Revista Cultura y Ocio

La mujer de verde, de Arnaldur Indridason

Publicado el 10 diciembre 2013 por Xula

La mujer de verde, de Arnaldur Indridason
La mujer de verdeArnaldur IndridasonISBN: 9788498672633Formato: Rustica– 304 PágsEditorial: RBA 
Unos obreros de la construcción descubren un esqueleto humano mientras trabajan en una urbanización de Reykiavik. Años antes, esa parte de la ciudad era todo colinas, y Erlendur y su equipo esperan que se trate de un caso típico de desaparición; quizá alguien una vez se perdió en la nieve y ha permanecido enterrado durante décadas. Pero las colinas tienen más de una trágica historia que contar: relaciones fallidas y angustias, la ira, la violencia doméstica y el miedo, la lealtad familiar y la vergüenza de la familia. Pocas personas quedan aún con vida que puedan contar la historia, y los secretos llevados a la tumba no pueden permanecer ocultos para siempre. Mientras Erlendur comienza a desenterrar secretos casi olivdados, también deberá salvar a su hija de la autodestrucción.

Hace ya dos años y medio, a las pocas semanas de abrir este blog, leí y reseñe Las marismas, la primera novela editada en España de Indridason. Con ella descubrí al inspector Erlendur y aunque lo encontré muy similar a Wallander(y nadie puede igualar jamás a Wallander) me gustó mucho, sobre todo el estilo y el ambiente.
Pero no fue hasta el mes pasado, cuando buscaba autores con la i para terminar un reto, que me acordé de esta serie de novelas policiacas. Así que busque la siguiente y volví a quedarme enganchada a sus páginas. En serio ¿Qué tiene la novela negra nórdica que resulta tan adictiva? Me aventuro a pensar que tiene que ver con la idiosincrasia de esos países o la calma y el silencio de sus paisajes.
De hecho, es curioso cómo un ambiente que parece tan civilizado puede dar lugar a historias tan duras y salvajes como algunas de las que hemos leído de este tipo (Millenium, por ejemplo). En este caso comenzamos con el descubrimiento de un cadáver de hace 40 años que encuentran unos niños jugando. ¡Y hay una niña mordisqueando una costilla humana como si fuera un juguete! Una imagen realmente horrorosa…
Evidentemente se trata de lo que yo llamo “caso abierto”, y claramente no puede tener ni mucha sangre ni muchos sospechosos siquiera. Sin embargo, el autor ha creado una serie de recursos que agilizan la lectura y nos dejan atrapados en ella.
Para empezar, la primera de las trampas que nos hace es intercalar una serie de flashbacks en los capítulos en los que asistimos a la vida de una mujer, que claramente tiene que ver con el cuerpo encontrado y sitúa la historia durante los años 40 y la segunda guerra mundial. Y como va saltando temporalmente de una época a otra, siempre nos deja con las ganas de saber un poco más de lo anterior,
El segundo de los ganchos es el propio protagonista. Tengo que reconocer que aunque cuando leí Las marismas no me había convencido del todo, en esta novela me ha encandilado. Esos son los motivos por los que nos enganchamos a las series, ya sean leídas o en televisión: los personajes. Nos gustan, nos caen bien o mal, y nos involucramos en sus vidas, que nos interesan más allá de su trabajo policial, médico o judicial. Sea lo que sea, queremos saber más de ellos, de su pasado y su presente. Y en La mujer de verde, Indridasonnos da eso que le faltaba a su personaje: una historia dolorosa y una vida difícil.
Porque si no recuerdo mal, en la anterior entrega (que en realidad era la tercera de la serie) no supimos mucho de la vida de Erlendur exceptuando que está divorciado y tiene una relación difícil con su hija, que sufre un grave problema de drogadicción. Además, añade el detalle de un trauma de su pasado que no ha logrado superar, y que ahora (al final de la novela) ya podemos decir que conocemos. Ya no son insinuaciones veladas que nos sugería en la novela anterior. Por tanto, ha conseguido que el personaje principal que nos acompañará durante el resto de la saga (dure lo que dure) sea interesante de verdad.
Así que en esta novela tenemos una combinación a partes iguales de investigación, flashbacks y vida privada. Lo curioso es que la actividad no es frenética. De hecho, tanto la investigación como los flashbacks van lentos, porque no todo se hace en unas horas como lleva años insinuando CSI. Pero para eso se saltan días o semanas entre página y página de infructuosa búsqueda, y te lo reduce a poco más de 300 páginas. Este desarrollo tan pausado hace que no sea precisamente una sorpresa el desenlace, sino que es algo que nos vamos viendo venir y que en el fondo no hace más que corroborar nuestras sospechas. Para algo habrá dejado tantas pistas, ¿verdad?
Pero quietos ahí. La verdad es que la novela no solo es buena porque sus personajes sean buenos o su trama sea buena. Lo realmente importante aquí ha sido una cuestión de saber crear empatía. Porque no os lo he dicho antes, pero en esos flashbacks somos testigos del inicio y desarrollo de una situación de abuso. Violencia de género. Maltrato domestico. O asesinos de almas, como los llama muy acertadamente en la novela. Esas escenas que presenciamos cada ciertas páginas son de esas angustiosas, que te ponen los pelos de punta y te hacen apretar los dientes. Donde vamos viendo como se denigra y se humilla y se hace perder la dignidad a un ser humano. Una buena fuente de reflexión que le aporta ese algo a la novela que la hace distinta del resto y especial.
Como en casi todas las novelas nórdicas, me he encontrado con el mismo problema de los nombres impronunciables, que finalmente acabo leyendo a golpe visual. No nos son familiares, no sabemos solo con leerlos sin se trata de un hombre o una mujer, pero que seguramente dejen de suponer un obstáculo cuando te enganches a la novela como muy posiblemente pase.
Porque todo eso se ve compensado con creces al encontrarnos lo que es un page-turner en toda regla. Creo que me duró apenas 24 horas, y no es de extrañar: entre los cambios de ritmo y de escena, las pocas páginas y los capítulos cortos, es imposible despegarse del libro hasta terminarlo.
Casi para terminar, una observación con respecto al título. Yo no sé islandés, o finlandés, ni noruego ni sueco. Así que no se cual es la traducción correcta de la novela. Google me dice que GrafarþögnsignificaSilenciode la tumba. Lo que se parece mucho al título con el que el libro fue publicado inicialmente “Silencio sepulcral” (que le va muy bien por eso de la tumba…) pero que posteriormente fue reeditado por RBA como La mujer de verde. Y no es por nada, pero le quita un poco de gracia a la historia, sobre todo porque sugiere cosas que no aparecen hasta el final. Vale, el anterior sonaba más a telefilm de sobremesa, pero luego quieren que aprendamos idiomas en este país…
A modo de resumen, La mujer de verde es sin duda una novela que recomiendo. A pesar de mis reticencias iniciales, Indridasonme ha hecho pasar un rato genial con esta historia y me ha convencido para que el año que viene repita si me vuelvo a apuntar al reto de los autores… y si no me apunto, volveré a leerle también.  Porque dicen que la siguiente, La voz, es la mejor de todas. Tendré que comprobarlo.

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