otros personajes como Nathan, el mejor amigo de Antoine, que tampoco aparece demasiado pero se ve que es un buen amigo, dispuesto a ayudar a Antoine en sus disparatadas ideas.
El libro está narrado en primera persona, por Antoine, por eso sabemos cada detalle de lo que hace, lo que piensa...Al ser una narración tan cortita se puede leer en un día perfectamente y también es por ello que el autor no puede dar demasiados datos de todos los personajes, aunque me hubiese gustado un poco más de profundidad en el amor entre los dos protagonistas, por ejemplo.Nicolas Barreau tiene un estilo sencillo de narrar, ligero y ameno. Introduce términos franceses, además la obra está ambientada en Francia, París, y conocemos muchas de sus calles por donde se mueve nuestro personaje principal, aunque como ya sabéis, sin demasiadas descripciones.
Me parece original que narre en todo el libro esa búsqueda desesperada por encontrar al amor de su vida, a la que sólo ha visto en ese café. Pero eso también ha hecho que no cuente muchos detalles, falta de descripciones y lógicamente no veremos momentos demasiado románticos, sino más bien pequeños momentos especiales.
En definitiva, me ha parecido un libro rápido de leer, con una historia sencilla que os puede gustar si queréis pasar una tarde dulce. Me hubiese gustado un poco más de detalles en la historia, ya que la encuentro un poco simple. En sí no me ha decepcionado mucho, simplemente esperaba una historia más profunda sobre el amor, pero creo que se puede disfrutar perfectamente, sobre todo para las románticas/os.
Yo creo que la literatura no tiene que dejar necesariamente el mundo fuera, delante de la puerta. ¡Al contrario! Muchas veces lo hace entrar dentro de nosotros.Tal vez sea un romántico empedernido, pero ¿por qué no va a ocurrir en la vida real lo que alguien se ha inventado para escribirlo en un libro? La literatura puede ser un camino maravilloso hacia la realidad porque nos abre los ojos a todo lo que puede suceder. ¡A todo lo que puede suceder un día cualquiera!Pensemos en el día de hoy. Al principio era un jueves de abril completamente normal. Ahora es el jueves más importante de mi vida. Me encuentro en estado de alerta. Estoy involucrado en una historia. En una novela -si así lo prefieren- de la que ignoro el final, porque, lamentablemente, yo no soy su autor.